Versículo para hoy:

domingo, 3 de noviembre de 2019

3 de noviembre – PRISIONEROS ESPIRITUALES

Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en Jesucristo lo prometido se conceda a los que creen. Antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe se revelara. Gálatas 3:22-23.

¿Alguna vez has visitado una celda de un prisionero condenado a muerte? Asomarte a ella y ver a dicho hombre allí es suficiente para hacerte desmayar. ¡Imagina que fuera tu hijo! ¡Imagina que fuera tu esposo! ¡Imagina que fuera tu hermano! Pero escucha: «El que no cree ya está condenado» (Juan 3:18). Perdónennos, ustedes nuestros familiares inconversos, por decirles que corren un tremendo peligro al estar sentados en la celda de los condenados a muerte y serán ejecutados en breve, a no ser que la infinita misericordia les conceda el perdón gratuito. Qué horribles escenas debe ver una persona en un campo de batalla. Cuando veo un hombre que sangra porque se ha cortado me siento el corazón en la boca, no puedo resistir la escena; ¡cuánto más al ver hombres desmembrados, desentrañados, retorciéndose en sus últimos minutos de vida! ¡Qué horroroso es caminar entre un montón de cadáveres y tropezar a cada instante con alguno de ellos! Sin embargo, ¿qué es la muerte física comparada con la muerte espiritual? Qué horroroso es vivir bajo el mismo techo con familiares que están muertos en vida, muertos para Dios. El pensamiento está lleno de angustia. Si Dios contendiera con nuestros parientes que están muertos desde el punto de vista espiritual, si le diera vida a aquel que ha sido «puesto aparte, entre los muertos; parece un cadáver que yace entre los muertos» (Salmo 88:5), ¡qué gran consuelo recibiríamos nosotros!

A través de la Biblia en un año: Jeremías 5-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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