Versículo para hoy:

martes, 30 de enero de 2024

ENERO 30 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Acéptalo, tus obras más brillantes y justas nunca podrían alcanzar el estándar de Dios; es por eso que Dios te ha dado la gracia de Jesús.

Entre más entiendes la magnitud de la gracia de Dios, más acertada será tu perspectiva sobre la profundidad de tu maldad; y entre más entiendes la profundidad de tu maldad, más apreciarás la magnitud de la gracia de Dios. La persona que está cómoda en su propia justicia realmente no ha entendido la gracia de Dios, y la persona que no está impresionada con la gracia de Dios realmente no ha entendido su pecado. Entonces, hablemos sobre lo que hace a la gracia de Dios tan esencial. Hablar sobre la naturaleza esencial de la gracia de Dios significa hablar sobre el desastre que ocasiona el pecado en primer lugar. El pecado no es principalmente un montón de actos de rebeldía. El pecado es, primero, una condición del corazón que resulta en actos de rebeldía. Tú y yo cometemos pecados porque somos pecadores. La condición del pecado, en la cual todo ser humano ha sido concebido, nos impide vivir a la altura de los estándares de Dios. El pecado nos deja sin el deseo o la voluntad de llevar a cabo, a la perfección, lo que Dios ha declarado como bueno. Todos hemos sido destituidos del estándar de Dios. Lee Romanos 3. Es un análisis devastador que nos demuestra que todo está en una condición espiritual urgente e inalterable. Todos somos incapaces, todos somos culpables, no hay ni una cosa que podamos hacer para ayudarnos a nosotros mismos. Ninguno de nosotros es bueno a los ojos de Dios y ninguno de nosotros puede cumplir con Sus requisitos. Esta es una realidad inescapable, triste y humillante.

Per Dios no nos dejó en este estado devastador y desesperante, sino que envió a Su Hijo a hacer lo que nosotros no pudimos hacer: a morir en nuestro lugar y a resucitar al tercer día, derrotando al pecado y a la muerte. Dios hizo todo esto para que pudiéramos descansar en una justicia que no es nuestra; una justicia que satisface completamente los requisitos de Dios. Entonces, aun en nuestra condición imotente, no estamos sin esperanza. Podemos estar de pie ante un Dios perfecto y santo, aun en nuestra debilidad y flaqueza, sin temor alguno, debido a que estamos ahí por la justicia de Jesús. Ya no tienes que esperar y orar para que un día logres cumplir con los estándares de Dios, pues Jesús ya lo ha hecho a tu favor. ¿Qué mejor noticia podrías tener que esa?

Para profundizar y ser alentado: Gálatas 3:15-29

lunes, 29 de enero de 2024

ENERO 29 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Tu corazón buscará satisfacciónel día de hoy. ¿La buscarás en la creación o en el Creador?

Era muy obvio lo que estaba sucediendo, pero no para él. Yo era su jardinero y me encontraba en la entrada de su casa cuando llegó -una vez más- estrenando un nuevo auto. Había visto esta escena una y otra vez. De hecho, ya casi no tenía espacio en su cochera para más autos. Al saltar de su nuevo juguete, me preguntó qué pensaba. Le dije: "No creo que funcione" "No sé de qué me hablas", me dijo, "es un carro nuevo". Le dije: "Creo que lo que estás tratando de hacer no funciona". Me dijo: "No tengo idea de lo que intentas decirme". "¿Cuántos carros necesitas para entender que un auto no tiene la capacidad de satisfacer tu corazón?" Un poco desilusionado, me dijo: "¡Vaya, hiciste llover sobre mi desfile!" Sí que lo hice, y fue un gran momento para compartir el evangelio con él.

El mundo de los sentidos -la vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto- es maravilloso y hermoso. Pareciera que hay una infinidad de glorias por descubrir a la vuelta de la esquina. El canto de un ave, el aroma de un filete en el asador, la grandeza de una montaña, el poder del viento, la gracia de un venado, las olas del mar, la belleza del atardecer y la ternura de un beso; todo esto es maravilloso. Pero hay una cosa que siempre debes recordar al entrar al mundo de los sentidos. La creación no tiene la habilidad de satisfacer tu corazón. El mundo no puede ser tu salvador. Cuando le pides a las cosas creadas que hagan cosas para las que no fueron diseñadas, tendrás satisfacción a corto plazo, así que tendrás que volver a ellas una y otra vez. Debido a que esa satisfacción no perdura, el mundo creado te deja endeudado, adicto y obeso.

Las glorias del mundo creado tienen el propósito de ser gloriosas, pero no de ser el clímax de tu satisfacción. No, todas las glorias del mundo creado tienen el propósito de ser aquello que te señala a la gloria de Dios, quien es el creador de todas ellas y quien es el único capaz de darte vida. Adorar a la creación nunca es el camino a la vida, de hecho, te lleva a la dirección opuesta. Hoy le darás tu vida a algo. ¿Se la darás al Creador, quien con Su gracia puede satisfacer y transformar tu corazón, o se la darás a la creación, la cual no fue diseñada para ninguna de las dos cosas?

Para profundizar y ser alentado: Jeremías 10

ENERO 28 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 La oración me llama a no analizar la vida con los los anteojos del presente, sino con los de la perspectiva eterna.

¿Cuál es la oración más necesaria -y a la vez más peligrosa- que podrías orar? Es aquella oración que te lleva más allá de los pequeños caprichos y deseos que acaparan la mayoría de tus oraciones. Está bien orar por tu trabajo, tu matrimonio, tu familia, tus finanzas, tu casa, tus niños, tu retiro, tus vacaciones, tus inversiones, tu iglesia, tu salud, el gobierno y el clima, pero eso no es suficiente. Este tipo de oración sigue el modelo "yo, aquí y ahora". Está basada en la vida en este momento y en lo que yo creo que necesito. Sí, a Dios le importa tu vida presente y te da de Su gracia para este momento. Él está contigo y para ti aquí y ahora, pero te llama a ver tu vida desde una perspectiva que va más allá de este momento y más allá de tu habilidad de diagnosticar lo que realmente necesitas.
La oración que Cristo nos llama a orar requiere que dejemos a un lado nuestras agendas momentáneas y, en vez de ellas, tomemos la Suya. Esta oración requiere que cambiemos nuestros deseos distorsionados por los Suyos. Este es el modelo de oracion "Tú, por siempre", ya que requiere que tomes la perspectiva eterna: dejar ir tus ambiciones y someterte bajo el reinado de otro. Es una oración corta, pero peligrosa. ¿Por qué "peligrosa"? Porque tiene el poder de poner de cabeza tu vida, de hacerte una persona muy diferente a la que has sido. Esto es lo que hemos sido llamados a orar: "Venga Tu reino, hágase Tu voluntad, aquí y ahora en mi vida, así como en el cielo" (lee Mateo 6:10). Es solo cuando te rindes ante estas palabras que Jesús te invita a orar sobre tus necesidades momentáneas.
Aquí encontramos gracia. No tengo que esforzarme en ser rey y no tengo que llevar las cargas de un rey, ya que tengo al Rey mismo. En este reino soy bendecido con todas las cosas que he de necesitar y, al ser bienvenido a Su reino, soy incluido en algo que nunca, nunca terminará. Entonces ora esa oración, ya que esa gracia "peligrosa" es lo que realmente necesitamos. No lo pienses más. Hazlo ahora mismo. ¿Por qué has de vivir por aquello que se esfumará? ¿Por qué has de darle tu corazón a lo que nunca será capaz de darte satisfacción? ¿Por qué has de decirte a ti mismo que ya sabes lo que necesitas, cuando Aquel que te creó te conoce mucho mejor y ha prometido darte lo que en realidad necesitas?
Para profundizar y ser alentado: Lucas 22:39-48

sábado, 27 de enero de 2024

ENERO 27 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 El llamado de Dios a obedecerle es por gracia. En este llamado, Él te rescata de ti mismo.

Todos somos esclavos, la pregunta es ¿de quién o de qué? Todos estamos dispuestos a hacer sacrificios, la pregunta es ¿a quién o para qué? Todos seguimos reglas, la pregunta es ¿de quién o para qué? Todos le damos el corazón a algo la pregunta es ¿a quién o a qué? No fuimos fabricados para ser libres, si por "libertad" nos referimos a una vida independiente y autosuficiente. Fuimos creados por Dios para estar conectados a algo mucho más grande que nosotros mismos. Fuimos diseñados para que nuestras vidaas fueran organizadas y dirigidas por un calendario más grande que nuestros propios deseos y metas personales. Fuimos labrados cuidadosamente por Dios para tener cada aspecto de nuestra persona conectada a Él y a Sus planes para nosotros, y cuando lo rechazamos, no vivimos en autonomía; siempre lo reemplazamos con algo o alguien.
Dios, en Su gracia, no te deja libre, ya que sabe que no serías libre en verdad. Tú y yo volveríamos a esclavizarnos tan rápido como nos "liberamos". La triste realidad es que no nos toma mucho tiempo esclavizarnos a la persona o a la cosa que funciona como nuestro mesías sustituto. Entonces, ¿qué te ofrece la gracia? La esclavitud más satisfactoria y maravillosa del mundo. Aquel que es la definición perfecta del amor, la sabiduría, la misericordia y el poder nos hace Sus esclavos. Aquel, que es el único capaz de darnos vida, esclaviza nuestro corazón hacia Él. Su autoridad absoluta sobre cada área de nuestra vida no es pesada o abrumadora, sino llena de gracia y vida. Dios no libera de nuestra esclavitud a aquello que no es verdadero y que no cumple lo que promete. Nos protege de buscar esperanza donde no puede ser hallada. Su llamado a obedecerlo es una herramienta de Su gracia salvífica. Él sabe que nuestras resoluciones duran muy poco tiempo. También conoce que nuestros ojos y nuestros corazones son desleales y vagabundos. Es por eso que nos manda a someternos bajo Su yugo, para que no sirvamos a otros amos. Pablo lo dijo bien en Romanos 6:22: "Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna". El llamado de Dios a obedecerlo no arruina tu vida; es un medio para proteger la vida que solo Él te puede dar.
Para profundizar y ser alentado: Romanos 5:1-11

viernes, 26 de enero de 2024

ENERO 26 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Tener misericordia hacia otros revelará tu necesidad constante de misericordia, te llevará hasta lo más íntimo de ti y a los brazos de tu Salvador misericordioso.

No es normal para ninguno de nosotros. Es normal asegurarte que tus necesidades se cumplan. Es normal acaparar lo que tienes por temor a no tener lo suficiente en el futuro. Es normal cargar con un catálogo de cosas que deseas para ti mismo. Es normal tener más simpatía con tus sentimientos que con los sentimientos de los demás. Es normal querer misericordia para ti y justicia para los demás. Es normal percibir el pecado de otros, pero ser ciego al tuyo propio. Si queremos ser personas misericordiosas, entonces necesitamos recibir mucha misericordia ¡ya que lo que impide que seamos una comunidad de misericordia somos nosotros!

Me es imposible pensar sobre el llamado de Dios a ser instrumentos de misericordia sin relacionarlo con la parábola poderosa de Jesús en Mateo 18:21-35. Por favor detente y léelo ahora mismo. Cristo tenía dos razones para contar esta historia. La primera era revelar el corazón de Pedro al preguntar: "¿Cuántas veces debo perdonar?" Esta pregunta evidenciaba un corazón falto de misericordia. La segunda razón era revelar nuestros corazones. Verás, todos somos el siervo injusto. Celebramos la misericordia de Dios, pero les gritamos a nuestros hijos cuando se equivocan. Cantamos el himno "Maravillosa gracia", pero nos enojamos con nuestra pareja cuando nos ofende. Alabamos a Dios por Su amor, pero abandonamos una amistad cuando nos es desleal. Estamos agradecidos porque fuimos perdonados, pero decimos que la persona que sufre las consecuencias de sus decisiones se lo tiene merecido. Disfrutamos la gracia de Dios, pero lanzamos la ley a los demás. La verdad es que no practicamos la misericordia debido a que tendemos a vernos a nosotros mismos como superiores a los pobres y necesitados.

Pero cuando el llamado de Dios a ser misericordiosos limita con tu falta de misericordia, empiezas a verte con más exactitud. Empiezas a confesar que no posees dentro de ti lo que Dios requiere. Empiezas a admitirte a ti mismo, y a otros, que no puedes vivir al nivel de los estándares de Dios y empiezas a clamar por la misma cosa que has rehusado dar a otros. Y, al empezar a recordar que la misericordia de Dios es tu única esperanza y al meditar en la grandeza de la misericordia que ha sido rociada sobre ti, empiezas a desear que otros experimenten la misma miseericordia. Verás, si olvidas la misericordia que has recibido, será más fácil que no seas misericordioso hacia los demás. Yo necesito a diario la misericordia de Dios para llevar a cabo Su obra misericordiosa.

Para profundizar y ser alentado: Salmo 103

jueves, 25 de enero de 2024

ENERO 25 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 La teología sin amor es simplemente muy mala teología.

Era uno de esos momentos maravillosos que tienen los maestros -momentos que uno no planea ni sabe que va a tener. Me encontraba enseñando una clase de seminario que muchos de los futuros pastores no querían tomar. Era una clase sobre consejería y cuidado pastoral. Mi clase estaba repleta de pastores potenciales que pensaban que si predicaban sermones con teología sana, nadie en la iglesia tendría necesidad de consejería. Como sabía que mis estudiantes realmente no querían estar ahí y no tenían hambre de lo que yo debía enseñar, comencé el semestre contando historias de ciertas catástrofes que algunas personas habían cometido en sus vidas y cómo me habían pedido que les ayudara en la dificultad. Conté estas historias hasta que alguien en la clase dijera: "Está bien, lo entendemos, realmente sí necesitaremos lo que esta clase tiene para ofrecer".

En medio de una de estas historias, un estudiante levantó su mano y dijo: "Está bien, profesor Tripp, sabemos que tendremos estos problemas en nuestras iglesias; por favor díganos qué debemos hacer con ellos para poder volver a la obra del ministerio". Me quedé perplejo por lo que dijo el joven, pero también estaba agradecido de que lo hubiera hecho, ya que me permitió aclarar ciertas cosas. Frente a mí tenía a un hombre que se dirigía al ministerio, ¡y que amaba más las ideas abstractas que a las personas! Mi pobre estudiante estaba lejos de la norma bíblica: "[Hablen] la verdad en amor" (Efesios 4:15). El llamado es a hacer teología en la comunidad de la iglesia. La verdad dicha sin amor deja de ser verdad, ya que está torcida por nuestros propios deseos carnales. No puedo intercambiar la verdad por las relaciones y no puedo intercambiar las relaciones por la verdad. Ambas necesitan ir de la mano debido a que necesitamos entender la verdad dentro de la comunidad de la iglesia para compensar nuestra ceguera. Necesitamos que la verdad defina la clase de comunidad en la que debemos vivir.

Finalmente, neceistamos entender que la teología nunca es un fin en sí misma, sino que es un medio para alcanzar un fin: ser cada vez más como Aquel que es la definición por excelencia del amor. En Su gracia, Dios provee todo lo que neceistamos para ser una comunidad amorosa y teológicamente pura al mismo tiempo. No podemos descuidar ni una de las dos cosas, ya que comprometeríamos la verdad de Dios y desobedeceríamos Su llamado. Es en la comunidad de amor que estamos mejor posicionados para entender todo lo que Dios nos ha dicho en Su Palabra.

Para profundizar y ser alentado: Efesios 4:1-16

miércoles, 24 de enero de 2024

ENERO 24 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Tu pequeño reino individual no puede competir contra la gloria del reino de Dios, el cual te pertenece por mera gracia.

Una de las cosas más dulces y alentadoras que Jesús dijo a Sus seguidores se encuentra en Lucas 12:32: "No tengan miedo, Mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino". Tú y yo siempre perseguimos algún tipo de reino, ya sea que estemos aliados al Rey de reyes, celebrando Su gloria y Su gracia, o estemos ungiéndonos a nosotros mismos como reyes en nuestro pequeño reino, donde solo cabe una persona.

Esto es lo que necesitamos entender. Dios no nos dio Su gracia para que nuestro pequeño reino claustrofóbico pudiera funcionar, sino para invitarnos a un reino mucho, mucho mejor. Creemos que sabemos lo que mejor para nosotros, pero no es así. Pensamos que somos capaces de gobernar nuestras vidas, pero no lo somos. Invertimos nuestros corazones en cosas que creemos que nos harán felices, pero no lo hacen. Creemos que podemos defendernos a nosotros mismos ante la tentación, pero no podemos. Todo ser humano necesita un rey. Todos los seres humanos necesitan el rescate, el perdón, la justicia, la misericordia, el refugio y la protección que no pueden obtener en sí mismos.

La belleza de la obra de Cristo es que no solo obtenemos perdón en Su vida, muerte y resurrección, sino que somos bienvenidos al reino del Rey más perfecto y poderoso del universo. Este Rey nos bendice con lo que ningún rey humano puede ofrecer. Nos da Su perdón, reconciliación, paz y esperanza. Nos protege cuando somos vulnerables. Él gobierna todos los momentos que parecen estar fuera de control. Pone Su reino en nuestros corazones, rescatándonos de todas aquellas cosas que quieren gobernarnos. Además, nos enseña pacientemente a saber que no fuimos creados para vivir como reyes de nuestro pequeño reino. Nos enseña a descansar en Su reinado y a vivir para Su gloria. Su reino nunca, nunca termina, y eso nos da ánimo.

¿Estás cargando con tareas regias sobre tus hombros hoy, tratando de construir lo que no puedes construir y olvidándote de lo que Dios ya ha construido por ti? ¿O estás descansando en la paz que trae el saber que tu Señor ya te ha dado acceso a Su reino?

Para profundizar y ser alentado: Mateo 6:19-24

martes, 23 de enero de 2024

ENERO 23 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

La esperanza no es una cosa, un lugar, una situación o una experiencia. La esperanza es una persona, y su nombre es Jesús.

 

Si prestas atención y escuchas cuidadosamente lo que la gente a tu alrededor dice, te darás cuenta que todos estamos obsesionados con la esperanza. Día tras día, las cosas que hacemos se alimentan de la esperanza. La pequeña Lucía le dice a su mamá al entrar al tercer grado: "Espero que las niñas de la escuela sean simpáticas conmigo". La mamá piensa al mismo tiempo: "Espero que mi matrimonio mejore". El adolescente Tim le dice a su amigo: "Encntré un trabajo de medio turno; espero sea bueno". El papá espera que el departamento de recursos humanos no lo llame para informarle que será despedido. Desde esperar que la comida sea buena hasta esperar tener la fuerza moral para tomar decisiones importantes, nuestras vidas se alimentan de la esperanza y son dirigidas por ella.

Todos buscamos una esperanza que no decepcione, es decir, buscamos una esperanza que no nos deje sin esperanza al final. Todos queremos convencernos de que aquello en lo que esperamos no nos defraudará. ¿Qué le estás pidiendo al objeto de tu esperanza cuando confías en él? Le estás pidiendo que le dé paz a tu corazón. Le estás pidiendo que le dé sentido a tu vida. Le estás pidiendo que te dé propósito y dirección. Le estás pidiendo que te dé una razón para continuar. Le estás pidiendo que te sostenga en las dificultades y desilusiones de la vida. Le estás pidiendo que te libre de envidias y ansiedades. Le estás pidiendo que te dé gozo en las mañanas y paz en las noches. Ahora, eso es pedir demasiado de algo. La realidad es que, si tu esperanza te decepciona, es debido a que es una esperanza en el objeto equivocado.

Romanos 5:1-5 habla sobre una esperanza eue no te decepcionará, aun en tiempos de sufrimiento. Tal vez te preguntas: "¿Dónde puedo encontrar esa esperanza?" Una esperanza firme que no se desvanezca con los cambios constantes en las situaciones, lugares o relaciones de la vida diaria -una esperanza que nunca, nunca decepcione- no puede ser hallada en una cosa, tampoco en un lugar; solo puede ser hallada en una persona: Jesús. Sea que te hayas dado cuenta o no, Jesús es la esperanza que tu corazón ha estado buscando porque lo que estás buscando es una vida plena y satisfactoria. La gente puede amarte y respetarte, pero no puede darte vida. Las situaciones pueden hacer tu vida más fácil, pero no pueden darte vida. Los lugares pueden traer cambios a tu vida, pero no pueden darte vida. Los logros pueden satisfacerte temporalmente, pero no pueden darte vida. La verdadera esperanza no puede ser encontrada horizontalmente; solo puede ser encontrada verticalmente, a los pies del Mesías. Él es la esperanza. Pon tu esperanza en Sus manos hoy.

Para profundizar y ser alentado: Colosenses 1:15-29

lunes, 22 de enero de 2024

ENERO 22 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Tú y yo no necesitamos ser rescatados de los ídolos que nos rodean. No, necesitamos ser rescatados de nuestros propios corazones idólatras.

Me encontraba en el norte de la India, en una de las ciudades más santas para el hinduismo. Era la primera vez que ministraba ahí, así que mis anfitriones me dieron una excursión introductoria al hinduismo. Entramos a un templo que contenía el ídolo más horrendo que he visto en mi vida. No tenía idea que existiera tal cosa. Era una estatua de un órgano sexual masculino de unos 6 metros de altura. Los peregrinos hinduistas a mi alrededor parecían estar muy emocionados de entrar al templo. Muchos de ellos se postraban de cuerpo completo ante la imagen y la besaban. Fue una de las escenas espirituales más oscuras que jamás haya visto. Con la ayuda de nuestro traductor, pudimos entrevistar a los miembros de una familia india muy pobre que había caminado meses para llegar a ese templo de oscuridad. Todo esto era tan espiritualmente opresivo que lo único que quería hacer era salir de ese lugar.
Después, al estar en el vehículo, no podía dejar de decirme a mí mismo: "Gracias a Dios que no soy como esta gente. Gracias a Dios que no soy como esta gente". De pronto, ¡me di cuenta de que sí lo era! No, mis ídolos no son los ídolos oscuros de una religión reconocida; son los ídolos sutiles de mi diario vivir. Son las cosas que usurpan el lugar en mi corazón que solo Dios debe tener. Son tan abominables al Señor como ese ídolo lo fue para mí. Al darme cuenta de esto, lloré, pidiéndole al Señor Jesús que me rescatara con Su gracia y añoré el día cuando esta guerra por fin llegará a su fin.
La adoración no es algo que hacemos en entornos religiosos una vez por semana. Dios nos diseñó para ser adoradores. Todo lo que hacemos es resultado de la adoración. Siempre le estamos dando nuestro corazón a algo, y si ese algo no es Dios, es algo que Dios creó. Todo esto sucede en pequeños momentos de nuestras vidas y es por eso que necesitamos gracia en todo momento. Juan nos aconseja en 1 Juan 5:21 a guardarnos de los ídolos. No existe un argumento más poderoso para nuestra necesidad de la gracia que la facilidad con la que nuestros corazones se postran ante el gobierno de las cosas creadas. La buena noticia es que esa gracia es tuya. Te invito a vivir en esa gracia maravillosa el día de hoy, huyendo de aquellos ídolos que amenazan el trono de Dios en tu corazón. 

Para profundizar y ser alentado: Ezequiel 20

domingo, 21 de enero de 2024

ENERO 21 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Cuando le pedimos al presente que nos dé lo que solo la eternidad puede darnos, estaremos frustrados, desanimados y desesperanzados.

La llamo "esquizofrenia evangélica". Causa mucha confusión, frustración y desánimo. Nos deja con expectativas irreales y nos decepciona frecuentemente. Nos conduce a exigir demasiado de las personas que nos rodean y a esperar en ellas más de lo que deberíamos. Provoca que busquemos una y otra vez lo que no encontraremos y que nos gastemos muchas horas preguntándonos por qué no lo encontramos. Inclusive, algunas veces causa que dudemos de la bondad de Dios.

"¿Qué es la esquizofrenia?", te preguntas. Es el hecho de decir que creemos en la eternidad, pero vivimos como si este mundo fuera todo lo que hay. Esta contradicción entre nuestro sistema de creencias y nuestra vida diaria no puede funcionar. Esta es la razón.

En primer lugar, la vida cristiana no tiene sentido sin la eternidad. Este es el argumento de 1 Corintios 15. Si Aquel a quien le has dado tu vida no restaura todo lo que el pecado ha roto, ¿de qué sirve tu fe?

En segundo lugar, tú y yo hemos sido diseñados para la eternidad. Eclesiastés 3:11 declara que Dios ha puesto la eternidad en el corazón de cada persona. Eso significa que todos anhelan el paraíso. Nadie está satisfecho con el estado del mundo presente. Entonces, tienes dos opciones: (1) puedes esforzarte en hacer de tu vida presente un paraíso, pero serás decepcionado, o (2) puedes vivir en este mundo caído con el reposo y la paz que proviene de saber que hay un lugar en el paraíso reservado para ti. Es cierto, debemos estar tristes por el estado presente del mundo y debemos ser agentes de cambio en las manos poderosas de Dios, pero no debemos estar ansiosos o preocupados. Tú sabes que este mundo no ha sido abandonado por Dios. Tú sabes que Dios está llevando a cabo Su plan eterno. Dios está llevando todas las cosas a su conclusión final. Tal vez no veas esto todos los días, pero sabes que es cierto. En medio de tu tristeza hay celebración, ya que has leído el último capítulo y sabes cómo termina la gran historia de Dios.

Entonces, levántate cada mañana y dedícate a hacer todas las cosas que Dios dice que son buenas, pues sabes que si la gracia de Dios puso la eternidad en tu corazón, no hay nada que hagas en el nombre de Dios que sea en vano.

Para profundizar y ser alentado: 1 Corintios 15:12-34

sábado, 20 de enero de 2024

ENERO 20 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 ¿Dónde se encuentra la esperanza? En estas cuatro palabras: "Estaré con ustedes siempre".

Tú y yo estamos siempre buscando esperanza. Todos queremos tener una razón para levantarnos en la mañana. Estas son algunas cosas que necesitas saber sobre la esperanza:

1. Dios diseñó a los seres humanos para que anhelaran la esperanza. No vivimos por instinto; todos encontramos nuestra identidad, nuestro propósito y nuestro bienestar en algo.

2. Tu vida será dirigida por aquello en lo que pones tu esperanza. Sea que estés consciente o no, el transcurso de tu vida está dirigido por la esperanza. Puede ser esperanza en una filosofía, en una persona, en un sueño, en un lugar o en lo que sea. Tu vida será moldeada por aquello en lo que pones tu esperanza.

3. La esperanza siempre incluye una expectativa y un objeto. Estoy esperando algo y estoy esperando que alguien o algo satisfaga eso que espero.

4. La verdadera esperanza necesita arreglar lo que está roto. Una esperanza que no aborda tus necesidades no es muy esperanzadora. Tienes esperanza en tu mecánico solo si él tiene la habilidad de arreglar lo que está mal en tu auto.

5. Siempre te predicas a ti msmo un evangelio de algún tipo de esperanza. Siempre estás alcanzando tu esperanza y predicándote a ti mismo las razones de por qué la estás intentando alcanzar.

Esta es la verdad radical del evangelio: La esperanza no es una situación. La esperanza no es un lugar. La esperanza no es una posesión. La esperanza no es una experiencia. La esperanza es más que una sensación o una corazonada. ¡La esperanza es una persona, y su nombre es Jesucristo! Jesús ha hecho un compromiso con nosotros muy esperanzador: "Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo". (Mateo 28:20). Eso sí que es esperanza. Esperar en esto es mucho mejor que esperar en un buen trabajo, una buena casa, un buen intelecto o una buena vida. Hablamos de una esperanza eterna y profundamente personal. Esta esperanza descansa en la verdad de que Jesús ha extendido Sus manos poderosas sobre ti y nunca, nunca te dejará ir. Cuando tus planes fallan y todas las cosas malas que temías tocan a tu puerta, aún tienes esperanza porque Jesús está contigo en poder y en gracia.

Para profundizar y ser alentado: Hageo 1:12-15

viernes, 19 de enero de 2024

ENERO 19 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Si al contemplar tu reflejo en el espejo de la Palabra de Dios ves a alguien que necesita gracia, ¿por qué eres impaciente con aquellos que tienen la misma necesidad?

Tal vez uno de los pecados más grandes en las relaciones interpersonales es el pecado de olvidar. Desearía decir que este no es mi problema, pero sí lo es. Es fácil olvidar cuán profunda es nuestra necesidad de la gracia, y es igualmente fácil olvidar la gracia maravillosa que ha sido rociada sobre nosotros. Y, cuando olvidas la gracia que has recibido, serás mucho más propenso a tratar a las personas a tu alrededor con poca gracia.

Es muy claro que la gracia hacia otros no nace del deber. Imagina por un momento que estoy sentado en mi sillón junto a mi querida esposa, Luella, y le digo: "Luella, me he dado cuenta de que es mi obligación tener gracia contigo. Entonces, te voy a decir lo que voy a hacer. Te voy a tratar con gracia, no porque realmente lo desee, sino porque es lo que se supone que debo hacer". ¿Crees que Luella se sentiría animada en ese momento? Yo creo que no. Una vida gozosa y llena de gracia se derrama en otros cuando estamos plantados en el suelo de la gratitud. Cuando reflexiono en quién soy, en la gracia que no merecía o en el precio de esa gracia, es cuando puedo ser motivado a dar de gracia a otros.

Para el creyente, tratar a las personas con enojo, crítica e impaciencia siempre está relacionado con olvidar o negar quién es y qué ha recibido en Jesús. Es muy claro que nadie tiene más gracia que la persona que está convencida de su propia necesidad de ella.

Todos necesitamos recibir gracia en el momento en que somos llamados a derramar gracia sobre otros, especialmente porque tendemos a ser olvidadizos, a creer que merecemos todo y a pensar que somos más justos y capaces de lo que realmente somos.

El Dios de gracia está obrando esta gracia en cada uno de nosotros. 1 Juan 4:19 acierta cuando dice: "Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero". ¡Eso es algo digno de recordar!

Para profundizar y ser alentado: Efesios 3:14-21

jueves, 18 de enero de 2024

ENERO 18 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Si eres hijo de Dios, no tendrás que depender nunca más de ti. Al contrario, has sido bendecido, aquí y ahora, con la gracia de Dios.

Creo que es un problema más grande de lo que pensamos. Es algo que he visto una y otra vez en mis viajes por el mundo. Es algo que está en las vidas de solteros y casados, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, líderes y seguidores. Es una de esas omisiones sutiles que producen grandes catástrofes en las vidas de muchas personas. Tiene el poder de frustrarte, sobrecargarte y desanimarte. Causa que no veas las respuestas que están en frente tuyo y que busques respuestas donde no pueden ser halladas. Tiene el poder de poner tu Biblia en la última repisa de tu vida. Te convierte en un parásito pasivo, esperando a que algo bueno suceda finalmente. Cambia la forma en que piensas sobre ti mismo y la forma en que tomas decisiones. No estoy seguro de cómo llegamos aquí, pero estoy seguro que es tremendamente importante que encontremos la salida.

¿A qué problema me estoy refiriendo? Es al hecho de que muchos de nosotros tenemos un hoyo negro enorme en nuestro entendimiento del evangelio. Claro, tenemos un buen entendimiento del pasado del evangelio; el perdón que hemos recibido a través del sacrificio de Jesús. También tenemos un entendimiento del futuro del evangelio; la eternidad que pasaremos con Jesús. Pero ¿hemos entendido realmente los beneficios que la obra de Cristo nos da aquí y ahora? Necesitamos estudiar, examinar, enseñar, predicar, aconsejar y animar a otros con las implicaciones presentes del evangelio de Jesucristo. Escucha el evangelio en tiempo presente en las palabras de Gálatas 2:20: "He sido crucificado en Cristo y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí [una declaracion de la redención histórica]. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio Su vida por mí [viviendo a la luz del evangelio aquí y ahora]".

¿Qué es lo que el evangelio dice que has recibido aquí y ahora para ser lo que fuiste llamado a ser y hacer lo que fuiste llamado a hacer? ¡La respuesta es Cristo! Él está en ti. Él está contigo. Él está para ti. En Él tienes todo lo que necesitas. Dios no te ha dejado solo.

Para profundizar y ser alentado: Hebreos 12:7-17

miércoles, 17 de enero de 2024

ENERO 17 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Pensar que tu vida está fuera de control cuando las cosas no salen de acuerdo al plan es olvidar que Jesús reina sobre todas las cosas, para tu bien y para Su gloria.

¿Qué estás enfrentando hoy que no estarías enfrentando si estuvieras al mando? ¿Qué estás obligado a afrontar hoy que en realidad desearías evitar? ¿Cuándo se escaparon tus planes como arena entre tus dedos? ¿Qué decisiones desearías volver a tomar en el pasado? ¿Cuándo tiendes a mirar por la ventana y desear la vida del vecino? ¿Cuándo te sientes en problemas, inadecuado, débil, derrotado, sobrecargado o solo? ¿Cuándo te invaden pensamientos de remordimiento o te atemorizan escenarios futuros? ¿Qué es lo que causa que desees que la vida sea un poco más fácil o siquiera un poco más predecible? Si pudieras cambiar un par de cosas en tu vida ahora mismo, ¿cuáles serían? ¿Cuándo sientes que la vida es como una montaña rusa en la que nunca te debiste haber subido?

Si no te encuentras en ninguno de los momentos que he descrito arriba, lo estarás un día, y estoy seguro que hay alguien cercano a ti que lo está. La vida en este mundo caído a menudo es muy dura. Este mundo, y todo lo que hay en él, no está funcionando como Dios lo diseñó. Las consecuencias de este mundo caído tocarán a tu puerta y, de alguna manera, alterarán la trayectoria de tu vida. En esos momentos, la tentación es pensar que la vida consiste en cómo sobrevivir ante el caos. Sientes que no tienes mucho poder, que has sido confrontado con el hecho de que no hay mucho sobre lo que tengas control y no tienes idea de qué es lo que traerá consigo el día de mañana. Todo parece imposible y aterrador.

Pero la Palabra de Dios no nos deja ahí. Sí, es cierto que nos confronta con nuestra pequeñez, nuestra debilidad y nuestra falta de control, pero no nos deja ahí. La Biblia nos declara algo opuesto a la forma en que tendemos a pensar. La Escritura nos dice que las dificultades que enfrentamos cada día, el aparente caos que nos visita con frecuencia, no son resultado de un mundo fuera de control, sino del reino de Aquel que está en completo control. Pablo dice en Efesios 1:22: "Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia".

Entonces, sin importar cómo se vea la situación a nivel de piso, tu mundo no está fuera de control; no, está bajo el gobierno cuidadoso de Dios. Por más radical que esto parezca, no es lo suficientemente radical, ya que no hace justicia a todo lo que Pablo dice. Pablo quiere que sepas algo más. ¡Ese gobierno te tiene a ti en la mira! Ahora mismo, Jesús gobierna todas las cosas por el bien de Sus hijos. Es aquí donde se encuentra la paz.

Para profundizar y ser alentado: Hechos 17:22-28

martes, 16 de enero de 2024

ENERO 16 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 No hay un solo día en que el pecado no asome su horrible cabeza y no hay un solo día en que las misericordias abundantes de Dios no sean nuevas.

Existen dos fundamentos que sostienen una vida que honra a Dios. Ambos deben ir de la mano; ninguno puede ser separado del otro. Todos los días evidenciamos la existencia de ambos. Estos son los dos fundamentos: todavía hay pecado en ti y Dios es abundante en misericordia. Tú y yo debemos pararnos sobre estos dos fundamentos. Quitar el pie de uno o de otro es muy peligroso. Debido a que soy pecador, necesito misericordia, y debido a que Dios es misericordioso, puedo enfrentar la realidad de mi pecado.

Las palabras de Nehemías 9 nos describen a todos: "Les advertiste que volvieran a tu ley, pero ellos actuaron con soberbia y no obedecieron tus mandamientos" (v 29). Tal vez fue una palabra sin pensar, un acto egoísta, un pensamiento orgulloso, un momento de envidia, un segundo de lujuria, un acto voluntario de desobediencia, una actitud de venganza o un pequeño momento de robo; tal vez deseaste más tu gloria que la de Dios, torciste la verdad, caíste en la adicción o trataste de encubrir tu pecado. Todos los días evidenciamos esta realidad en nuestras vidas. Ninguno de nosotros está libre de pecado todavía. Todos continuamos cayendo con nuestras palabras, pensamientos, deseos y acciones. Admitir esto es humillante pero importante, ya que es solo cuando admitimos lo profundo y complicado que es nuestro problema que podemos regocijarnos sobre el rescate que solo la misericordia de Dios puede proveer.

Dios no nos deja en nuestros pecados. Nehemías 9 continúa diciendo: "Sin embargo, es tal Tu compasión que no los destruiste ni abandonaste, porque eres Dios clemente y compasivo" (v 31). Puedes tener la valentía de admitir tu pecado precisamente porque Dios es rico y abundante en misericordia. Dios es misericordioso no porque seas bueno, sino porque eres pecador, y Él sabe que, debido a tu condición, no puedes ayudarte a ti mismo. Ser pecador significa que tú mismo eres el mayor peligro que jamás enfrentarás y que es imposible que huyas de ti mismo. Solo tienes una esperanza. Necesitas que alguien poderoso, sabio y misericordioso intervenga en tu vida y perdone tus pecados, que progresivamente te libre del dominio del pecado. Esa misericordia tiene nombre: el Señor Jesucristo, y Su misericordia siempre es nueva, diseñada especialmente para las batallas de cada día.

Para profundizar y ser alentado: Efesios 2:1-10

lunes, 15 de enero de 2024

ENERO 15 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Contrario al amor humano, a menudo débil y temporal, el amor de Dios nunca falla, sin importar lo que suceda.

Me encanta el Salmo 136. Me encantan todos los salmos, pero el Salmo 136 penetra mi alma cada vez que lo leo. Me encantan las repeticiones que hay dentro de este salmo porque lo distingue de los demás. Me encanta el hecho de que el Salmo 136 es un salmo histórico que, debido a sus rimas, se convierte en un poema. Me encanta que afirma una y otra vez lo que necesitamos oír una y otra vez -no una o dos veces, ¡sino veintiseis! Ahora, creo que cuando Dios habla, tú y yo debemos callar en humildad y prestar atención, pero también creo que debemos prestar más atención en aquellos lugares donde Dios escoge repetir Sus palabras, ¡y más aún cuando las repite tantas veces!

¿Por qué Dios repite, a través del bolígrafo del salmista, "Su gran amor perdura para siempre"? Hay dos respuestas a esta pregunta. Primero, no existe una realidad más radical y fundamental que esta, en especial para la cosmovisión bíblica y la identidad de una persona. ¿Cuál es la historia bíblica? Es la historia de un Dios de amor que envió al mundo a Su Hijo amado para establecer Su reino de amor, mediante un sacrificio de amor, con el fin de perdonarnos por amor, acercarnos a Su familia amada y enviarnos como embajadores de este mismo amor. Toda la esperanza de la humanidad descansa en esta verdad -hay un Salvador que redime, perdona, reconcilia, transforma y libera con un amor eterno y perseverante. Sin esto, la Biblia sería un libro de historias interesantes y principios motivadores, pero no tendría el poder de restaurar lo que el pecado ha dañado.

La segunda razón por la que Dios repite esta frase es que Su amor no es equiparable a ninguna experiencia humana. Siempre aprendemos algo nuevo usando el punto de referencia de nuestra propia experiencia. Todo el amor humano que hemos experimentado ha sido imperfecto en alguna forma. Pero no así el amor de Dios; Su amor es perfecto y permanece para siempre. Esta es la realidad más impresionante en la vida del creyente. Dios ha puesto Su amor sobre nosotros y nunca jamás lo removerá. Siempre tienes una razón para perseverar, sin importar cuán dura sea tu vida o cuán débil te sientas.

Para profundizar y ser alentado: Salmo 118

domingo, 14 de enero de 2024

ENERO 14 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 No seas desalentado hoy. Puedes dejar tus "quizá" y tus "si tan solo" en las manos de Aquel que te ama y gobierna todas las cosas.

Aun si eres una persona de fe o si tienes cierto grado de conocimiento bíblico y teológico, puedes estar seguro de esto: Dios te confundirá. Tu teología solo te dará una habilidad limitada para diseccionar tus experiencias. Habrá momentos en que simplemente no entenderás lo que está sucediendo. Enfrentarás momentos en los que el Dios bueno permitirá cosas en tu vida que no parecen buenas. De hecho, pudieran parecer malas, muy malas.

Ahora bien, si basas tu fe en tu habilidad de entender completamente tu pasado, presente y futuro, ten por seguro que tus momentos de confusión se convertirán en momentos de debilidad. La realidad es que Dios no nos ha dado solo esas dos opciones-entender todo y descansar en paz o entender poco y ser atormentado en ansiedad. Hay un tercer camino. De hecho, es el camino bíblico. La Biblia nos dice que la paz verdadera se encuentra al descansar en la sabiduría de Aquel que sostiene todos tus "quizá" y tus "si tan solo" en sus manos amorosas. Isaías captura esto con estas palabras de consolación: "Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía" (Isaías 26:3).

Es una paz duradera y real, una paz que no varía con las circunstancias, una paz que no se encuentra al diseccionar tu vida hasta entender todos los componentes que hay en ella. Nunca entenderás todos los componentes, ya que Dios esconde algunos de ellos para tu bien y Su gloria. Entonces, la paz se encuentra solamente al confiar en Aquel que está en control de todas las cosas que tienden a robarte la paz. Él conoce y entiende, Él está en control de lo que aparenta ser caos y nunca descansa de Su trabajo, y nunca está demasiado ocupado.

Necesitas recordar, una y otra vez, que Dios es sabio, amoroso y siempre tiene el control. Esto no ocasionará que tu vida tenga sentido inmediatamente, pero sí que tengas paz en esos momentos que todos enfrentamos en algún punto de nuestra vida, cuando nada tiene sentido.

Para profundizar y ser alentado: Lucas 12:22-34

sábado, 13 de enero de 2024

ENERO 13 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Sí, es verdad: Dios permanece fiel aun cuando tú eres infiel. ¿Sabes por qué? Porque Su fidelidad descansa en Su persona, no en lo que tú haces.

2 Timoteo 2:13 dice: "Si somos infieles, Él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a Sí mismo". Este versículo muestra una forma de vida radicalmente diferente que no es normal para ninguno de nosotros. La mayoría de los seres humanos son seducidos por la forma de vida que dice: "De ti depende", o: "Si lo rompes, lo pagas". En esta forma de vida, tú eres el dueño de tu destino. Con esta perspectiva solo puedes apoyarte en tus instintos, en tu fuerza, en la sabiduría que has acumulado a lo largo de los años, en tu habilidad de anticipar lo que está por venir, en tu carácter y madurez, en los dones que has recibido. Es una forma de vivir aterradora, donde estás "solo contra el mundo".

Pero al ser parte de la familia de Dios todo se voltea de cabeza. Dios no solo perdona tus pecados y te garantiza un lugar en la eternidad, sino que, además, te invita a vivir una vida nueva y radical. Esta nueva forma de vivir no consiste en someterse al código moral de Dios solamente. No, consiste en el pacto que Dios tiene contigo de serte fiel por siempre, dándote Su sabiduría, Su poder y Su gracia por la eternidad. Piensa en esto: Aquel que creó al mundo y lo controla, Aquel que es la definición perfecta del amor, la verdad y el bien, Aquel que es el único que tiene el poder para derrotar al pecado ha escogido, por Su misericordia, extender Sus brazos alrededor tuyo, protegiéndote y amándote fielmente. Él nunca te soltará.

Puedes descargar el peso de tu vida de tus hombros, ya que Dios lo ha puesto sobre los Suyos. Esto no significa que no importa cómo vives tu vida, pero sí significa que tu seguridad no se encuentra en tu fidelidad, sino en la Suya. Él es digno de confianza, aun cuando tú no. Él es bueno y fiel, aun cuando tú no. Él hará lo que es bueno y correcto, aun cuando tú no. Dios es fiel para perdonarte cuando la gracia te redarguye de lo infiel que has sido.

En vez de darte una licencia para pecar, esta verdad debería motivarte a perseverar en la gracia. Su gracia te llama a invertir tu vida en la única cosa que nunca se acabará, es decir, la fidelidad de tu Señor.

Para profundizar y ser alentado: 1 Corintios 1:4-9

viernes, 12 de enero de 2024

ENERO 12 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Dios te llama a perseverar en la fe, y después te protege y preserva con Su gracia poderosa.

El apóstol Pablo llama al Señor "el Dios de la perseverancia" (Romanos 15:5). Es un nombre magnífico, pero es posible que tus ojos lo lean sin detenerte a celebrar su gloria. Este título es el centro de tu esperanza. Permíteme ponerlo así: Tu gozo no se encuentra en tu voluntad o habilidad para perseverar, sino en el compromiso inamovible que Dios tiene para preservarte en Su gracia. Tu esperanza es que has sido bienvenido a la comunión con Aquel que siempre persevera, sin importar las circunstancias.

¿Por qué es importante entender esto? Porque tu perseverancia es defectuosa, aun en tus mejores momentos. Habrá ocasiones en que olvidarás quién eres y sufrirás de amnesia. Habrá momentos en que serás desalentado y dejarás de hacer las buenas obras a las que Dios te ha llamado. Habrá ocasiones en que te rebelarás contra Dios voluntariamente. Tal vez pienses: "Eso no me sucede a mí", pero piensa esto: Cuando dices algo en contra de otra persona, no lo haces porque no sepas que está mal, sino que, en ese momento, no te importa en lo absoluto lo que está mal.

Verás, la perseverancia perfecta requiere perfección y, debido a que nadie es perfecto, debemos buscar esa perseveranciafuera de nosotros mismos si es que queremos tener esperanza. Tu esperanza no se encuentra en tu carácter o fuerza, sino en el carácter y la fuerza del Señor. Puedes descansar en que Sus dádivas son buenas, tal como Él lo es. Tu perseverancia descansa en Él, y Él define lo que significa perseverar. Es la gracia de la perseverancia la que te da todo lo necesario para continuar en lo que Dios te ha llamado a ser y a hacer entre este momento y el regreso de Jesús. Cuando las dificultades exponen la debilidad de tu deseo de cambiar y los límites de tu fuerza, no tienes que entrar en pánico, ya que Él persevera en ti en esos momentos en que tú no puedes hacerlo.

Para profundizar y ser alentado: 1 Timoteo 6:11-16

jueves, 11 de enero de 2024

ENERO 11 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Si sientes que eres libre de la necesidad que antes tenías de buscar el éxito o de estar bien contigo mismo, es porque la gracia te ha visitado.

Es algo intensamente intrínseco a los humanos. Es algo que todos perseguimos. Todos queremos sentirnos bien con nosotros mismos. Todos queremos pensar que estamos bien. Es una búsqueda llena de ansiedad y temor, y solo la gracia de Dios puede librarnos.
Esto es lo que nos sucede a todos. Buscamos horizontalmente el descanso que solo puede encontrarse verticalmente, y esto nunca funciona. Buscar en otros tu bienestar interior es ilógico. En primer lugar, tu bondad jamás será suficiente para obtener la alabanza constante de aquellos a quienes buscas impresionar. Te equivocarás en algún momento y decepcionarás a alguien. Tendrás un mal día. Te desviarás del camino. En algún punto de tu vida dirás o harás cosas que no debiste decir o hacer. Añade a esto el hecho de que la gente a tu alrededor no está interesada en ser tu mesías personal. La gente tampoco quiere vivir con la responsabilidad de tener tu identidad en sus manos. Buscar tu valor en la gente nunca funciona.
La paz que da el éxito tampoco es confiable. Debido a tu imperfección, cualquier éxito que seas capaz de obtener será dentro de poco sucedido por algún tipo de fracaso. Además, la satisfacción que trae el éxito tiene una vida muy corta. Al poco tiempo ya estás buscando el próximo éxito que te mantenga a flote. Es por eso que el hecho de que Jesús se haya convertido en tu justicia es una verdad maravillosa. Su gracia nos ha librado para siempre de la necesidad de comprobar nuestra justicia y valor. Es preciso recordar cada día que no debemos buscar horizontalmente lo que ya hemos recibido verticalmente. "El poducto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto". (Isaías 32:17). Esa justicia solo se encuentra en Jesús.

Para profundizar y ser alentado: 2 Corintios 6:3-10

miércoles, 10 de enero de 2024

ENERO 10 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 El ADN del gozo es la gratitud.
¿Has notado que la gente engreída y quejosa no es muy gozosa?


Desearía siempre

llevarla conmigo.

Desearía que siempre

moldeara la forma

en que veo la vida.

Desearía que dirigiera

mis deseos.

Desearía que fuera

la inclinación natural de

mi corazón.

Desearía recordar que

Tu gracia maravillosa

calla mis quejas.

Desearía que

mi adoración a Ti,

mi confianza en Ti,

mi descanso en Ti

alejara toda queja.

Si mi corazón ha de ser

librado del murmullo

y gobernado por la gratitud,

necesito Tu gracia:

gracia para recordar,

gracia para ver,

gracia que produzca

un corazón humilde y gozoso.


Para profundizar y ser alentado: Salmo 107

martes, 9 de enero de 2024

ENERO 9 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Para el creyente, el miedo siempre significa olvidar a Dios. Si Dios es soberano y Su reino es sabio, justo y bueno, entonces, ¿por qué habríamos de temer?

Las palabras de Ezequías, el rey de Judá son verdad tanto hoy como lo fueron hace cientos de años cuando fueron pronunciadas. Judá había sido invadida por el poderoso rey de Asiria, Senaquerib. Ezequías preparó a Judá para la batalla, pero no es todo lo que hizo. Se dirigió al pueblo con un mensaje muy importante. Ezequías sabía que en esos momentos el pueblo de Dios era presto a temer, y también sabía de dónde venía ese temor. A menudo, en estos momentos difíciles el pueblo de Dios entraba en pánico porque sufría amnesia de identidad, olvidando quiénes eran como hijos de Dios y quién era Dios como el todopoderoso. Entonces, en este momento Ezequías sabía que no podía ser solo un buen rey ni bastaba con ser solo un buen general; también debía ser un pastor sabio para su pueblo.

Al prepararse para el ataque de los asirios, Ezequías no quería que Judá confiara en su valentía, su experiencia o sus armas. Él quería que supieran que habían sido bendecidos maravillosamente con otro ingrediente, uno que no debían olvidar. Les dijo: "¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército [...] Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda Su ayuda y pelea nuestras batallas" (2 Crónicas 32:7-8).

Llegará el momento en que te preguntarás: "¿Dónde puedo encontrar valentía para la situación que estoy enfrentando?" Ezequías te da la respuesta: "Mira arriba y recuerda a tu Dios". Como hijo de Dios, nunca serás abandonado en el campo de batalla.

Para profundizar y ser alentado: Isaías 51:12-16

lunes, 8 de enero de 2024

ENERO 8 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Dios te llama a creer en Él y después trabaja en tu vida
para transformarte en una persona que realmente vive por fe.


No sé si hayas pensado en esto antes, pero la fe no es normal para ninguno de nosotros. La duda es normal. El miedo es normal. Vivir con base en la experiencia es normal. Repasar el catálogo de los escenarios posibles antes de acostarte y después de levantarte es normal. Vivir con base en nuestros pensamientos y sentimientos es normal. Envidiar la vida de alguien más y preguntarte por qué la tuya no es como la del otro es normal. Desear ser soberano sobre las personas y las circunstancias es normal. Maniular a otras personas para obtener lo que quieres es normal. Buscar horizontalmente la paz que solo se encuentra verticalmente es normal. Ceder ante desánimos, depresiones y frustraciones es normal. Distraerte con el trabajo, las compras, los medios, la comida o cualquier otra cosa es normal. Rebajar tus estándares para lidiar con el desánimo es normal. Pero la fe no es normal para ninguno de nosotros.

Entonces, Dios, en Su gracia, nos permite creer. Como Pablo dice en Efesios 2:8, la fe es un regalo de Dios. No hay nada más antinatural para la humanidad que tener fe en Dios. Claro, tenemos fe en muchas cosas, pero no en un Dios que no vemos ni oímos y que promete cosas tan grandes que parecen imposibles de cumplir. Dios nos da el poder de creer, pero no se detiene ahí. En Su misericordia, Dios también trabaja en las situaciones y relaciones de nuestro diario vivir con el fin de transformarnos, formarnos y moldearnos en el tipo de personas que construyen sus vidas en la creencia radical de que Dios realmente existe y es galardonador de los que lo buscan (Hebreos 11:6).

La próxima vez que te enfrentes a lo inesperado, a ese momento difícil que no deseas enfrentar, recuerda que ese momento no significa que Dios te ha olvidado, sino que está cercano y obrando en tu vida para bien. Dios te rescata de la ilusión de que puedes vivir la vida que deberías vivir confiando en los recursos inadecuados de tu sabiduría, tu experiencia, tu justicia y tu fuerza. Dios te transforma en el tipo de persona que vive su vida en base a una fe radical en Dios. Él es el alfarero, y nosotros Su barro. No nos dejará salir de Su taller hasta que Sus dedos nos hayan transformado en personas que creen sin dudar.

Para profundizar y ser alentado: Marcos 6:30-52

domingo, 7 de enero de 2024

ENERO 7 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

La necesitas cada día. Tú y yo no podemos vivir sin ella.
¿Qué es? La presencia del Espíritu Santo en nosotros.


No recuerdo dónde estaba cuando sucedió. No estoy seguro si me perdí la conversación. No puedo explicar por qué tenía esta brecha miserable en mi entendimiento del evangelio. No puedo explicar por qué este elemento faltaba en mi bosquejo teológico. Pero así era, y esta ausencia estaba haciendo mi vida cristiana muy miserable.
Esta era mi teología funcional como hijo de Dios: sabía que había recibido el perdón de Dios por Su gracia y que Dios me había dado un pase todo incluido a la eternidad, pero pensaba que entre hoy y la eternidad mi trabajo era resolver todas las cosas. Era mi responsabilidad identificar el pecado, quitar el pecado de mi vida y esforzarme por vivir de una manera más bíblica. Créeme, lo intenté, pero no funcionó. Caí una y otra vez. Eran más mis fracasos que mis éxitos. Cada vez me frustraba y me desalentaba más. Sentía como si estuviera jugando un deporte en el que no tenía ninguna aptitud, donde además alguien registraba el marcador perfectamente. Recuerdo ese momento en la universidad cuando todo cambió. Eran las seis de la mañana, estaba teniendo mi tiempo devocional a la fuerza, cuando finalmente coloqué mi cabeza sobre el escritorio y oré: "¡No puedo hacer lo que me estás pidiendo que haga!". Luego leí el siguiente capítulo en mi plan de lectura bíblica y, por la gracia de Dios, era Romanos 8.
Leí el capítulo una y otra vez, incluyendo estas palabras: "Porque si ustedes viven conforme a ella [la naturaleza pecaminosa], morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán" (v 13). Sentí como si estallaran fuegos artificiales en mi cabeza. Dios sabía que mi necesidad como pecador era tan grande que no era suficiente que solo me perdonara. Él tenía que venir a vivir dentro de mí, de lo contrario yo no sería capaz de ser lo que debía ser o de hacer lo que debía hacer como nueva criatura.
Necesito la presencia y el poder del Espíritu Santo viviendo dentro de mí, ya que el pecado secuestra los deseos de mi corazón, oscurece mis ojos y debilita mis rodillas. Mi problema no solo es la culpa del pecado, es la inhabilidad del pecado también. Es por eso que Dios, en Su gracia, les da a Sus hijos la presencia convincente y fortalecedora del Espíritu Santo. No podría decirse mejor que como Pablo lo dijo al final de su discurso sobre el regalo del Espíritu: Él le da vida a tu cuerpo mortal (Romanos 8:11).

Para profundizar y ser alentado: Romanos 8:1-17

lunes, 1 de enero de 2024

¿Qué es Discipular?: La Inevitabilidad de la Influencia - Mark Dever


Nuevas Misericordias Cada Mañana - Enero 01


DICIEMBRE 31 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“En el postrer día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Juan 7:37.

LA paciencia tuvo en el Señor su obra perfecta, y hasta el último día de la fiesta alegó con los judíos, así como en este último día del año alega con nosotros y espera mostrarnos su misericordia. Admirable, en verdad, es la paciencia del Salvador, pues año tras año se muestra indulgente con algunos de nosotros, a pesar de nuestras provocaciones, de nuestras rebeliones y de nuestra resistencia contra el Espíritu Santo. ¡Es una verdadera maravilla que todavía estemos en la tierra donde se nos ofrece misericordia! La piedad se manifestó muy claramente, pues Jesús clamó, lo que no sólo implica el tono elevado de la voz, sino la ternura de su acento. El nos suplica que seamos reconciliados. “Os rogamos, dice el apóstol, como si Dios rogase por medio nuestro”. ¡Cuán ardientes y patéticas son estas palabras! ¡Cuán profundo debe ser el amor que hace que Jesús llore por los pecadores y que, como una madre, invite a sus hijos a ir a su seno! Ante el llamamiento de tal clamor, nuestros corazones acudirán gustosos.
Se hizo una muy abundante provisión. Todo lo que el hombre necesita para apagar la sed de su alma, le ha sido dado. La expiación lleva paz a su conciencia; el Evangelio lleva a su entendimiento la más valiosa instrucción; la persona de Jesús es para su corazón el objeto más noble de su amor; la verdad “como es en Jesús” da a todo su ser el alimento más puro. La sed es terrible, pero Jesús la apaga. Aunque el alma esté pasada de debilidad, Jesús la puede restablecer.
La proclamación se hizo para todos indistintamente. Todo el que tiene sed es bienvenido. No se hace ninguna distinción. Lo único que se requiere es tener sed. Todo el que sufra de la sed de avaricia, de ambición, de placer, de conocimiento o de descanso, es invitado. Quizás la sed sea mala en sí misma, y no tenga ningún indicio de gracia, sino más bien de excesivo pecado que ansía hallar satisfacción. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que el Señor Jesús no extiende la invitación porque haya algo bueno en la criatura, sino lo hace espontáneamente y sin acepción de personas.
Se proclamó muy ampliamente la personalidad de Jesús. El pecador tiene que ir a Jesús, y no a las obras, a los ritos o a las doctrinas. Tiene que ir a un Redentor personal, “el cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”. La única estrella de esperanza para el pecador es el Salvador que sangra, que muere y que resucita. ¡Que Dios nos dé gracia para venir ahora y beber, antes que se ponga el sol de este último día del año!
Aquí no se sugiere ninguna espera ni ninguna preparación. Para beber no se requiere ninguna aptitud. El necio, el ladrón, la ramera, pueden beber; y, por lo tanto, la perversidad de carácter no constituye un obstáculo para que se invite a la gente a creer en Jesús. Para llevar agua al sediento no necesitamos ni copa de oro ni cáliz adornado con piedras preciosas. La boca de la pobreza está invitada a inclinarse y a beber abundantemente de este manantial. Los labios leprosos e inmundos pueden tocar la fuente del amor divino; al hacerlo así, no sólo no la contaminarán, sino que saldrán de ella purificados. Jesús es la fuente de la esperanza. Querido lector, oye la cariñosa voz del querido Redentor, mientras clama a cada uno de nosotros:
Si alguno tiene sed,
Venga a mí y beba.