Versículo para hoy:

lunes, 31 de julio de 2017

La fe para dar un paso - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Julio 31. Hasta que seamos completamente suyos

"Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna", Santiago 1:4
Muchos de nosotros estamos bien en lo principal, pero aún hay algunas áreas en las que somos descuidados y perezosos. No es un problema de pecado, sino de los residuos de nuestra vida carnal que tienden a hacernos descuidados. La negligencia es un insulto para el Espíritu Santo y no debemos permitirla en ningún aspecto, ya sea la manera de comer y de beber o la forma de adorar a Dios. 
Nuestra relación con Dios no sólo debe estar bien, sino también la manifestación externa de esa relación.
A la larga, nada se le escapará a Él, porque cada detalle de nuestra vida está bajo su escrutinio. Él nos hará volver al mismo punto una y otra vez y de muchas maneras y nunca se cansará de llevarnos al mismo asunto hasta que aprendamos la lección, porque su propósito es terminar la obra. Puede ser un problema que surge por nuestra naturaleza impulsiva, pero una y mil veces, con la más persistente paciencia, Dios nos devolverá a ese punto en particular. Pueden ser nuestros ociosos y vacilantes pensamientos, nuestra naturaleza independiente o nuestros intereses personales. Mediante este proceso Dios trata de resaltar en nosotros aquello que no es completamente correcto.
Hasta aquí ha sido maravilloso nuestro estudio sobre la verdad revelada de la redención divina y nuestros corazones son perfectos para con Dios. Su maravillosa obra en nosotros nos permite saber que, en general, estamos bien con Él. Pero tenga la paciencia su obra completa. El Espíritu Santo nos dice, por medio de Santiago: "Ahora permite que tu paciencia se convierta en un producto terminado". Ten cuidado con la negligencia en los pequeños detalles de la vida y no digas: "Ah, por ahora eso tendrá que esperar".
Sea lo que sea, Dios te lo señalará con persistencia hasta que seas completamente suyo. 

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.