Versículo para hoy:

viernes, 1 de julio de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 1

“La voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día”. Génesis 3:8.

ALMA mía, ahora que el fresco del día ha llegado, retírate un poco y escucha la voz de tu Dios. El siempre está listo para hablar contigo tan pronto como estés preparado para oír. Si hay alguna tardanza en la comunicación, no se debe a él, sino exclusivamente a ti, pues él está a la puerta y llama, y si los suyos abren, él se goza en entrar. Pero, ¿en qué estado está mi corazón, jardín de mi Señor? ¿Puedo aventurarme a esperar que está bien podado y regado y que está produciendo frutos dignos de él? Si no es así, él tendrá mucho que reprobar; pero con todo, yo le ruego que venga a mí, porque nada puede tan seguramente llevar mi corazón a un estado aceptable como la presencia del Sol de Justicia, que en sus alas traerá salud. Por lo tanto, ven, oh Señor, Dios mío; mi alma te invita encarecidamente y te aguarda con ansiedad. Ven a mí, oh Jesús, mi bienamado y planta nuevas flores en mi jardín, como las que florecen con perfección en tu inmaculado carácter. Ven, oh Padre mío, que eres el labrador, y trata conmigo con tu ternura y prudencia. Ven, Espíritu Santo y riega todo mi ser ahora, mientras las hierbas se humedecen con el rocío de la noche. ¡Oh si Dios me hablara! ¡Habla Señor, que tu siervo escucha! ¡Oh si él anduviera conmigo! Estoy pronto a entregarle todo mi corazón y toda mi mente, de modo que todo pensamiento distinto a este quede eliminado. Sólo estoy pidiendo lo que él se complace en dar. Estoy seguro que él condescenderá a tener comunión conmigo, porque él me ha dado su Santo Espíritu para que permaneciera conmigo para siempre. El fresco de la noche es agradable, cuando cada estrella parece el ojo del cielo, y el aire fresco es como el aliento del amor celestial. Padre mío, Hermano mayor, dulce Consolador, háblame con cariño, pues tú has abierto mi oído y yo no soy rebelde.

Charles Haddon Spurgeon.