Versículo para hoy:

jueves, 21 de julio de 2016

Esperanza práctica - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 21

“¿Por qué he de andar afligido?” Salmo 42:9.

CREYENTE, ¿puedes responder esta pregunta? ¿Cuál es la razón porque en lugar de estar gozoso estás frecuentemente triste? ¿Por qué te rindes a lúgubres presentimientos? ¿Quién te dijo que la noche nunca terminará en día? ¿Quién te dijo que el mar de los recursos menguaría hasta no quedar nada sino largas leguas de fango de horrible pobreza? ¿Quién te dijo que el invierno de tu descontento avanzaría de helada en helada; de nieve, de hielo y granizo a una más terrible tempestad de desesperación? ¿No sabes que el día sigue a la noche, que el flujo viene después del reflujo y que la primavera y el verano suceden al invierno? ¡Espera, entonces! ¡Espera siempre! porque Dios no te dejará. ¿No sabes que en medio de todo esto tu Dios te ama? Las montañas, cuando por la oscuridad están ocultas, son tan reales como cuando es día, y el amor que Dios te profesa es tan real ahora como lo fue en tus mejores tiempos. Ningún padre castiga siempre. Tu Dios abomina el castigo tanto como tú. El sólo quiere aplicarlo por aquella razón por la cual tú debieras desear recibirlo, a saber: que ese castigo obre en ti un perpetuo bien. Tú aún subirás con los ángeles la escala de Jacob y contemplarás al que se sienta en la cima de la misma, el Dios del pacto. Tú olvidarás aún, en medio de los esplendores de la eternidad, las pruebas del tiempo, o las recordarás sólo para bendecir a Dios que te guió a través de ellas y obró por medio de las mismas tu perpetuo bien. Ven, canta en medio de la tribulación. Regocíjate aun mientras pasas por el horno de fuego. Haz que el desierto florezca como la rosa; que resuene con tus alegres júbilos, porque estas leves aflicciones pronto pasarán y entonces, “para siempre con el Señor”, tu felicidad jamás decaerá.
Desanimado no estoy, desanimado no estoy;
Pruebas vendrán, mas pronto se irán,
Fiando en Cristo, todas se van
¡Desanimado no estoy!

Charles Haddon Spurgeon.