Versículo para hoy:

lunes, 5 de noviembre de 2018

Renovando Tu Mente | El contrato ancestral




Lanzando flechas hacia el mundo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



NOVIEMBRE 5

“Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu y las almas que yo he criado”. 

Nuestro Padre Celestial no busca nuestra destrucción, sino nuestra instrucción. Su contención con nosotros tiene un propósito bienhechor hacia nosotros. No estará para siempre en contra nuestra. Pensamos que el Señor prolonga sus castigos, pero esto es porque tenemos poca paciencia. Para siempre es su misericordia, pero no así su contienda. La noche puede hacerse larga y pesada; pero al fin tiene que dar lugar al día alegre. Como la contienda es solamente por un tiempo, así el enojo que la causa es solamente por un pequeño momento. El Señor ama a sus escogidos demasiado bien para que siempre esté enojado con ellos.

Si Él nos tratara siempre como algunas veces lo hace, desmayaríamos del todo y bajaríamos sin esperanza hasta las puertas del sepulcro. ¡Ánimo, querido! El Señor pronto dejará su contienda. Sopórtala, porque el Señor te soportará. El que te crió, sabe cuán débil eres, y cuán poco puedes soportar. Él tratará con ternura lo que ha formado tan exquisitamente. Por lo tanto, no temas el sufrimiento presente, porque conduce a un futuro alegre. El que te hirió, te sanará; su enojo pequeño será seguido de misericordias grandes.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.