Versículo para hoy:

lunes, 2 de julio de 2018

Fuerza para hoy, esperanza para el mañana - Ryan Chase



El Padre Nuestro, día 4 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JULIO 2

“Pues que a su amado dará Dios el sueño”. Salmos 127:2.

Nuestra vida no es una vida de ansioso cuidado, sino de fe bienaventurada. Nuestro Padre Celestial suplirá las necesidades de sus propios hijos, y Él sabe lo que necesitamos antes que le pidamos. Por lo tanto, podemos ir a nuestros lechos a la hora debida, y no fatigarnos velando hasta muy tarde, para trazar planes, proyectos y arreglos. Si hemos aprendido a confiar en nuestro Dios no estaremos despiertos de noche con el corazón roído por el temor, sino que dejaremos nuestra solicitud con el Señor, nuestra meditación de Él será dulce y Él nos dará sueño que nos reanime.

La honra más alta posible es ser el amado del Señor, y el que la tiene puede sentir que la misma ambición no desearía más y, por lo tanto, todo deseo egoísta puede dormirse. ¿Qué más hay aún en el cielo que el amor de Dios? Reposa, pues alma mía, porque tienes todas las cosas.

Sin embargo, damos vueltas y vueltas a no ser que el mismo Señor nos dé no solo razones para el descanso, sino el descanso mismo. Sí, y Él lo hace. El mismo Jesús es nuestra paz, nuestro descanso y nuestro todo. En su seno dormiremos en perfecta seguridad, tanto en vida como en muerte.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.