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jueves, 22 de diciembre de 2022

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Diciembre 22 La atracción del Padre - OSWALD CHAMBERS

"Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no lo atrae", Juan 6:44

Cuando Dios comienza a atraerme, inmediatamente surge el problema de mi voluntad. ¿Reaccionaré positivamente ante la verdad que Dios ha revelado? ¿Me acercaré a Él? Debatir los asuntos espirituales cuando Dios llama, es un irrespeto. Nunca hables con nadie para decidir cuál debe ser tu respuesta (ver Gálatas 1:15-16). La fe no es un acto intelectual. Pero, ¿me pondré por completo a las órdenes de Dios y actuaré de acuerdo con lo que Él dice? Si lo hago, descubriré que estoy fundamentado en la verdad que es tan segura como el trono de Dios. 

Siempre que prediques el Evangelio, enfócate en el tema de la voluntad. Debe haber una entrega de la voluntad. Me arrojo voluntariamente hacia Dios y su Palabra, hasta que ya no confío más en mis obras. Sólo confío en Él. Confiar en mi comprensión mental se convierte en un obstáculo para confiar totalmente en Dios. Debo estar dispuesto a ignorar y a dejar atrás mis sentimientos. Debo desear creer, lo cual sólo podrá ocurrir mediante un esfuerzo decidido de mi parte para separarme de mi vieja manera de considerar las cosas, entregándome por completo a Él. 

Todos hemos sido creados con la habilidad de ir más allá de lo que tenemos a nuestro alcance. Pero Dios es el que me atrae, y mi relación con Él en primer lugar es personal, no intelectual. Soy puesto en esta relación por el milagro de Dios. Luego empiezo a comprender la maravillosa transformación de mi vida y a reconocerla de manera inteligente.