Versículo para hoy:

sábado, 13 de julio de 2019

13 de julio – LA COMPLACENCIA DE DIOS EN TI

El Señor se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor. Salmo 147:11.

Cuando Dios se complace en algún hombre, podemos comparar el resultado de su favor con el placer que experimentamos con nuestros hijos. Ahora, sin extenderme demasiado en este tema, te digo que si temes al Señor y esperas en su misericordia, Dios se complace tanto en ti como tú lo haces con tu hijo querido, y mucho más, porque Dios tiene una mente infinita y de ella proviene un deleite infinito, de modo que él te ve con infinita complacencia.

¿Puedes creer esto? Tú no te ves a ti mismo de esa manera, al menos espero que no, pero Dios te ve a través de Jesucristo. Dios te ve como serás algún día. Ve en ti lo que te hará crecer hasta convertirte en un ser celestial y, por lo tanto, se complace en ti. No importa lo que otros piensen de ti. Quiero que vayas a tu casa y pienses: «Si mi Padre celestial se complace en mí, en realidad no me interesa si mis semejantes no me entienden o no me aprecian». Si tú y yo buscamos complacernos con las buenas opiniones de otras personas, corremos el riesgo de que nos hieran las malas opiniones. Vive de manera que agrades a Dios, y si no agradas a tus semejantes, bueno, entonces no hay nada que hacer. El único objetivo de tu vida debe ser el poder decir: «Siempre hago las cosas que son agradables a él». Camina con Dios por fe, como lo hizo Enoc, para que puedas tener un testimonio como el suyo: «Él agradó a Dios». Y si tú has agradado a Dios, ¿qué importa aquel al que no has agradado?

A través de la Biblia en un año: 1 Timoteo 3-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Fuerte, segura y sumisa - Nancy DeMoss de Wolgemuth



12 de julio – UN DIOS DE CARNE

El Señor no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre, sino que se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor. Salmo 147:10-11.

Es bueno ser sabio y estudioso, y mientras más puedas cultivar tu mente, mejor: pero recuerda las palabras del apóstol: «No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna» (1 Corintios 1:26). Con frecuencia, la sabiduría que proviene solo de la mente natural puede convertirse en escamas para el ojo espiritual, al esconder del alma la visión bendita que es la única que la puede salvar. Es cierto, tanto en el aspecto mental como en el físico, que el Señor no se complace en ninguna de las facultades que el hombre posee si está destituido de la guía de Dios.

Otra cosa en la que el Señor no se complace es la llamada auto suficiencia, de la que tanto se habla en la actualidad. Esta es solo otra forma de «los bríos del caballo» y de «la agilidad del hombre». Algunos hombres se sienten orgullosos de decir que se formaron a sí mismos, ¡y por lo general observo que adoran a su creador! Al creer que se han formado a sí mismos, son devotos de sí mismos; pero un hombre que se formó a sí mismo está mal formado. Aquello que proviene del hombre no es más que una corriente contaminada de una fuente impura; de la maldad nace la maldad, y una naturaleza depravada da lugar a la depravación. Es solo cuando Dios nos hace nuevas criaturas en Cristo Jesús que nos sentimos felices de ser criaturas, y a él debemos dar toda la gloria. Es necio adorar a un dios de madera o de piedra; del mismo modo es necio adorar a un dios de carne y es aun más necio cuando ese dios eres tú mismo.

A través de la Biblia en un año: 1 Timoteo 1-2

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.