Versículo para hoy:

sábado, 10 de febrero de 2018

Tres formas para superar la tentación, el pecado y los patrones de pecado - Rick Thomas



¿Qué hago con mis emociones? - Lucy Reyna Orozco Meraz



FEBRERO 10

“Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído”. Hechos 22:15.

Pablo fue escogido para ver y oír al Señor hablarle desde el cielo. Esta divina elección le era un gran privilegio; pero no fue designada para terminar en él, sino para que tuviese influencia sobre otros; sí, sobre todos los hombres. Europa debe a Pablo el Evangelio que ahora tiene.

Pertenece a nosotros en nuestra medida el ser testigos de lo que el Señor nos ha revelado, y es para nuestro peligro si escondemos la preciosa revelación. Primero, tenemos que ver y oír, o no tendremos nada que decir; pero cuando así lo hemos hecho, tenemos que estar ansiosos para dar nuestro testimonio. Tiene que ser testimonio personal: “Has de ser”. Tiene que ser para Cristo: “Has de ser testigo suyo”.

Y tienes que ser testigo constantemente, del todo preocupado en ello; tenemos que ser testigos ante todas las cosas, y con exclusión de muchas otras cosas. Tenemos que testificar no sólo a unos pocos escogidos que nos recibirán con gusto, sino “a todos” los que podemos alcanzar, jóvenes o viejos, ricos o pobres, buenos o malos. Nunca debiéramos guardar silencio como los que están poseídos de un espíritu mudo; porque el versículo que tenemos delante es un mandamiento y una promesa, y no tenemos que perderlo: “Has de ser testigo suyo”. “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová”. ¡Señor, cumple esta palabra en mí también!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.