Versículo para hoy:

miércoles, 8 de agosto de 2018

El Padre Nuestro, día 31 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



AGOSTO 8

“El Señor Jehová me ayudará”. Isaías 50:7.

Estas son en profecía las palabras del Mesías en el día de su obediencia hasta la muerte, cuando dio su cuerpo a los heridores y sus mejillas a los que le mesaban el cabello. Estaba seguro del sostén divino y confiaba en Jehová.

¡Oh, alma mía, tus tristezas son como el orín del peso comparadas con las de tu Señor! ¿No puedes creer que el Señor tu Dios te ayudará? El Señor estaba en una posición especial; porque como el representante de hombres pecadores, su sustituto y sacrificio, era necesario que el Padre lo dejara, y le hiciera sentir el abandono de alma. Tal necesidad no es impuesta a ti; tú no estás obligado a clamar: “¿Por qué me has desamparado?” Y si aun en tal caso confió tu Salvador en Dios, ¿no puedes confiar tú? Él murió por ti y así hizo imposible que fueses dejado solo; por lo tanto, aliéntate.

En los trabajos o en las pruebas de este día, di: “El Señor Jehová me ayudará”. Sal fuera intrépidamente. Pon tu rostro como un pedernal y toma la resolución de que ninguna flaqueza ni vergüenza se allegarán a ti. Si Dios ayuda, ¿quién puede impedir? Si estás seguro de la ayuda del Omnipotente, ¿qué puede ser demasiado pesado para ti? Empieza el día gozosamente, y que ninguna sombra de duda venga entre ti y la eterna claridad del sol.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.