Versículo para hoy:

domingo, 31 de marzo de 2019

Renovando Tu Mente | El ciclo de los jueces




31 de marzo – NO TE OLVIDES

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. 1 Corintios 13:1.

En cada uno de nosotros existe la tentación de tratar de olvidar que las almas se están perdiendo. Puedo ir a mi casa por calles respetables y escoger ese camino de modo natural porque así no veo la pobreza de los locales más bajos de la ciudad pero, ¿estoy haciendo lo correcto si trato de olvidar que existen lugares como Bethnal Greens y Kent Streets, y otros lugares semejantes de pobreza? Los patios cerrados, los sótanos, las buhardillas atestadas, las casas de hospedaje, ¿me voy a olvidar de que existen? De seguro que la única manera de que una mente caritativa duerma cómodamente en Londres es olvidar cómo vive la mitad de la población; pero ¿es nuestro objetivo vivir cómodamente? ¿Somos bestias tan brutas que lo único que nos interesa es la comodidad, como los cerdos en su pocilga? No, hermanos, traigamos a la memoria los pecados de nuestra gran ciudad, sus penas y sufrimientos y recordemos también los pecados y las penas del vasto mundo y las decenas de miles de nuestra raza que están marchando constantemente a la eternidad. Más aun, ¡míralos! ¡No cierres los ojos! ¿El horror de la visión hace que te duelan los ojos? Entonces mira hasta que también te duela tu corazón y tu espíritu prorrumpa en agonía delante del Señor.

Mira hacia el infierno un momento; abre bien la puerta; escucha y vuelve a escuchar. Dices que no puedes, que enferma tu alma; deja que se enferme y en su desmayo, déjala caer en los brazos de Cristo el Salvador y exhala un lamento para que él se apure en salvar a los hombres de la ira venidera. No ignores, pido en oración, lo que sí existe.

A través de la Biblia en un año: Hechos 23-25

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

sábado, 30 de marzo de 2019

30 de marzo – UN HAMBRE DIVINA

Digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me lo confirma en el Espíritu Santo. Me invade una gran tristeza y me embarga un continuo dolor. Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza, el pueblo de Israel. Romanos 9:1-4.

Pablo se convierte en el salvador de muchos debido al deseo de su corazón y su oración a Dios para que estos se salven. ¡Ay, le imploro a Dios que venga sobre nosotros un hambre divina que no pueda satisfacerse a menos que los hombres se rindan a Jesús!; un deseo intenso y ferviente, un deseo jadeante de que los hombres se sometan al evangelio de Jesús. Esto te enseñará mejor que la mejor preparación que una universidad pueda darte acerca de cómo tratar con los corazones humanos. Esto le dará a la lengua tartamuda la palabra pronta; el corazón ardiente quemará las cuerdas que aprietan firmemente a la lengua. Te convertirás en sabio para ganar almas, aunque quizá nunca exhibas la brillante elocuencia o la fuerza de la lógica. Los hombres se maravillarán ante tu poder, el secreto les será oculto, y el hecho es que el Espíritu Santo te cubrirá y tu corazón te enseñará sabiduría, Dios enseñará a tu corazón. Profundos sentimientos de tu parte hacia otros harán que otros sientan por sí mismos y Dios te bendecirá y eso desde bien temprano.

A través de la Biblia en un año: Hechos 20-22

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

viernes, 29 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 20 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



29 de marzo – COMPASIÓN POR OTROS

Ríos de lágrimas corren por mis mejillas porque ha sido destruida la capital de mi pueblo. Se inundarán en llanto mis ojos, sin cesar y sin consuelo, hasta que desde el cielo el Señor se digne mirarnos. Lamentaciones 3:48-50.

Mientras más nos convirtamos en lo que debemos ser, más dominará la compasión nuestros corazones. ¿Qué dijo el Señor Jesucristo, que es el modelo y el reflejo de la hombría perfecta, con respecto a los pecados y a las aflicciones de Jerusalén? Él sabía que Jerusalén debía perecer, ¿enterró él su pena tras el hecho del decreto divino y endureció su corazón por la idea de la soberanía o la justicia que sería resplandeciente en la destrucción de la ciudad? No, él no, sino que lloró con ojos que borboteaban como una fuente: «¡Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!» Si vas a ser como Jesús, debes ser tierno y compasivo. Serías el opuesto extremo de él si pudieras sentarte con un contentamiento sombrío y, con una filosofía estoica, convertir en piedra toda la carne que hay en ti. Si es natural, entonces, y por encima de todo, si es natural de la naturaleza dada por la gracia, les imploro, dejen que sus corazones se muevan con piedad; no resistan ver la muerte espiritual de la humanidad. Agoniza cada vez que contemples la ruina de cualquier alma de la simiente de Adán.

Sin duda que los que reciben misericordia deben mostrar misericordia; aquellos que deben todo lo que tienen a la piedad de Dios no deben mostrarse despiadados para con sus hermanos. Encontrarás en todas partes por todo el evangelio que este habla de amor fraternal, de compasiva misericordia y de una piedad que llora. Déjame implorarte que creas que es necesario así como justificable que sientas compasión por los hijos de los hombres.
A través de la Biblia en un año: Hechos 17-19

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

jueves, 28 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 19 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



28 de marzo – SIN EXCUSA

Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. Efesios 6:18.

¿Sobre qué base puede alguien ser eximido del deber de orar? Respuesta: Sobre ninguna base. No puedes ser eximido basándote en una simple naturaleza humana porque si Dios salvará a los pecadores en base a la oración y yo no oro, ¿qué soy? Las almas mueren, perecen, se hunden en el infierno mientras que el mecanismo establecido para la salvación es la oración y la predicación de la Palabra y si yo restrinjo la oración, ¿qué soy? Sin duda la bondad humana se ha marchado de mi pecho y he dejado de ser humano, y si es así, no tiene valor hablar de comunión con lo divino. Aquel que no se compadece de un hombre herido y no busca aliviar el hambre de alguien que muere de necesidad es un monstruo. Pero el que no se apiada de las almas que se están hundiendo en un fuego eterno, ¿qué es?

Además, ¿puede encontrarse alguna excusa en el cristianismo para abandonar la oración? Yo respondo, no se encuentra ninguna en el cristianismo más que en la naturaleza humana porque si Cristo nos ha salvado, él nos ha dado de su Espíritu: «si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo» (Romanos 8:9). ¿Y cuál era el Espíritu de Cristo? ¿Miró él a Jerusalén y dijo: «Yo creo que se ha renunciado a la ciudad, está predestinada a la destrucción» y luego siguió tranquilamente su camino? No, no lo hizo. Él creía en la predestinación pero esa verdad nunca enfrió su corazón. Él lloró por Jerusalén y dijo: «¡Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!»

A través de la Biblia en un año: Hechos 13-16

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Cantar de los cantares, día 18 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



27 de marzo – NUESTRO CANAL DE BENDICIÓN

Por aquellos días Ezequías se enfermó gravemente y estuvo a punto de morir. …Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor: «Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada.» Y Ezequías lloró amargamente. …«Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor.» 2 Reyes 20:1-5.

¿No debiera haber oración en nuestros corazones cuando Dios ha señalado que la oración debe ser el canal de bendición para los pecadores así como para nosotros mismos? Entonces, ¿cómo podemos decir que somos cristianos? Tú podrías decir: «Bueno, yo creo que yo podría ser dispensado», pero debo contestarte que no. «Estoy muy enfermo», dice alguno. Ah, entonces puedes acostarte y orar.

«Soy tan pobre», dice otro. Bueno, no te cobran ni un centavo cada vez que ores a Dios. No importa cuán pobre seas, tus oraciones son iguales de aceptables; solo recuerda, si eres tan pobre, debes orar todavía más porque no puedes dar tu ofrenda en forma de oro. Me gustaría que dijeras como el apóstol: «No tengo plata ni oro pero lo que tengo te doy. Mi Maestro, oraré mucho».

«Ah» dice otro, «pero yo no tengo talentos». Esa es otra razón por la que debes orar más y no por la cual debas dejar de orar porque si no puedes contribuir al servicio público de la iglesia por falta de talento, debes contribuir aun con más fervor a su fortalecimiento mediante el ejercicio privado de la oración y la intercesión y así hacer fuerte a aquellos que son más aptos para ir al frente.

A través de la Biblia en un año: Hechos 10-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Cantar de los cantares, día 17 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



26 de marzo – UN BUEN MOTIVO PARA ORAR

Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. Hebreos 4:16.

Todo verdadero cristiano desea ver que la iglesia crezca; en todo caso yo me compadezco del hombre que se crea cristiano y que no tenga tal deseo. «Que toda la tierra se llene de su gloria» es una aspiración natural de todo hijo de Dios y si algún hombre está convencido de ser un hijo de Dios y, no obstante, no tiene el deseo de ver que la gloria de Dios se manifieste con la conversión de multitudes, yo me compadezco de la condición de su corazón y de su entendimiento.

Confío en que todos sintamos el espíritu misionero, todos anhelamos ver el reino del Señor venir y ver que los convertidos en Sión se multipliquen. Pero Dios ha agregado a la concesión de nuestro deseo que debemos orar por este, debemos suplicar y pedir, de lo contrario el crecimiento será retenido.

El Señor sabe cuán beneficioso es para nosotros orar mucho y por tanto él nos facilita acercarnos a él. Él nos da una multitud de razones para acercarnos al propiciatorio y nos da tareas que pueden usarse como argumentos para hacer peticiones frecuentes. Ahora bien, como al Señor le encanta comunicarse con las personas, él se ocupa de darles tareas por las cuales ellos deban venir a él. Nunca debemos temer que se nos interrogue en la puerta de la misericordia y que se nos haga esta dura pregunta: «¿Qué haces aquí?» Porque siempre tenemos alguna razón para orar, de hecho, cada promesa se convierte en una razón para orar porque no se nos concederá la promesa hasta que la hayamos pedido en el propiciatorio.

A través de la Biblia en un año: Hechos 7-9

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Cantar de los cantares, día 16 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



lunes, 25 de marzo de 2019

25 de marzo – MULTIPLICACIÓN ESPIRITUAL

Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Hechos 6:7.

La multiplicación es una forma muy antigua de bendición. La bendición que se pronunció sobre el hombre fue de este tipo, porque en el primer capítulo de Génesis leemos en primer lugar: «Los bendijo con estas palabras: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra”» En un sentido espiritual, esta es la bendición de la iglesia de Dios. Cuando el poder del Espíritu Santo visita la iglesia, esta aumenta en cada aspecto. Cuando una iglesia en medio de una amplia población permanece estática en los números, o incluso se reduce, ningún hombre puede ver en dicha condición la bendición de Dios. Sin dudas, sería una bendición novedosa, porque la primera bendición, la bendición de Pentecostés trajo como resultado que se añadieran tres mil a la iglesia en un día y luego encontramos que «Cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos» (Hechos 2:47). Está claro que la bendición que como iglesia debemos buscar con todo nuestro corazón es ese aumento continuo.

A través de la Biblia en un año: Hechos 4-6

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

domingo, 24 de marzo de 2019

24 de marzo – UN DIOS QUE ESCUCHA LA ORACIÓN

Pero mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él. Hechos 12:5.

Dios le ha concedido a la iglesia misericordias indecibles como respuesta a la intercesión, porque él se complace en bendecir a su pueblo en el propiciatorio. La iglesia de Dios nunca ha ganado una victoria que no sea respuesta a la oración. Toda su historia es para la alabanza de un Dios que escucha la oración. Ven entonces, si antes nos fue tan bien, y si Dios nos invita ahora, sí, si él se deleita en nuestras peticiones, no seamos descuidados y, por el contrario, aumentemos nuestras peticiones delante de él.

Insto encarecidamente a mis hermanos en Cristo a altercar así con el Señor: «Señor, tu verdad no prospera en la tierra, sin embargo, tú has dicho: “Mi palabra no regresará a mí vacía”. Señor, cada día eres blasfemado y, no obstante, tú has dicho que toda carne verá tu gloria. Señor, han puesto ídolos, incluso en esta tierra, donde quemaron a tus mártires, están levantando otra vez las imágenes esculpidas. Señor, derrúmbalas por amor a tu nombre, por tu honor te lo imploramos, hazlo. ¿No escuchas el triunfo del enemigo? Dicen que el evangelio está desgastado. Nos dicen que somos reliquias de una raza anticuada, que el progreso moderno ha barrido la fe. ¿Permitirás que así sea, buen Señor? ¿Será el evangelio considerado como un almanaque atrasado y pondrán ellos nuevos evangelios en su lugar? Las almas se pierden. ¡Oh, Dios de misericordia! ¡El infierno se llena, oh Dios de compasión infinita! Jesús solo ve que pocos llegan ante él y se lavan en su preciosa sangre. ¡El tiempo vuela y cada año aumenta el número de los perdidos! ¿Cuánto tiempo, oh Dios, cuánto tiempo? ¿Por qué tardas?» De esta manera, presenta tu caso ante el Señor y él te prestará oído.

A través de la Biblia en un año: Hechos 1-3

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

sábado, 23 de marzo de 2019

23 de marzo – INTERCEDE VALIENTEMENTE

Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros. 2 Corintios 5:20.

Amado, tú que conoces al Señor, te imploro que te acerques. Estás callado, has renovado tu fuerza; ahora disfruta el acceso con valentía. La condición para interceder por otros no es estar alejados de Dios sino muy cerca a él. Hasta Abraham se acercó cuando imploró por Sodoma y Gomorra. Recordemos cuán cerca estamos realmente. Hemos sido lavados de todo pecado en la preciosa sangre de Jesús, en este momento estamos cubiertos de pies a cabeza con la justicia inmaculada de Emmanuel, Dios con nosotros. El  Amado nos acepta, sí, en este momento somos uno con Cristo y miembros de su cuerpo. ¿Cómo podríamos estar más cerca? ¿Cuán cerca está Cristo de Dios? ¡Así de cerca estamos nosotros! Entonces, acércate en tus súplicas personales, porque estás cerca a tu Representante del pacto. El Señor Jesús ha llevado a la humanidad en unión con la naturaleza divina y ahora entre Dios y el hombre existe una relación especial y sin paralelo que el universo no puede igualar. Acérquense entonces, hijos de Dios, acérquense porque están cerca. Párense en el lugar que su condición de hijos les da, ahí donde su Representante está parado a vuestro favor.

A través de la Biblia en un año: Números 33-36

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

viernes, 22 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 15 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



22 de marzo – TRABAJO QUE NO ES EN VANO

Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada. Eclesiastés 10:10.

La fuente de nuestra peor debilidad es nuestra fortaleza nacida en casa y la fuente de nuestra peor tontería es nuestra sabiduría personal. Señor, ayúdanos a no estar tranquilos hasta que hayamos renunciado a nosotros mismos, hasta que hayamos dicho: «Señor, nuestra manera de trabajar no se compara con la tuya, enséñanos a trabajar. Señor, nuestros juicios son débiles en comparación con tu juicio perfecto; somos tontos; sé nuestro maestro y guíanos en todas las cosas».

Jehová trabaja en todas partes y todas las cosas le sirven. Él obra en la luz, y vemos su gloria, pero igualmente obra en la oscuridad donde no podemos percibirlo. Su sabiduría es demasiado profunda para que hombres mortales puedan entenderla en todo momento. Seamos pacientes y esperemos su tiempo. Confiemos en el poder de nuestro padre, como confía el niño que está en el pecho de su madre acerca del amor de esta; sin más dudas de las que puede tener de la majestad de Jehová un ángel que está ante el trono, comprometámonos, cada uno según su propia forma, a sufrir y trabajar para la gran causa de Dios, sintiéndonos seguros de que ningún trabajo ni sufrimiento en el Señor puede ser en vano.

A través de la Biblia en un año: Números 29-32

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

jueves, 21 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 14 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



21 de marzo – SENTARSE A LOS PIES DEL MAESTRO

Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Lucas 10:38-40.

El sonido nos agota, el silencio nos alimenta. Hacer los mandados del Maestro siempre es bueno, pero sentarse a los pies del Maestro es igual de necesario, porque al igual que los ángeles sobresalen en fuerza, nuestro poder para hacer sus mandamientos surge de que agucemos el oído a su Palabra. Si incluso para una controversia humana el silencio es una preparación adecuada, ¿cuánto más no será necesario en las súplicas solemnes con el Eterno? Deja que los manantiales profundos se abran y que las solemnidades de la eternidad ejerzan su poder mientras todavía todo está quieto dentro de nosotros.

Pero, ¿cómo es que ese silencio renueva nuestras fuerzas? Lo hace, primero, al dar espacio para que la Palabra fortalecedora entre a nuestra alma y se sienta realmente la energía del Espíritu Santo. Palabras, palabras, palabras; tenemos tantas palabras y no son más que paja, pero ¿dónde está el Verbo que en el principio era Dios y estaba con Dios? Esta Palabra es la semilla viva e incorruptible: «¿Qué tiene que ver la paja con el grano? Afirma el Señor» (Jeremías 23:28). Queremos menos de las palabras del hombre y más de él que es la misma Palabra de Dios. Guarda silencio, guarda silencio y deja que Jesús hable.

A través de la Biblia en un año: Números 25-28

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 13 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



20 de marzo – ATRAER LA BENDICIÓN

El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. Proverbios 10:6.

Considera. Si reflexionas, verás que Dios es capaz de darle a su iglesia la mayor bendición y de dársela en cualquier momento. Guarda silencio y considera, y verás que él puede dar la bendición a través de ti o de mí; él puede hacer que cualquiera de nosotros, débiles como somos, sea poderoso en Dios para la destrucción de fortalezas; puede hacer que nuestras manos endebles, aunque solo tengamos unas pocas barras de pan y unos peces, sean capaces de alimentar a miles con el pan de vida. Considera esto y pregúntate en la tranquilidad de tu espíritu, ¿qué podemos hacer para obtener la bendición? ¿Lo estamos haciendo? ¿Qué hay en nuestro temperamento, en nuestra oración privada, en nuestras acciones para que Dios nos mande la bendición? ¿Actuamos de manera sincera? ¿Realmente tenemos un deseo de esas cosas que decimos desear? ¿Podríamos renunciar a compromisos mundanos para ocuparnos de la obra de Dios? ¿Podríamos separar tiempo para cuidar la viña del Señor? ¿Estamos dispuestos a hacer la obra del Señor y tiene nuestro corazón la condición para hacerlo de manera eficiente y aceptable? Guarda silencio y considera. Yo sugeriría a cada cristiano que se sentara un rato delante de Dios cuando llegue a casa y adore con el silencio del sobrecogimiento, con el silencio de la vergüenza y con el silencio de pensar cuidadosamente en estas cosas.

A través de la Biblia en un año: Números 21-24

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

martes, 19 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 12 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



19 de marzo – DIOS NO ES MUDO

Habla, que tu siervo escucha respondió Samuel. 1 Samuel 3:10.

El que quiera escuchar a Dios hablar no tiene que esperar mucho porque Dios habla constantemente a los hombres por medio de las Escrituras que nos fueron dadas mediante la inspiración. ¡Qué pena que seamos tan sordos a sus enseñanzas! Se lee tan poco este maravilloso volumen, tan lleno de sabiduría, que muy pocos de nosotros nos podríamos atrever a mirar sus páginas y decir: «Ay, Señor, en este libro he escuchado tu palabra». En otras ocasiones el Señor habla por medio de la providencia. Las providencias tanto nacionales como personales tienen un significado, providencias que afligen y providencias que consuelan, todas tienen una voz. Pero, por desgracia, temo que a menudo la providencia para nosotros es muda porque nosotros somos sordos. Temo que muy pocos de ustedes pueden decir: «Ay, Señor, en la providencia he escuchado tu palabra». El Dios del cielo habla a los hombres por medio de su Espíritu Santo. Él hace esto, a veces, en las funciones comunes del Espíritu sobre los impíos a las que ellos se resisten, como también hicieron sus padres. El Espíritu lucha con hombres; él llama, ellos se niegan; él extiende su mano, pero ellos no lo reconocen. Aunque tenemos oídos para oír, a menudo apagamos al Espíritu, lo entristecemos, hacemos poco caso de sus admoniciones y, no obstante, si no despreciamos sus enseñanzas, muy a menudo las olvidamos y escuchamos las tonterías de la tierra en lugar de la sabiduría de los cielos.

A través de la Biblia en un año: Números 17-20

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

lunes, 18 de marzo de 2019

Renovando Tu Mente | Josué y la conquista de Canaán




Cantar de los cantares, día 11 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



18 de marzo – LOS DÍAS DE LA PREPARACIÓN

El día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos. 2 Tesalonicenses 1:10.

La completa glorificación de Cristo en sus santos será cuando él venga por segunda vez, de acuerdo a la segura palabra de la profecía. Él ahora se glorifica en ellos porque dice: «Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado» (Juan 17:10); pero hasta el momento esa gloria es más bien perceptible para sí mismo que para el mundo exterior. Las lámparas se están despabilando y brillarán en breve. Estos son los días de la preparación antes del día de reposo que es un sentido infinito, un día de fiesta. Como se dijo de Ester, que durante muchos meses se preparó con mirra y dulces fragancias antes de entrar al palacio del rey para casarse con él, así mismo ahora nosotros somos purificados y preparados para ese día majestuoso cuando la iglesia perfeccionada se presentará ante Cristo como una novia ante su esposo. Juan dice de ella que estará «preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido». Esta es nuestra noche en la que debemos velar, pero mira, viene la mañana, una mañana sin nubes y luego caminaremos en luz porque ha venido nuestro Bien Amado. Esa segunda venida suya será su revelación, aquí estuvo bajo una nube y los hombres no lo percibieron, excepto unos pocos que contemplaron su gloria; pero cuando él venga por segunda vez, todos los velos serán quitados y todo ojo verá la gloria de su rostro. Él aguarda esto y su iglesia le aguarda a él.

A través de la Biblia en un año: Números 13-16

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

domingo, 17 de marzo de 2019

17 de marzo – EL TOQUE SANADOR

«Iré a sanarlo», respondió Jesús. Mateo 8:7.

Durante tres años nuestro Señor anduvo por los hospitales: se pasaba el día entero en una enfermería, en una ocasión a todo su alrededor pusieron a los enfermos en las calles y en todo momento el mal físico cruzaba su camino de una manera u otra. Él extendía su mano o hablaba la palabra y sanaba todo tipo de dolencias, porque era parte del trabajo de toda su vida. «Iré a sanarlo», dijo él, porque era un médico que constantemente estaba ejerciendo y pasaba visitas enseguida para ver al paciente. «Él se ocupaba de hacer el bien» y en todo esto le hacía saber a su pueblo que su intención no era bendecir solo una parte del hombre sino toda nuestra naturaleza, llevando sobre sí no solo nuestros pecados sino también nuestras enfermedades. Jesús quiere bendecir tanto el cuerpo como el alma, y aunque por el tiempo presente él ha dejado nuestro cuerpo en gran parte bajo el control de la enfermedad, porque todavía «el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia» (Romanos 8:10), no obstante, cada miembro restaurado, cada ojo abierto y cada herida sanada es una señal de que Jesús se interesa por nuestra carne y nuestros huesos y quiere que el cuerpo comparta los beneficios de su muerte mediante una gloriosa resurrección.

La genialidad del cristianismo es sentir pena por los pecadores y los que sufren. Que la iglesia sea sanadora como su Señor: al menos si no puede desprender sanidad con el borde de su manto ni «decir la palabra» para que la enfermedad huya, que esté entre los más dispuestos a ayudar en todo lo que pueda a mitigar el dolor o socorrer en la pobreza.

A través de la Biblia en un año: Números 9-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

sábado, 16 de marzo de 2019

¿Opresión espiritual o desequilibrio químico? - Ana Ávila



16 de marzo – PERDÓN Y OBEDIENCIA

Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados –se dirigió entonces al paralítico- : Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y el hombre se levantó y se fue a su casa. Mateo 9:6-7.

Yo creo que la obediencia minuciosa que el Salvador requería era la mejor evidencia de que él había perdonado el pecado del hombre: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». De aquí en lo adelante, hacer todo lo que Cristo te ordene, de la manera en que él te ordene hacerlo, porque él te lo ordena, hacerlo de una vez, hacerlo con gozo, hacerlo constantemente, hacerlo con oración, hacerlo con gratitud, debe ser la señal de que en realidad él ha tratado contigo como un Dios perdonador. Me temo que hay algunos que profesan haber sido perdonados ¡que no son tan obedientes a Cristo como debieran serlo! Sé que han descuidado ciertos deberes; una vez hasta conocí a un hombre que no leía ciertas partes de la Palabra de Dios porque le hacían sentir incómodo; pero asegúrate de esto, cuando tú y la Palabra de Dios se pelean, la Palabra de Dios tiene la razón. Hay algo podrido en el estado de Dinamarca si tú puedes leer un capítulo deseando que no estuviera ahí. Hay algo mal en ti cuando discutes con la Palabra de Dios. Yo digo que la obediencia minuciosa es la evidencia más segura de que el Señor ha perdonado tu pecado. Por ejemplo: «El que crea y sea bautizado será salvo» (Marcos 16:16). No omitas ninguna parte de este precepto, y si Cristo te ordena venir a su mesa y así recordarlo, no vivas descuidando ese mandamiento.

A través de la Biblia en un año: Números 5-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

viernes, 15 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 10 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



15 de marzo – VISION DIVINA

Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Mateo 9:2.

Notarás que nuestro Señor no esperó a que se dijera palabra alguna, sencillamente miró y vio la fe de ellos. Mateo escribe: «Al ver Jesús la fe de ellos». ¿Quién puede ver la fe? Es algo cuyos efectos pueden verse, sus señales e indicios se pueden descubrir y en este caso eran tan eminentes porque romper el techo y bajar al hombre para ponerlo delante de Jesús de una manera tan extraña eran evidencias de su fe en que Jesús lo sanaría. No obstante, los ojos de Cristo no solo vieron las pruebas de su fe sino la fe misma. Allí estaban parados los cuatro hombres, hablando con sus ojos y diciendo: «¡Maestro, mira lo que hemos hecho! Estamos convencidos de que hemos hecho lo correcto y de que tú lo sanarás». Allí estaba el hombre, acostado en su cama, mirando hacia arriba y preguntándose qué haría el Señor, pero evidentemente estaba animado por la creencia de que ahora estaba en una posición de esperanza en la que con toda probabilidad se convertiría en un hombre favorecido más allá de todo el mundo. Cristo no solo vio las miradas de este hombre y de sus portadores, también vio su fe.

Ay, amigos, no podemos ver la fe los unos de los otros; pero podemos ver el fruto de esta. A veces pensamos que podemos discernir la falta de fe, pero para ver la fe en sí se necesita una visión divina; esto necesita la mirada del ojo del Hijo del Hombre. Jesús vio su fe y ahora ese mismo ojo está mirando a todos en este público y él ve tu fe. ¿Tienes alguna que él pueda ver?

A través de la Biblia en un año: Números 1-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

jueves, 14 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 9 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



14 de marzo – LA TORMENTA INTERIOR

Hombres de poca fe –les contestó-, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Mateo 8:26.

Los vientos bramaban, las aguas rugían y los discípulos pensaron que de seguro el mar enfurecido se tragaría la pequeña embarcación, así que despertaron a su Maestro del sueño que él tanto necesitaba y le gritaron: «¡Señor, sálvanos, que nos vamos a ahogar!» Al despertarse porque había peligro, él trató primero la causa principal del peligro, ¿cuál era? No los vientos ni las olas sino la incredulidad de los discípulos. Hay más peligro para un cristiano en su propia incredulidad que en las circunstancias más adversas que pudieran rodearle.

Creo que me atrevo a decir, aunque con el Omnipotente todo es posible, que era más fácil para Cristo calmar los vientos y las olas que aquietar la conmoción que surgió a causa de las dudas en las mentes de sus discípulos; él podía traer la calma con más rapidez a la superficie del lago galileo que a los espíritus perturbados de sus apóstoles aterrorizados. Lo mental siempre supera a lo físico; el gobierno de los corazones es mayor que el gobierno de los vientos y las olas. Así que cuando tengamos que batallar con los problemas, empecemos siempre por nosotros mismos: nuestros temores, falta de confianza, egoísmo y voluntad propia, porque el peligro principal reside ahí. Todos los problemas del mundo no pueden hacerte tanto daño como la mitad de un grano de incredulidad. Aquel que por la gracia de Dios es capaz de dominar su propia alma, no necesita dudar que también será dueño de cualquier cosa que se le oponga.

A través de la Biblia en un año: Juan 19-21

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Cantar de los cantares, día 8 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



miércoles, 13 de marzo de 2019

13 de marzo – LA IGLESIA

Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido. 1 Pedro 2:10.

La Palabra de Dios nos dice que en medio de la gran masa de hombres se encuentra un pueblo especial, un pueblo que Dios escogió de entre la raza común antes de que las estrellas comenzaran a brillar, un pueblo que el corazón de Dios quería desde antes de la fundación del mundo, un pueblo que fue redimido con la sangre preciosa de Jesús más allá y por encima del resto de toda la humanidad, un pueblo que es propiedad especial de Cristo, el rebaño de su pasto, las ovejas de su mano, un pueblo sobre el cual vela la Providencia, que modela su curso en medio del laberinto intrincado de la vida, un pueblo que será producido al final, cada uno de ellos sin falta delante del trono eterno y apto para el destino exaltado que él revelará en la era venidera.

A través de todas las Escrituras uno lee acerca de este pueblo particular y especial. A veces se les llama «simiente», otras veces «un huerto», otras «un tesoro» y a veces «un rebaño». El nombre común de ellos en el Nuevo Testamento es «la iglesia». Cristo nos dice que la única manera para entrar a la iglesia es a través de él mismo. Él es la puerta, la única puerta. No hay otra manera de entrar a la iglesia que no sea mediante él. Si crees en Cristo, eres miembro de su iglesia. Si tu confianza está puesta en Cristo, quien es la gran vía de salvación de Dios, tienes evidencias de que él te escogió antes de la fundación del mundo; y esa fe tuya te da derecho a todos los privilegios que Cristo ha prometido en su Palabra a los creyentes.

A través de la Biblia en un año: Juan 17-18

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.