Versículo para hoy:

domingo, 3 de julio de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 3

“Si sufrimos también reinaremos con él”. 2 Timoteo 2:12.

SI no somos de Cristo, no debemos pensar que estamos sufriendo por Cristo y con Cristo. Amado amigo, ¿estás confiando sólo en Jesús? De lo contrario, sea lo que fuere lo que tengas que lamentar en la tierra, no estás con eso “sufriendo con Cristo” y no tienes ninguna esperanza de reinar con él en el cielo. Tampoco tenemos que inferir que todos los sufrimientos que sufre el cristiano los sufre con Cristo, pues indispensable que sea llamado por Dios a sufrir. Si somos temerarios e imprudentes y entramos en lugares para los cuales ni la providencia ni la gracia nos ha preparado, debemos preguntarnos si no estamos, más bien, pecando que teniendo comunión con Jesús. Si permitimos que la pasión tome el lugar de la discreción y la voluntad propia reine en lugar de la autoridad de las Escrituras, estaremos haciendo las batallas del Señor con las armas del diablo y si llegamos a cortarnos nuestros propios dedos no debemos sorprendernos. Además, en las aflicciones que nos sobrevienen como consecuencia del pecado, no debemos soñar que estamos sufriendo con Cristo. Cuando María habló mal de Moisés y la lepra la contaminó, no sufría por Dios. Por otra parte, el sufrimiento que Dios acepta debe tener como fin la gloria de Dios. Si sufro para ganar reputación y merecer aplauso, no obtendré otro galardón que el del fariseo. Es indispensable también que el amor a Jesús y el amor a sus elegidos sea siempre la fuente principal de toda nuestra paciencia. Debemos manifestar el Espíritu de Cristo en mansedumbre, bondad y perdón. Averigüemos y veamos si en realidad sufrimos con Jesús. Y si en verdad sufrimos, ¿qué es nuestra leve aflicción comparada con el reinar con él? ¡Oh, es tan feliz estar en el horno con Cristo y tan honroso estar en el cepo con él, que si no hubiera una retribución futura, podríamos considerarnos felices con el honor presente! Pero cuando la recompensa es tan eterna, infinitamente mucho más de lo que tenemos derecho a esperar, ¿no tomaremos la cruz con presteza y proseguiremos nuestro camino con gozo?

Charles Haddon Spurgeon.