Versículo para hoy:

viernes, 22 de enero de 2010

jueves, 21 de enero de 2010

LECTURAS MATUTINAS - Charles H. Spurgeon

ENERO 21

"Y luego todo Israel será salvo". Rom. 11:26.


CUANDO Moisés cantó ante el mar Rojo, se gozó sabiendo que todo Israel estaba salvo. Ni una gota de agua cayó de aquella sólida muralla hasta que el último hombre del Israel de Dios hubo puesto sus pies con seguridad en la otra ribera del mar. Hecho esto, las aguas se juntaron otra vez, pero no hasta entonces. He aquí una parte de aquel canto: "Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste". En el día postrero, cuando los elegidos cantarán el canto de Moisés, siervo de Dios y del Cordero, éste será el canto triunfal de Jesús: "De los que me diste, ninguno de ellos perdí". En el cielo no habrá tronos desocupados. Todos los que han sido elegidos por Dios, todos los que han sido redimidos por Cristo, todos los que han sido llamados por el Espíritu Santo, todos los que creyeron en Jesús, cruzarán seguros el mar. No todos han desembarcado, pues parte de la hueste ha cruzado ya el mar y parte lo está cruzando ahora. La vanguardia del ejército ya ha llegado a la costa. Nosotros estamos marchando a través de las profundidades, estamos en este día siguiendo con dificultad a nuestro Guía en el corazón de la mar. Estemos de buen ánimo, la retaguardia pronto estará donde ya está la vanguardia; el último de los escogidos pronto habrá cruzado el mar, y entonces se oirá el canto de triunfo, cuando todos estén seguros. Si uno de los suyos estuviese ausente, si uno de su escogida familia fuese desechado, habría una eterna disonancia en el camino de los redimidos, y esto mellaría las cuerdas de las arpas del paraíso de tal forma que nunca podría conseguirse música de ellas. Pero esto no acontecerá, pues todos los suyos tienen que estar allá.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

miércoles, 20 de enero de 2010

LECTURAS MATUTINAS - Charles H. Spurgeon

ENERO 20

"Fue Abel pastor de ovejas". Gén. 4:2.


COMO pastor, Abel santificó su obra para gloria de Dios, y ofreció un sacrificio de sangre sobre su altar y Jehová miró con agrado a Abel y a su ofrenda. Este tipo antiguo de nuestro Señor, es muy claro y distinto. Igual que el primer rayo de luz que tiñe el horizonte a la salida del sol, este pasaje no lo revela todo, pero manifiesta claramente el gran hecho de que el sol se acerca. Al mirar a Abel, pastor y sacerdote a la vez, ofreciendo un sacrificio de suave olor a Dios, descubrimos a nuestro Señor, que lleva ante su Padre un sacrificio que Dios miró siempre con agrado. Abel fue odiado por su hermano, odiado sin causa. Lo mismo pasó con el Salvador. El hombre carnal y natural odió al hombre acepto, en quien fue hallado el Espíritu de gracia, y no descansó hasta que su sangre fue derramada. Abel cayó y roció su altar y su sacrificio con su propia sangre. Este hecho nos muestra al Señor Jesús, muerto por el odio del hombre, mientras oficiaba como sacerdote delante del Señor. "El buen pastor su vida da por las ovejas". Lloremos al verle muerto por el odio del género humano, tiñendo los cuernos del altar con su propia sangre. La sangre de Abel habla. Jehová dijo a Caín: "La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra". La sangre de Jesús tiene un lenguaje poderoso, y el significado de su potente grito no es de venganza sino de misericordia. Es precioso más allá de todo lo precioso, estar junto al altar de nuestro buen pastor, para verlo sangrar como sacerdote sacrificado y oír después, a su sangre hablar de paz para todo su rebaño: paz en nuestras conciencias, paz entre judíos y gentiles, paz entre el hombre y su ofendido Hacedor, paz eterna para los hombres lavados en la sangre. Abel fue el primer pastor en cuanto al tiempo, pero nuestros corazones siempre colocarán a Jesús primero en cuanto a excelencia. ¡Sublime guardador de las ovejas, nosotros, el pueblo de tu dehesa, te bendecimos con todo nuestro corazón al verte herido por nosotros!

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

lunes, 18 de enero de 2010

Terremoto Haití, una perspectiva bíblica - Pr. Sugel Michelén



Fuente: GraciaTV

Terremoto en Haití, la respuesta del ateísmo - Pr. Sugel Michelén


Tal como lo había anunciado, en el día de ayer predicamos en nuestra iglesia un sermón titulado: Terremoto en Haití, Una Perspectiva Bíblica. Gracias a todos aquellos que oraron por esta ministración de la Palabra en un momento tan sensible. En los próximos días estaré compartiendo algunas de las notas de ese sermón que espero sean de ayuda para muchos que están confusos y atribulados por la magnitud de esta tragedia. Continuar leyendo...

Fuente: © Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo

miércoles, 13 de enero de 2010

La Supremacía de Dios en las Misiones a Través de la Adoración - John Piper

La obra misionera no es la meta final de la iglesia. Lo es la adoración. Las misiones existen porque la adoración no existe. La adoración es absoluta, no así las misiones, porque Dios es la medida final de todas las cosas, no el hombre. Cuando termine ésta era, y los incontables millones de redimidos doblen sus rodillas ante el trono de Dios, las misiones se acabarán. La obra misionera es una necesidad temporal, pero la adoración permanece para siempre.4 Por tanto, la adoración es el combustible y la meta de las misiones. Es la meta final de las misiones sencillamente porque por medio de las misiones nosotros simplemente ayudamos a llevar a las naciones al incandescente deleite de la gloria de Dios. El objetivo de las misiones es el gozo de los pueblos en la grandeza de Dios ¡Jehová reina! ¡Regocíjese la tierra! ¡Alégrense las muchas costas!
(Salmo 97:1). “¡Alábenle, Dios, los pueblos, todos los pueblos te alaben! Alégrense y gócense las naciones” (Salmo 67:3–4). [¡Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben. Alégrense y canten con júbilo las naciones! (Salmo 67:3–4 NVI).]
La adoración es también el combustible de las misiones. La pasión por Dios en la adoración antecede a la proclamación de Dios por la predicación. No puedes recomendar lo que no aprecias. El misionero nunca exclamará, “Que se gocen las naciones” cuando no puede decirlo de corazón “Yo me regocijaré en Jehová…Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, Altísimo (Salmo 104:34; 9:2) Las misiones comienzan y terminan con la adoración.
Si a la búsqueda de la gloria de Dios no se le da prioridad sobre la búsqueda del bien del hombre (en los sentimientos del corazón) y sobre las prioridades de la iglesia, el hombre no será bien servido y Dios no será debidamente honrado. Continuar leyendo...

sábado, 9 de enero de 2010

miércoles, 6 de enero de 2010

TODO EL QUE QUIERA, PUEDE VENIR - Herman Hoeksema

Todos conocemos muchos himnos de invitación. El coro de uno de ellos dice así: (versión libre)

“Todo el que quiera, puede venir.
Todo el que quiera;
Proclamadlo al salir:
El Padre amoroso invita a su casa.
Todo el que quiera, puede venir;
Todo el que quiera”

Podrán adivinar que he elegido el tema general de los siguientes capítulos con este himno en mente. Tengo razones muy concretas y un propósito específico para tratar sobre este asunto.
En primer lugar, ha sido mi experiencia en más de una ocasión que, al predicar la pura verdad de la gracia soberana, la buena noticia de que la salvación es del Señor y en ningún sentido del hombre, hay algunos que, al igual que los muchachos sentados en la plaza de los que habla nuestro Señor, me tocan este himno, pretendiendo que les baile una danza arminiana al son de sus flautas, convencidos de que sus palabras contradicen y echan por tierra la doctrina de que Dios salva soberanamente a quien él quiere, y que la voluntad del hombre no coopera en absoluto en su salvación. Ahora bien, es evidente que yo aborrezco la música arminiana en su totalidad: esa que exalta orgullosa el libre albedrío del pecador; y me es imposible bailar a su son. Por otro lado, es mi deseo sincero prevenir a los creyentes sobre el peligro que supone el error de atribuir la salvación a la decisión de la voluntad del pecador, y, al mismo tiempo, instruirles en la salvación por la gracia soberana de Dios; en tal sentido, creo que puede ser muy educativo y beneficioso tomar el tema de ese himno y exponerlo a la luz de la Escritura. Continuar leyendo...

Fuente: Contra Mundum

sábado, 2 de enero de 2010

PARA ESTOS TIEMPOS DE INTOLERANCIA - Martín Scharenberg

La definición misma de “tolerancia” nos llama a ser tolerantes con todos, aún con aquellos que son abiertamente intolerantes. Esto se debe a que la tolerancia es una manifestación positiva de la justicia, pues donde no existe la tolerancia, la justicia evidentemente no se encuentra presente.

La justicia es un valor determinado por el conjunto de la sociedad para “garantizar el bien común”, y por lo tanto, al tratar de teorizar sobre la justicia, lo que la sociedad hace es tratar de establecer límites definidos de aquello que considera “bueno” o “malo” para sus ciudadanos.
Esto contrasta con la posición cristiana que considera que el fin principal del hombre (y de su conjunto) es glorificar a Dios, por lo que los limites de la justicia están dados por todo aquello que cumple o no con tal propósito fundamental. Para los cristianos, el “bien común” es solo alcanzable en la medida que “la gloria de Dios” sea activamente perseguida. Continuar leyendo...

Fuente: Rama de almendro

viernes, 1 de enero de 2010

God's Outlaw - La historia de William Tyndale

Obsesionado por proveer la Biblia completa en la versión inglesa, Tyndale tuvo que evadir la persecución de los agentes del rey Enrique VIII escapando a diferentes partes de Europa.
Película - duración: 1:34:37