Versículo para hoy:

miércoles, 31 de enero de 2018

¿Cuánto entretenimiento es demasiado? - Tim Challies en español

Un plan de batalla poco convencional - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 31

“El Dios mío me oirá”. Miqueas 7:7.

Los amigos pueden ser desleales, pero el Señor no se alejará del alma benévola; al contrario, Él oirá todos sus deseos. El profeta dice: “De la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca. Los enemigos del hombre son los de su casa”. Este es un estado miserable; pero aun en tal caso el Mejor Amigo permanece fiel, y podemos decirle toda nuestra tristeza.

Nuestra sabiduría está en mirar al Señor, y no en reñir con hombres y mujeres. Si nuestras llamadas cariñosas son desatendidas por nuestros propios parientes, esperemos al Dios de nuestra salud porque Él nos oirá. Él nos oirá tanto o más por causa de la crueldad y opresión de otros, y pronto tendremos razón para clamar: “Tú, enemiga mía, no te huelgues de mí”.

Porque Dios es el Dios vivo, Él puede oír; porque Él es un Dios amante, Él oirá; porque es nuestro Dios del pacto, está obligado a oírnos. Si cada uno de nosotros puede hablar de Él como “mi Dios”, podremos decir con certeza absoluta: “mi Dios me oirá”. ¡Ven, pues, oh corazón herido, y cuenta tus penas al Señor tu Dios! Yo me arrodillaré en secreto e interiormente murmuraré: “Mi Dios me oirá”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 30 de enero de 2018

Completamente perdonada - Nancy DeMoss De Wolgemuth


ENERO 30

“Y he aquí, Yo soy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres”. Génesis 28:15.

¿Necesitamos misericordias especiales para algún viaje que debemos hacer? Aquí tenemos las más escogidas: la presencia y la preservación de Dios. En todo lugar necesitamos ambas cosas, y en todo lugar las tendremos si estamos cumpliendo nuestro deber y no solamente siguiendo nuestra propia inclinación. ¿Por qué consideramos nuestro traslado a otro país como una necesidad triste, cuando es impuesto sobre nosotros por la voluntad divina? En todos los países el creyente es igualmente un peregrino y un extranjero; sin embargo, en cada región el Señor es un refugio, como lo ha sido a sus santos de generación en generación. Podemos carecer de la protección de un monarca terrestre, pero cuando Dios dice: “Yo te guardaré”, no hay ningún cuidado. Este es un pasaporte bendito para un viajero, y un acompañamiento divino para un emigrado.

Jacob nunca antes había dejado la casa de su padre: él había sido un niño mimado de su madre, y no un aventurero como su hermano. Sin embargo, él salió, y Dios con él. Tenía poco bagaje, y ningún séquito; pero ningún príncipe jamás viajó con mejor salvaguardia. Aun cuando dormía en pleno campo, los ángeles le guardaban y el Señor Dios le habló. Si el Señor nos manda ir, digamos con nuestro Señor Jesús: “Levantaos, vamos de aquí”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 29 de enero de 2018

El cordón escarlata - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 29

“Guarda y escucha todas estas palabras que Yo te mando, porque te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hicieres lo bueno y lo recto en los ojos de Jehová tu Dios”. Deuteronomio 28:3.

Aunque la salvación no es por las obras de la ley, sin embargo las bendiciones que son prometidas a la obediencia no son negadas a los siervos fieles de Dios. Nuestro Señor quitó las maldiciones cuando fue hecho maldición por nosotros, pero ninguna condición de bienaventuranza ha sido revocada.

Tenemos que notar y escuchar la voluntad revelada del Señor, dando nuestra atención, no a porciones de ella, sino a “todas estas palabras”. No hay que sacar y escoger, sino respetar imparcialmente todo lo que Dios ha mandado. Este es el camino de bendición para el padre y sus hijos. La bendición del Señor está sobre sus escogidos hasta la tercera y cuarta generación. Si andan rectamente delante de Él, Él hará que todos los hombres conozcan que son simiente bendita de Jehová.

Ninguna bendición puede venir sobre nosotros o los nuestros por el fraude o la doblez. Los caminos de conformidad al mundo, y de impiedad no pueden traer bien a nosotros o a los nuestros. Nos irá bien cuando vayamos bien con Dios. Si la integridad no nos hace prosperar, tampoco el fraude lo conseguirá. Lo que agrada a Dios nos traerá alegría.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 28 de enero de 2018

ENERO 28

“Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos”. Apocalipsis 21:4.

Sí, a esto vendremos si somos creyentes. La pena cesará, y las lágrimas serán limpiadas. Este es un mundo de llanto, pero pasará. Habrá un cielo nuevo, y una tierra nueva, así dice el primer versículo de este capítulo; y por lo tanto, no habrá nada por qué llorar tocante a la caída de Adán y las miserias consiguientes. Lee el versículo 2 y nota cómo habla de la esposa y su casamiento. La boda del Cordero es un tiempo de placer infinito y las lágrimas estarán fuera de lugar. El versículo 3 dice que el mismo Dios morará entre los hombres; y seguramente hay deleites en su diestra para siempre, y las lágrimas no caerán jamás.

¿Qué será nuestro estado cuando no haya más llanto, ni clamor, ni dolor? Esto será más glorioso de lo que ahora podemos imaginar. ¡Oh ojos enrojecidos de llorar, dejad vuestro llanto abrasador, porque dentro de poco no conoceréis más las lágrimas! 

Ninguno puede limpiar las lágrimas como el Dios de amor, pero Él va a hacerlo. “Por la tarde durará el llanto, y a la mañana vendrá la alegría”. ¡Ven Señor, y no tardes; porque ahora, tanto hombres como mujeres tienen que llorar!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 27 de enero de 2018

ENERO 27

“Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y seréis confusos en vuestra misma presencia por todos vuestros pecados que cometisteis”. Ezequiel 20:43.

Cuando somos aceptos al Señor, y estamos en el lugar del favor, de la paz y de la seguridad, entonces somos movidos a arrepentirnos de todas nuestras culpas y mala conducta hacia nuestro benigno Dios. El arrepentimiento es de tanto valor, que podemos llamarlo un diamante de primera calidad, y es prometido dulcemente al pueblo de Dios como un resultado de la salvación que más santifica. El que acepta el arrepentimiento, también da el arrepentimiento; y no lo da de su “caja amarga”, sino de entre las “hojuelas con miel”, con las cuales alimenta a su pueblo. El mejor modo de disolver un corazón de peña es tener un sentimiento de perdón que ha sido comprado con sangre y de misericordia inmerecida. ¿Nos sentimos duros? Pensemos en el amor del pacto, y entonces dejaremos el pecado, lamentaremos el pecado, y aborreceremos el pecado; sí, y estaremos confusos por haber pecado contra el amor infinito. 

Acerquémonos a Dios con esta promesa de penitencia, y pidámosle que nos ayude a recordarnos, a arrepentirnos, a tener sentimiento y a volvernos. ¡Oh que pudiésemos gozar del enternecimiento de la tristeza santa! ¡Qué alivio nos sería derramar un torrente de lágrimas! ¡Señor, hiere la peña, o habla a la peña, y haz que corran las aguas!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 26 de enero de 2018

A dónde llevar tu corazón roto - Josh Squires

Cuando las madres interceden - Nancy DeMoss de Wolgemuth


ENERO 26


“Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación en Israel. Números 23:23.

¡Cómo debiera esto arrancar de raíz y de rama todos los temores necios y supersticiosos! Aún si hubiese alguna verdad en la hechicería y los agüeros, no podrían afectar al pueblo del Señor. Aquellos a quienes Dios bendice, no pueden maldecirlos los demonios.

Hombres impíos como Balaam pueden conspirar con astucia para la ruina del Israel de Dios; pero con todo su silencio y astucia están destinados a fracasar. Su pólvora está húmeda, el filo de su espada está embotado. Se juntan, pero como el Señor no está con ellos, se juntan en vano. Podemos estar quedos y dejarles tejer sus redes, porque no seremos tomados en ellas. Aunque soliciten la ayuda de Beelzebub, y se sirvan de todo su arte serpentino, no les valdrá de nada; el encantamiento no tendrá efecto, la adivinación les engañará. ¡Qué bendición es esta! ¡Cómo aquieta el corazón! Los Jacobs de Dios pelean con Dios, pero ninguno peleará con ellos y prevalecerá. Los Israeles de Dios tienen poder con Dios y prevalecen, pero ninguno tendrá poder para prevalecer en contra de ellos. No es necesario que tengamos temor del mismo enemigo mortal ni de ninguno de esos enemigos secretos cuyas palabras están llenas de engaño y cuyos proyectos son profundos e insondables. No pueden dañar a los que confían en el Dios vivo. Nosotros desafiamos al diablo y a todas sus legiones.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 25 de enero de 2018

Dios está obrando - Nancy DeMoss de Wolgemuth


ENERO 25

“Él mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado; Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro, y su vida se verá en luz”. Job 33:27-28.


Esta es una palabra verdadera, deducida de la experiencia de un hombre de Dios, y es equivalente a una promesa. Lo que el Señor ha hecho, y está haciendo, continuará haciendo mientras que el mundo se mantenga firme. El Señor recibirá en su seno todos los que a Él vienen con una confesión sincera de su pecado; en verdad siempre está vigilando para descubrir a cualquiera que está triste por causa de sus pecados.

¿No podemos nosotros endosar el lenguaje usado aquí? ¿No hemos pecado, y pecado personalmente de manera que hemos dicho: “¿He pecado?” ¿Pecado con intención habiendo pervertido lo recto? ¿Pecado de tal manera que hemos descubierto que nada nos ha aprovechado y que sólo trae pérdida eterna? Vayamos, pues, a Dios con un reconocimiento sincero. Él no pide más. Nosotros no podemos hacer menos.

Invoquemos su promesa en el nombre de Jesús. Él nos librará del abismo del infierno que se abre para recibirnos; Él nos concederá vida y luz. ¿Por qué nos desesperamos? ¿Por qué tenemos aún una duda? El Señor no se burla de almas humildes. Él piensa lo que dice. Los culpables pueden ser perdonados. Los que merecen ejecución pueden recibir absolución gratuita. ¡Señor, confesamos a Ti nuestros pecados y te pedimos que nos perdones!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 24 de enero de 2018

Escrito en el libreto de Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 24

“Él guarda los pies de sus santos.” 1 Samuel 2:9.

El camino es resbaladizo, y nuestros pies son débiles, pero el Señor guarda nuestros pies. Si nos entregamos por fe obediente a ser sus santos, Él mismo será nuestro guardián. No mandará sólo a sus ángeles para que nos guarden, sino que Él mismo guardará nuestras salidas.

Él guardará nuestros pies de caída, para que no manchemos nuestros vestidos, ni seamos heridos en nuestras almas, ni hagamos blasfemar al enemigo.

Él guardará nuestros pies de errar para que no entremos en caminos de error, o caminos de locura, o sendas de costumbres mundanas.

Él guardará nuestros pies de hincharse por cansancio, o de ampollas causadas por la aspereza y lo largo del camino.

Él guardará nuestros pies de heridas; de hierro y de metal será nuestro calzado, de modo que si tenemos que poner los pies sobre el filo de una espada, o sobre serpientes mortíferas no perderemos sangre, ni seremos envenenados.

También Él sacará nuestros pies de la red. No seremos envueltos por el engaño de nuestros enemigos malignos y astutos.

Con tal promesa, corramos sin cansancio y andemos sin temor. El que guarda nuestros pies lo hará eficazmente.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 23 de enero de 2018

Llevando a las mujeres a la Palabra, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 23

“Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para expiarle”. Levítico 1:4.


Si por poner su mano sobre el becerro vino a ser el sacrificio del ofrecedor, ¿cuánto más será Jesús el nuestro, si ponemos sobre Él la mano de la fe?

En ti mi fe se apoya,
En ti, Jesús, mi gloria y mi embeleso,
En tanto que afligido y penitente
Mi culpa yo confieso.

¿Si un becerro fue aceptado por Él para expiarle, cuánto más será el Señor Jesús nuestra propiciación completa y suficiente? Algunos se quejan de la gran verdad de la sustitución; pero en cuanto a nosotros, es nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra jactancia y nuestro todo. Jesús es aceptado por nosotros, para nuestra expiación, y somos “aceptos en el Amado”.

Que el lector tenga cuidado ahora mismo, de poner su mano sobre el sacrificio consumado del Señor, para que así le sea de provecho. Si lo ha hecho una vez, que lo vuelva a hacer. Si nunca lo ha hecho, que extienda su mano sin detenerse un instante. Jesús es tuyo ahora si quieres tenerle. Apóyate en Él; apóyate en Él con toda tu fuerza; y es tuyo, no puede haber duda acerca de esto; tú estás reconciliado con Dios, tus pecados son borrados, y tú eres del Señor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 22 de enero de 2018

Amor y humildad - Tim Challies en español

Llevando a las mujeres a la Palabra, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 22

“Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová”. Salmo 41:1.

Es el deber de un hombre cristiano pensar en los pobres y tener un corazón tierno para con ellos; porque Jesús los puso con nosotros y cerca de nosotros cuando dijo: “A los pobres siempre los tenéis con vosotros”.

Muchos dan su dinero a los pobres con prisa, sin pensamiento; y muchos más no les dan nada. Esta preciosa promesa pertenece a los que “piensan” en los pobres, consideran su caso, piensan en medios para su beneficio y los llevan a cabo con consideración. Podemos hacer más con mostrar solicitud que con dar dinero, y aún más con las dos cosas juntas. El Señor promete mostrar su propia consideración en tiempos de apuro a los que piensan en los pobres. Él nos librará de la pena si ayudamos a otros cuando están en la pena. Recibiremos ayuda providencial muy extraordinaria si el Señor ve que procuramos proveer para otros. Tendremos días malos a pesar de ser generosos; pero si somos benévolos, tenemos derecho a liberación especial, y el Señor no negará su propia palabra y obligación. Los avarientos se pueden amparar a sí mismos, pero el Señor ayudará a los creyentes atentos y generosos. De la manera que habéis tratado a otros, así hará el Señor con vosotros. Vaciad vuestros bolsillos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 21 de enero de 2018

ENERO 21

“Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová”. Éxodo 7:5.

El mundo impío es difícil de enseñar. Egipto no conoce a Jehová, y así se atreve a erigir sus ídolos, y aún tiene la osadía de preguntar: “¿Quién es Jehová?” Pero el Señor se propone romper los corazones orgullosos, quieran o no. Cuando sus juicios truenan sobre sus cabezas, oscurecen su cielo, destruyen sus siegas y matan sus hijos, entonces empiezan a discernir algo del poder de Jehová. Aún se tienen que hacer tales cosas en la tierra, que harán que los ateos doblen sus rodillas. No desmayemos a causa de sus blasfemias, porque el Señor puede cuidar de su propio nombre, y lo hará de una manera muy eficaz.

La salvación de su propio pueblo fue otra manera potente de hacer que Egipto conociese que el Dios de Israel era Jehová, el Dios vivo y verdadero. Ningún israelita murió de ninguna de las diez plagas. Ninguno de la simiente escogida fue ahogado en el Mar Bermejo. De la misma manera, la salvación de los escogidos, y la glorificación cierta de todos los creyentes verdaderos, hará que los más acérrimos enemigos de Dios reconozcan que Jehová es el Dios.

¡Oh, que su poder convincente por el Espíritu Santo se mostrara en la predicación del Evangelio, hasta que todas las naciones se inclinasen al nombre de Jesús, y le llamasen Señor!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 20 de enero de 2018

Ya no vivo yo - Aylín Merck

ENERO 20

“Al que venciere daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. Apocalipsis 2:7.


Ningún hombre puede volver la espalda en el día de la batalla, o rehusar de ir a la guerra santa. Tenemos que pelear si queremos reinar, y tenemos que proseguir la lucha hasta vencer cada enemigo, o de otro modo esta promesa no es para nosotros, puesto que es solamente para aquel “que venciere”. Tenemos que vencer los falsos profetas que han entrado en el mundo, y todos los males que acompañan sus enseñanzas. Tenemos que vencer nuestra propia falta de ánimo y la tendencia a declinar de nuestro primer amor. Leed todas las palabras del Espíritu a la iglesia de Éfeso.

Si por la gracia ganamos la victoria, lo que seguramente pasará si seguimos a nuestro Capitán conquistador, entonces seremos admitidos al mismo centro del paraíso de Dios, y nos permitirán pasar el querubín y su espada encendida, y venir a aquel árbol guardado, del cual si un hombre come, vivirá para siempre. Así escaparemos esa muerte eterna que es la sentencia sobre el pecado, y ganaremos esa vida eterna que es el sello de la inocencia, el desarrollo de principios inmortales de santidad divina. ¡Ven, alma mía, anímate! El huir del conflicto será el perder los goces del nuevo y mejor Edén; el pelear hasta vencer es andar con Dios en el Paraíso.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 19 de enero de 2018

Llevando a las mujeres a la Palabra, día 1 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 19

“Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo”. Romanos 10:9.


Tiene que haber confesión con la boca. ¿La he hecho? ¿He manifestado abiertamente mi fe en Jesús como el Salvador a quien Dios ha resucitado de los muertos, y la he hecho según Dios manda? Que conteste yo a esta pregunta con sinceridad.

También tiene que haber fe en el corazón. ¿Creo sinceramente en el resucitado Señor Jesús? ¿Confío en Él como mi única esperanza de salvación? ¿Sale esta confianza de mi corazón? Que conteste yo como delante de Dios.

Si puedo verdaderamente reclamar tanto que he confesado a Cristo como que he creído en Él, entonces soy salvo. El versículo no dice que tal vez será así, sino que habla en términos claros, y es tan evidente como que el sol está en los cielos: “Serás salvo”. Como un creyente y un confesor, yo puedo poner mi mano sobre esta promesa, e invocarla delante del Señor Dios en este momento, durante toda mi vida, en la hora de la muerte, y en el día del juicio.

Tengo que ser salvo de la culpa del pecado, del poder del pecado, del castigo del pecado y, finalmente, del mismo pecado. Dios lo ha dicho: “serás salvo”. Yo creo. Seré salvo; soy salvo. ¡Gloria a Dios para siempre jamás!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 18 de enero de 2018

Renovando tu perspectiva - Nancy DeMoss de Wolgemuth


ENERO 18

“Cuando hubiere puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje”. Isaías 53:10.
 

Nuestro Señor Jesús no ha muerto en vano. Su muerte era un sacrificio; Él murió como nuestro sustituto, porque la muerte era la paga de nuestros pecados; y porque su sustitución fue aceptada por Dios, Él ha salvado a aquellos por quienes puso su vida en sacrificio. Por la muerte Él se hizo como el grano de trigo que lleva mucho fruto. Tiene que haber sucesión de hijos a Jesús; Él es “el Padre del eterno siglo”. Él dirá: “He aquí, Yo y los hijos que me dio Dios”.

Un hombre es honrado en sus hijos, y Jesús tiene su aljaba henchida de estas saetas del valiente. Un hombre es representado en sus hijos, y así lo es Cristo en los cristianos. En su linaje, la vida de un hombre parece ser prolongada y extendida; y así la vida de Jesús se continúa en los creyentes.

Jesús vive, porque Él ve su linaje. Él se fija y se complace en nosotros, nos reconoce como el fruto del trabajo de su alma. Alegrémonos de que nuestro Señor no deja de gozarse en el resultado de su tremendo sacrificio, y que nunca cesará de gozar con la vista de la siega, resultado de su muerte. Esos ojos que una vez lloraron por nosotros, ahora nos miran con placer. Sí, Él pone la mira en los que miran a Él. ¡Nuestros ojos se encuentran! ¡Qué gozo es esto!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 17 de enero de 2018

Cuando te sientes débil y sin poder - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 17

“Y él le respondió: Ve, porque yo seré contigo”. Éxodo 3:12.


Es claro que si el Señor diera a Moisés una comisión, no le dejaría ir solo. En vista del gran riesgo que correría, y el gran poder que requeriría, sería ridículo que Dios mandara a un hebreo pobre y solitario a confrontarse con el más poderoso rey en el mundo, y entonces le dejara solo. No se puede imaginar que un Dios sabio pusiera al pobre Moisés en contra de Faraón y las fuerzas enormes de Egipto. Por eso Él dice: “Yo seré contigo”, como si fuera completamente imposible que lo mandara solo. 

También en mi caso se aplicará la misma regla. Si hago una comisión para el Señor, con una confianza sencilla en su poder, y un ojo sincero para su gloria, es cierto que Él estará conmigo. El ser yo mandado por Él, le obliga a favorecerme. ¿No basta esto? ¿Qué más quiero? Si todos los ángeles y arcángeles estuvieran conmigo, tal vez decaería; pero si Él está conmigo, tengo que prosperar. 

Solamente que tenga yo cuidado de obrar dignamente para con esta promesa. Que no vaya yo tímido, desanimado, negligente, o presuntuoso. ¿Qué tal conviene que sea aquel con quien Dios está? En tal compañía me conviene armarme de valor, y entrar como Moisés delante de Faraón, sin temor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 16 de enero de 2018

Tú puedes perseverar - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ENERO 16

“Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová será salvo”.        
Joel 2:32.


¿Por qué no invoco su nombre? ¿Por qué corro a este vecino y al otro, cuando Dios está tan cerca y oirá mi llamada más débil? ¿Por qué me siento y formo proyectos e invento designios? ¿Por qué no me echo con mi carga sobre el Señor? Ir adelante directamente es la mejor manera de correr; ¿por qué no corro ahora mismo al Dios vivo? En vano buscaré la salvación en otra parte; pero en Dios la encontraré; porque aquí tengo su real será para hacerlo seguro.

No es necesario que yo pregunte si puedo invocarle o no, porque esa palabra “cualquiera” es muy extensa y comprensiva. Cualquiera se aplica a mí, porque significa todos y cada uno de los que invocan a Dios. Así que yo seguiré la enseñanza del versículo y ahora mismo invocaré al Señor glorioso que ha dado una promesa tan grande.

Mi caso es urgente, y no sé cómo podré ser librado; pero nada tengo que ver con esto. El que hace la promesa hallará medios de guardarla. A mí me toca obedecer sus mandamientos; no me toca dirigir sus consejos. Soy su siervo y no su abogado. Yo le invoco y Él me librará.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.