Versículo para hoy:

lunes, 11 de febrero de 2019

Está quieta, alma mía - Nancy DeMoss de Wolgemuth



11 de febrero – POR TODA LA ETERNIDAD

Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Juan 10:28.

No puedo avanzar una pulgada sin orar en el camino, ni mantener la pulgada que gano sin vigilar y permanecer firme. Solo la gracia puede preservarme y perfeccionarme. La vieja naturaleza acabará con la nueva naturaleza si le es posible; y hasta este momento la única razón por la que mi nueva naturaleza no está muerta es esta: porque no puede morir. De haber podido morir, hace mucho tiempo que habría sido asesinada, pero Jesús dijo: «A mis ovejas les doy vida eterna» y «el que cree en mí tiene vida eterna» y por lo tanto el creyente no puede morir. La única religión que te salvará es aquella que no puedes dejar porque te posee y no te dejará. Tener a Cristo viviendo en ti y la verdad incrustada en tu misma naturaleza, ay señores, esta es la cosa que salva el alma y nada menos que esto. Está escrito en el texto: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna». ¿Qué es esto sino una vida que durará hasta tus sesenta años y hasta diez más, una vida que eclipsará esas estrellas y aquella luna; una vida que coexistirá con la vida del Padre Eterno? Mientras haya un Dios, el creyente no solo existirá sino que vivirá.

A través de la Biblia en un año: Éxodo 25-28

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.