Versículo para hoy:

domingo, 15 de mayo de 2016

Qué es la mente renovada y cómo se obtiene - Pr. John Piper

¿Debo odiar a Satanás? - Pr. John Piper

LECTURAS VESPERTINAS – MAYO 15

“Hechos perfectos”. Hebreos 12:23.

RECUERDA que hay dos clases de perfección que el cristiano necesita: La perfección de la justificación en la persona de Jesús y la perfección de la santificación obrada por el Espíritu Santo. Al presente, la corrupción todavía permanece en el corazón del regenerado; la experiencia pronto nos enseña esto. Dentro de nosotros están todavía las lujurias y las malas imaginaciones. Pero me alegra saber que viene el día cuando Dios concluirá la obra que ha comenzado y que presentará mi alma no sólo perfecta en Cristo sino también perfecta por el Espíritu, sin mancha, ni arruga ni cosa semejante. ¿Puede ser cierto que este mi pobre y pecaminoso corazón llegará a ser santo como Dios es Santo? ¿Puede ser que este espíritu que frecuentemente clama, “¡miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo del pecado y de la muerte?”, habrá de quedar libre de pecado y de la muerte y que ninguna cosa mala perturbará mis oídos y ningún pensamiento pecaminoso turbará mi paz? ¡Oh, feliz momento! ¡Dios quiera que llegue pronto! Cuando yo cruce el Jordán, la obra de la santificación quedará terminada; pero hasta ese momento no pretenderé tener perfección en mí. Entonces mi espíritu tendrá su último bautismo en el fuego del Espíritu Santo. Me parece que anhelo morir para recibir aquella última y final purificación que me introducirá en el cielo. Ningún ángel será más puro que yo, pues podré decir en doble sentido: “Soy puro”, por la sangre de Jesús y por la obra del Espíritu. ¡Oh, cómo debiéramos ensalzar el poder del Espíritu Santo porque nos hizo aptos para estar delante de nuestro Padre en el cielo! Sin embargo, que la esperanza de la perfección en el más allá no nos haga quedar satisfechos con la imperfección de ahora, pues en ese caso nuestra esperanza no puede ser genuina, porque una buena esperanza purifica aun ahora. La obra de la gracia debe ser permanente en nosotros ahora, de lo contrario no será perfecta después. Pidamos ser “llenos del Espíritu” para que podamos producir abundantemente los frutos de justicia.

Charles Haddon Spurgeon.