Versículo para hoy:

martes, 13 de agosto de 2019

Él levanta del polvo al pobre - Nancy DeMoss de Wolgemuth



13 de agosto – CRISTO Y SU PERFECCIÓN

Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección. Hebreos 12:23.

Quizá el punto principal por el que Cristo recibirá la gloria será la absoluta perfección de todos los santos. Ellos estarán «sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección» (Efesios 5:27). Todavía no hemos experimentado qué es la perfección y, por tanto, casi no la podemos concebir; consideramos nuestros pensamientos demasiado pecaminosos como para que nos puedan ofrecer una idea completa de lo que debe ser la perfección absoluta. Pero no tendremos pecado en nosotros, porque nos presentaremos «intachables» ante el trono de Dios (Apocalipsis 14:5), y nunca más nos sentiremos propensos a pecar. La voluntad no estará inclinada a la maldad, sino que estará para siempre centrada en lo que es bueno. Los sentimientos nunca más serán egoístas; estarán sometidos a Cristo. Nunca se equivocarán. No habrá dulce o amargo, serán «perfectos, así como su Padre celestial es perfecto» (Mateo 5:48), y en verdad, hermanos, el que hace estas cosas en nosotros nos parecerá maravilloso. Adoraremos y admiraremos a Cristo por sus grandiosos resultados. ¡Oh, Maestro todopoderoso, con qué extraña mezcla trabajaste para convertir este hombre inclinado a la morosidad en una gran masa de amor! ¿Cómo trabajaste con este monstruo de codicia, solo interesado en su propio beneficio, para que pasara a encontrar todo su beneficio en ti? ¿Cómo venciste ese espíritu orgulloso, ese espíritu inconstante, ese espíritu perezoso, ese espíritu lujurioso, cómo te las arreglaste para eliminar todo eso? ¿Cómo extirpaste de tu redimido la raíz principal del pecado, y cada pequeña raíz de pecado que quedó, de modo que ni siquiera quedara una pequeña fibra?

A través de la Biblia en un año: Hebreos 10-11

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.