Versículo para hoy:

jueves, 21 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 14 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



21 de marzo – SENTARSE A LOS PIES DEL MAESTRO

Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Lucas 10:38-40.

El sonido nos agota, el silencio nos alimenta. Hacer los mandados del Maestro siempre es bueno, pero sentarse a los pies del Maestro es igual de necesario, porque al igual que los ángeles sobresalen en fuerza, nuestro poder para hacer sus mandamientos surge de que agucemos el oído a su Palabra. Si incluso para una controversia humana el silencio es una preparación adecuada, ¿cuánto más no será necesario en las súplicas solemnes con el Eterno? Deja que los manantiales profundos se abran y que las solemnidades de la eternidad ejerzan su poder mientras todavía todo está quieto dentro de nosotros.

Pero, ¿cómo es que ese silencio renueva nuestras fuerzas? Lo hace, primero, al dar espacio para que la Palabra fortalecedora entre a nuestra alma y se sienta realmente la energía del Espíritu Santo. Palabras, palabras, palabras; tenemos tantas palabras y no son más que paja, pero ¿dónde está el Verbo que en el principio era Dios y estaba con Dios? Esta Palabra es la semilla viva e incorruptible: «¿Qué tiene que ver la paja con el grano? Afirma el Señor» (Jeremías 23:28). Queremos menos de las palabras del hombre y más de él que es la misma Palabra de Dios. Guarda silencio, guarda silencio y deja que Jesús hable.

A través de la Biblia en un año: Números 25-28

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.