Versículo para hoy:

jueves, 3 de octubre de 2019

Su muerte lo traerá - Nancy DeMoss de Wolgemuth



3 de octubre – EL ARREPENTIMIENTO

Y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Lucas 24:47.

Me siento feliz de ver en este versículo la antigua virtud llamada arrepentimiento. Solía predicarse acerca de esta, pero ya ha pasado de moda. Dicen que hemos malinterpretado su significado y que esto solo significa un «cambio en la forma de pensar» y nada más. Me gustaría que los que se consideran tan sabios en su dominio del griego conocieran un poco más de ese idioma, para que no estuvieran tan prestos a formular sus aseveraciones infalibles. El arrepentimiento del evangelio es un cambio muy radical de la manera de pensar, uno que no se realiza en ningún hombre si no es por la intervención del Espíritu de Dios.

También debemos predicar los motivos del arrepentimiento, para que los hombres no se arrepientan solo por el temor al infierno, sino por la misma naturaleza del pecado. Cuando se ven encarcelados, todos los ladrones lamentan lo que hicieron; cuando el verdugo se acerca, todos los asesinos lamentan lo que hicieron. Pero el pecador tiene que arrepentirse, no solo por temor al castigo que lleva el pecado, sino porque su pecado está en contra de un Dios perdonador, contra un Salvador que derramó su sangre, contra una ley santa, contra un tierno evangelio. El verdadero penitente se arrepiente de su pecado contra Dios, y lo haría aunque no hubiera un castigo.

Debemos hablar de la fuente del arrepentimiento, que es el Señor Jesucristo otorgando el arrepentimiento y la remisión de pecados. El arrepentimiento es una planta que nunca crecerá en el desperdicio de la naturaleza: tiene que ocurrir un cambio en la naturaleza, el Espíritu Santo es quien implanta el arrepentimiento, de lo contrario, nunca florecería en nuestros corazones. Si no lo predicamos como un fruto del Espíritu Santo, cometemos un gran error.

A través de la Biblia en un año: Proverbios 25-27

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.