Versículo para hoy:

domingo, 31 de octubre de 2021

31 de octubre - ¡Escuchad Su voz! - Ray Stedman

 Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón. Salmo 95:7-8

Dios nos habla en este salmo para decirnos qué es lo que quiere esencialmente en la alabanza, lo que hace que la adoración sea verdadera adoración. ¡Es que escuchemos hoy Su voz! Eso es lo que Él desea. Él quiere que escuchemos Su voz, no solo que nos reunamos.

Es loable que las personas asistan a un culto en la iglesia, pero el valor que esto tiene no tarda en desaparecer si todo lo que hacemos es estar sentados mientras nuestros pensamientos están en otra parte. El hecho central de la alabanza es escuchar la Palabra de Dios, la voz de Dios. Es por eso que la exposición de las Escrituras debe ser lo principal en la adoración pública. Aquellas iglesias que se han alejado de esto están convirtiendo la adoración en una parodia. La adoración debe incluir escuchar la voz de Dios, oír lo que Él tiene que decir y permitir que Su Palabra corrija nuestras actitudes y nuestras reacciones. Yo desearía que cada uno de ustedes pudiese observar a las personas durante la hora de la adoración. Desde el punto de vista exterior, parece como si estuviesen ustedes prestando atención. Están sentados en silencio, con sus rostros absortos, mirando hacia arriba y al frente, aparentemente atraídos por lo que está diciendo la Palabra de Dios. Pero habiendo estado yo mismo sentado ahí, sé que esto no es siempre verdad. Algunos de ustedes están jugando al golf; otros están practicando un trato de negocios o están planeando un viaje. Algunos están repasando una conversación que tuvieron hace dos días. ¡Sería fascinante al final del culto saber dónde ha estado cada uno de ustedes! Pero Dios desea que, sea lo que sea que hagan durante el culto, cuando está hablando Su Palabra, ¡que escuchasen ustedes! ¡Y no solo que escuchasen, sino que prestasen atención! Prestar atención significa prestar atención a la Palabra, hacer algo al respecto, permitir que le cambie a usted.

El endurecer el corazón es justo lo contrario de escuchar Su voz. Si presta usted atención a Su voz, no estará endureciendo su corazón. Si endurece su corazón, no está prestando atención a Su voz, y estas dos cosas son mutuamente exclusivas. Él nos da un ejemplo de lo que quiere decir “endurecer el corazón”. Esto sucedió poco después de que los israelitas habían cruzado el mar Rojo y habían estado viajando una o dos semanas más por el desierto. Llegaron a un lugar donde no había agua y todos tenían sed. No habían tenido apenas tiempo de estar muy sedientos cuando los dirigentes del pueblo fueron a Moisés y empezaron a quejarse: “¿Qué estás haciendo? ¿Para qué nos llevas al desierto para que perezcamos? ¿Dónde está este Dios que se supone que nos está cuidando? ¿Por qué no ha provisto agua para nosotros?”. Ellos exigieron que Dios volviese a probarse a Sí mismo.

Dios dice que esto es lo que significa endurecer nuestro corazón. Este es el problema que tiene Él con nosotros. A Dios le turba que las personas puedan venir semana tras semana para escuchar informes conmovedores y resplandecientes acerca de lo que Él está haciendo en muchas vidas, ver el cambio evidente que se ha producido en muchas personas, y experimentar la liberación y la libertad que Él está llevando a cabo en muchos corazones, a pesar de lo cual, al momento en que algo les va mal, están dispuestos a desmoronarse.

Señor, te suplicamos en oración que Tú nos ayudes a prestar atención, para que no seamos como los padres de la antigüedad que se resistieron a Ti, te exasperaron y te causaron dolor durante cuarenta años.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
Aparte de la iglesia, ¿estamos intentando a propósito buscar ocasiones de un tiempo tranquilo y el espacio necesario que nos permitan prestar atención y escuchar la Palabra de Dios, permitiéndole que transmita Su mensaje de paz a nuestras almas?

sábado, 30 de octubre de 2021

INVITACIÓN ESPECIAL

 Amados lectores amigos y hermanos, hoy es nuestra CONFERENCIA TEOLÓGICA 2021. Están todos invitados junto a su congregación a participar presencial o virtualmente

Toda la información se encuentra aquí: https://www.seminariocarey.org/conferencia2021/

¡GRACIAS por compartir con tus amigos!




No solo está disponible ya el libro de nuestro rector Sam Masters, sino que será un OBSEQUIO para cada participante presencial de la Conferencia Teológica 2021. El costo de tu inscripción cubre las plenarias, talleres, y actividades del día, pero además incluye el libro En Espíritu y En Verdad. ¡No esperes para inscribirte!

30 de octubre - ¿Por qué damos gracias? - Ray Stedman

 Porque Jehová es Dios grande, el gran Rey sobre todos los dioses. En su mano están las profundidades de la tierra y las alturas de los montes son suyas. Salmo 95:3-4

El salmista está hablando acerca de los motivos básicos por los que todo el mundo debería dar gracias y alabar a Dios. Esto se aplica no solo a los creyentes, sino a todas las personas. Cada persona tiene la responsabilidad de alabar a Dios. En Romanos 1, el apóstol Pablo dice que una de las acusaciones que hace Dios en contra del pueblo es “ya que, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias” (Romanos 1:21). No reconocieron la relación que tenían con Él. A mí me sorprende continuamente que las personas puedan ser tan ciegas ante el hecho de que no son, como se imaginan con frecuencia que son, criaturas independientes que se abren su propio camino en la vida. Nosotros damos por sentado todas las fuerzas que nos mantienen vivos y hablamos de manera jactanciosa de que somos personas auto suficientes, de manera afectada en la vida, como si no hubiese nadie a quien tuviésemos que reconocer como la fuente de nuestra fortaleza y de nuestro poder.

El Dr. H. A. Ironside acostumbraba contar acerca de una experiencia que tuvo una vez en un restaurante. Pidió su comida, y justo cuando se disponía a comer, un hombre se acercó a su mesa y le dijo: ―¿Le importa a usted que me siente a su mesa?

El Dr. Ironside le dijo que estaba bien, así que el hombre se sentó. Como era su costumbre, el Dr. Ironside inclinó su cabeza y pronunció en silencio una palabra de gracias al Señor antes de comer. Cuando levantó la cabeza, el hombre le dijo: ―¿Tiene usted dolor de cabeza?

―No, no lo tengo ―le contestó Ironside.

El hombre le volvió a preguntar: ―En ese caso, ¿hay algún problema con su comida?

Ironside le dijo: ―No, ¿por qué?

―Bueno ―dijo el hombre―, le he visto ahí sentado con la cabeza inclinada y pensé que a lo mejor estaba usted enfermo o que algo no estaba bien con su comida.

Ironside contestó: ―No, sencillamente estaba dándole las gracias a Dios, como lo hago siempre antes de comer.

El hombre dijo: ―Oh, usted es uno de esos, ¿verdad? Yo no doy gracias nunca. Me gano mi dinero con el sudor de mi frente y no tengo que dar las gracias a nadie cuando como. ¡Así que empiezo a comer en seguida!

El Dr. Ironside dijo: ―Sí, usted es como mi perro. ¡Eso es lo que él hace también!

Esta pequeña historia sugiere que cuando las personas no le dan gracias a Dios, se están portando como animales irracionales. Tal es la base de esta apelación hecha por el salmista, sin importar cómo nos sintamos o cómo pueda ser nuestra actitud respecto a Dios, estamos limitados, como criaturas que dependemos de Su amor y gracia, al menos a darle gracias como nuestro Creador. El Salmo 96:8 dice: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre”. Dios merece siempre nuestra gratitud, no solo cuando nos apetece mostrarla. Es algo que deberíamos hacer por amor a Su nombre. Sin duda haría una gran diferencia en nuestra adoración si recordásemos que la alabanza no es algo que sencillamente refleja nuestros sentimientos pasajeros, sino algo que deberíamos hacer sencillamente porque Dios nos creó y nosotros no podemos vivir un solo momento sin Él.

Señor, te doy gracias porque Tú eres tan merecedor de la gloria. Perdóname por darte por sentado a Ti y todo lo que Tú haces.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
¿Llega nuestra gratitud más allá del “gracias a Dios que es viernes”? ¿Nos mueve a sentir una profunda gratitud a Dios Su carácter y bondad, Su misericordia y Su amor hacia nosotros?

viernes, 29 de octubre de 2021

29 de octubre - El secreto de la utilidad - Ray Stedman

¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos! Salmo 84:5

Aquí se nos explica el secreto de la utilidad: “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas”.

Muchos de ustedes hace mucho tiempo que son cristianos. Cuando se encuentra usted con dificultades o presiones, ¿dónde encuentra su fortaleza? ¿Ha descubierto que sus fuerzas están en Dios, que Él es quién hace la diferencia?

Un sábado por la noche llegué a casa después de haber cumplido con mis responsabilidades en mi iglesia, sintiéndome muy cansado. Mi esposa me habló de algunas cosas que habían estado pasando, algunas de las presiones de la iglesia y en la familia. Eran la clase de cosas que yo normalmente desearía traer ante el Señor y orar sobre ellas, pero no sentía deseos de orar. Estaba cansado y quería irme a la cama. Pensé para mí mismo: “¿De qué sirve orar, de todos modos? Estoy tan cansado que mis oraciones no tendrían poder alguno”.

Entonces me vino a la mente: ¡Vaya, una cosa que decir! ¿Qué diferencia hace cómo yo me sienta? Yo no dependo de mis oraciones, sino del poder de Dios. Siempre me había molestado cuando oía a los cristianos hablar acerca del “poder de la oración”. No hay ningún poder en la oración; hay poder en el Dios que contesta la oración. Me sentí reprendido en mi propio espíritu al recordar que no hace ninguna diferencia lo cansado que yo pueda sentirme. Así que oré muy brevemente, porque el poder de la oración tampoco depende de lo larga que sea la oración. Charles Spurgeon acostumbraba a hablar a aquellos que tenían la idea de que el poder del ministerio dependía de los pulmones del predicador, pero tampoco es esa la respuesta. El poder se halla en el Dios que está detrás de la oración: “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas”.

Hace algún tiempo estaba intentando vender mi coche. Con la intención de poner un anuncio en el periódico, leí varios anuncios de venta de coches para enterarme de cómo expresarlo mejor. Me fijé en una frase que aparecía repetidamente en los anuncios. Decía: “potencia por todos lados”. Al principio no sabía lo que significaba esto, pero entonces me dí cuenta que se refería a la servodirección, al servofreno, a la transmisión automática, a las ventanillas automáticas, a los asientos con potencia automática y, en caso de que el auto sea un convertible, un techo automático. ¡Potencia en todos los aspectos! Toda esta potencia ha sido diseñada con el propósito de eliminar el terrible esfuerzo a la hora de conducir, de manera que todo lo que tiene usted que hacer es sentarse, empujar unos cuantos botones, y suceden cosas. ¡Qué tremenda descripción de la vida cristiana: potencia por todos lados!

Señor, Tú eres la fortaleza de mi vida. Cuando yo me siento cansado y abrumado, permíteme acudir a Ti para el poder que necesito.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
¿Nos estamos perdiendo la maravilla de la divina invasión que es Cristo en nosotros? ¿Colocamos todo el peso de nuestra debilidad y cansancio sobre ese poderoso Recurso?

jueves, 28 de octubre de 2021

28 de octubre - El hombre y Dios - Ray Stedman

 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: “¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria?”. Salmo 8:3-4

Imagínese usted la escena. Aquí tenemos a un joven David bajo las estrellas de noche cuidando sus ovejas. En aquel tiempo y lugar el aire no estaba oscurecido por la niebla con humo ni sometido a la polución de productos irritantes que hoy en día llenan la atmósfera. Las estrellas eran brillantes y la luna, en su plena fase, cruzaba los cielos. Él sintió, como lo hemos sentido todos al estar bajo las estrellas de noche, una mezcla de misterio y de reverencia al ver los cielos cubiertos de estrellas. Consideró la belleza de la naturaleza como un testigo silencioso de la sabiduría de Dios. Toda la impresionante belleza de esta escena pasó ante sus ojos al ponerse el sol. David se sintió asombrado por la grandeza de Dios, que pudo crear semejantes cosas.

Treinta siglos después de que David escribiese estas palabras, nosotros sentimos el mismo asombro cuando consideramos el cielo cuajado de estrellas. Los astronautas han podido, de hecho, caminar físicamente sobre la misma luna que David pudo observar sólo a distancia, pero todo el conocimiento que hemos obtenido acerca del universo en el que vivimos solamente sirve para profundizar nuestra impresión de la tremenda sabiduría y poder de Dios. ¡Qué inmenso es el universo en el que vivimos! Estos billones de galaxias en rotación siguen su curso silencioso en las profundidades del espacio. ¡Qué tremendo es el poder que sostiene todo y hace que siga funcionando como una unidad armoniosa! Eso fue lo que impresionó a este salmista.

Pero después se enfrenta con la pregunta inevitable que se hacen todos aquellos que contemplan la grandeza de Dios. “¿Qué es el hombre”, pregunta, “a los ojos de Dios, que pudo crear un universo como este?”. Usted reconocerá que esta es la pregunta que clama, pidiendo una respuesta en la actualidad. ¿Qué son los humanos? ¿De dónde vinieron? ¿Cuál es su propósito aquí? ¿Por qué existen en este pequeño planeta en este vasto universo? Estas son las preguntas que se hacen más y más cada día.

El salmista a continuación contesta su propia pregunta: “Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra” (Salmo 8:5). El hombre tiene una relación única con Dios y fue creado para ser un poco menor que Dios. Lo que se incluye en esta expresión asombrosa es la revelación del propósito de Dios para el hombre. Según la Biblia, Dios creó al hombre para que fuese la expresión de la vida de Dios, el vehículo humano de la vida divina, el medio por el cual el Dios invisible se hiciese visible a Sus criaturas. El hombre debía ser el instrumento mediante el cual Dios realizaría Su obra en el mundo y la expresión del carácter y ser de Dios. Él es la criatura más cercana a Dios. No hay ningún otro más cercano, porque Dios mismo debía vivir en el hombre. Esta es la revelación de la Biblia. El hombre es un ser tan único, tan asombroso, que Dios mismo tiene la intención de vivir en él, para ser la gloria de la vida del hombre.

Padre, te damos gracias porque en Ti hallamos nuestro verdadero valor e identidad.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
Dios creó a los seres humanos para que estuviésemos totalmente vivos en unión con Él. ¿Estamos nosotros permitiendo a Dios restaurar esa unión con el Cristo resucitado, para que Él esté totalmente vivo en y por medio de nosotros?

miércoles, 27 de octubre de 2021

27 de octubre - De la desesperación a la victoria - Ray Stedman

 Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Salmo 77:15

El Salmo 77 tiene un tremendo valor para cualquier persona que jamás se haya enfrentado con las preguntas serias de la vida: ¿Existe un Dios del que podamos depender? ¿Existen los valores absolutos en la vida? ¿Tiene significado la vida? ¿Tiene algún propósito en lo que se refiere a esta existencia? He aquí un hombre que encuentra el camino de la conclusión desesperada expresada en el versículo 10: “Enfermedad mía es esta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo”, a la declaración triunfante del versículo 13: “Dios, santo es tu camino; ¿qué Dios es grande como nuestro Dios?”.

Lo hace meditando en lo que ha realizado el Señor. Lo hace pensando durante largo tiempo y muy en serio acerca de ciertas acciones de Dios en la historia, ciertos hechos concretos y obstinados que no se pueden olvidar ni se pueden ignorar, de lo que han sido testigos miles e incluso millones de personas, y los resultados de los cuales han alterado el curso de la historia.

Los acontecimientos del Éxodo fueron redentores. ¿Qué estaba haciendo Dios allí abajo en Egipto con estas gentes, trayendo plagas sobre los egipcios, recorriendo la tierra con sus terribles juicios y finalmente eliminando por medio de la muerte a los primogénitos del país? ¿Qué son estos? Milagros, sí, cuyo propósito era recuperar a un pueblo. Aquí vienen, comprados y liberados de la esclavitud de Egipto. Todo esto tiene el propósito de ser una imagen para siempre del propósito de la actividad de Dios. Todos los milagros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, tienen esta cualidad acerca de ellos.

¿Qué significa redimir? Significa restaurar la utilidad de algo que se ha convertido en inútil. Cuando yo era un estudiante del seminario, pasé tres años como un interno de verano en dos iglesias diferentes en Pasadena. Y probablemente, igual que los estudiantes del seminario todavía hoy, cuando llegué a Pasadena en la primavera de cada año, llegué sin un centavo, sin nada que me cubriese hasta que no recibiese el primer cheque. La primera vez que sucedió este problema descubrí una manera de resolverlo que usé cada año que fui un interno durante los veranos. Tan pronto como llegué a Pasadena, llevé mi máquina de escribir a una tienda de empeños y la empeñé. Eso me ayudó hasta que recibí mi primer cheque, y cuando llegó el primer cheque, cogí el dinero necesario para ir a recuperar mi máquina de escribir. Cuando la máquina de escribir estaba en la casa de empeño, no me servía para nada; no la podía usar; la casa de empeño no la podía usar; nadie tenía el derecho a usar la máquina de escribir. Resultaba totalmente inútil para nadie. Fue sólo al redimirla que pudo funcionar una vez más.

Eso es lo que hace la redención, y esa es la obra especial de Dios. Todo lo que Él hace en la vida humana tiene este propósito. Estas poderosas actividades de Dios, que han quedado registradas como milagros, todas ellas tienen un carácter redentor. Sirven para comprarnos y nos restauran. Lo que hacen es desmenuzar todos los acrecimientos de años enteros de haber vivido mal, con vicios perjudiciales y actitudes dolorosas, arrancándolos para restaurarnos, a fin de que podamos funcionar de nuevo de una manera útil.

Padre, te doy gracias por Tu obra especial de redención en la historia de Israel y también en mi propia vida. Te doy gracias por Tu obra que hace que tenga un propósito y me ayuda a volverme de la desesperación a la victoria.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
¿De qué manera nos ayudan los milagros redentores de Dios a contestar las difíciles preguntas de la vida? ¿Nos sentimos asombrados por la gracia redentora de Dios, que hace que pasemos de la ineficacia a la victoria absoluta?

martes, 26 de octubre de 2021

26 de octubre - Obteniendo la ayuda de Dios - Ray Stedman

 Me acordaré de las obras del Señor; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras. Salmo 77:11-12

Las palabras cruciales en estos versículos son: “haré yo”. Esto indica que el salmista tiene control de sí mismo; ya no es víctima de sus sentimientos, y eso es el punto. El control de su vida pasa de su corazón a su cabeza, y así es cómo Dios quiso que fuese. Se da cuenta que el lugar donde comenzar no es consigo mismo, como lo había estado haciendo, o con sus circunstancias, sino con Dios. Y el orden debido no es comenzando con la oración y la meditación, sino a la inversa, que lleva a la petición basada en entender quién es Dios.

Esa es la salida y apunta a los problemas que tuvo este hombre con anterioridad. Comenzó la oración consigo mismo como el centro, que es algo que puede usted ver en sus palabras. Este problema que le ha llevado a Dios ocupa su mente. Todo lo que este hombre piensa es: “¿Qué es lo que me está pasando? Mirad cómo lloro y no sucede nada”.

El resultado de esto es siempre el mismo. Cuando nuestro yo está en el centro, entonces el corazón manda y la mente está siendo gobernada por los sentimientos. Entonces nos encontramos limitados por lo que la Biblia llama “el pensamiento natural”, o pensar de una manera estrecha que no toma en consideración todos los hechos. Aquí tenemos una imagen de un hombre que está dejándose llevar por sus sentimientos, permitiendo que estos le lleven a sentirse cada vez más angustiado y desesperado. Se da cuenta de que está intentando ser lógico, pero solo en este único aspecto del pensamiento, relacionado consigo mismo, y es por este motivo que pierde lo esencial de una manera tan completa.

El corazón es un factor poderoso en el pensamiento humano. Cuando el corazón, las emociones y los sentimientos nos dominan y controlan nuestra manera de pensar, descubrimos que estamos impotentes y no podemos razonar de manera adecuada. Pero si algo nos detiene, entonces la cabeza y la voluntad se imponen y dominan.

¿Qué tiene de malo empezar conmigo mismo? La respuesta es evidente. Las personas somos seres limitados, de manera que cuando empieza usted con la persona, su manera de pensar, como es natural, es limitada. Pero cuando empieza usted con Dios, está comenzando con el gran hecho que incluye todos los demás hechos. Ha ampliado usted su visión para abarcar cada uno de los aspectos de la verdad. Alguien ha descrito esta manera de pensar como “un pensamiento cuadrado”. La verdad no es un solo nivel de pensamiento; es un cubo que tiene laterales y otros aspectos, que es preciso que tengamos en cuenta. Toda verdad está relacionada con otra verdad. Usted descubrirá que al relacionar un hecho con otras verdades que la afectan en todos los lados del “cubo”, usted verá este hecho bajo una luz totalmente diferente a cuando la considera por sí sola.

¿Ha empezado usted a aprender cómo enfrentarse con la tentación de dudar que se apodera de usted, cómo de una manera sistemática, considerada y cuidadosa empezar donde Dios quiere que empiece y a trabajar sobre esta base? ¿Se ha elevado por encima de las limitaciones de la manera natural de pensar y ha empezado a pensar de manera espiritual?

Padre, enséñame a empezar no conmigo mismo y con mi propio entendimiento limitado, sino contigo.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
Nos desanimamos cuando nuestros pensamientos se centran en nosotros mismos y se encuentran hundidos a causa de los problemas de la vida. Descubriremos que cambia nuestro panorama cuando Dios es el punto de partida de nuestra meditación.

lunes, 25 de octubre de 2021

El cristianismo y el lado oscuro: ¿qué hacemos con Halloween? - ALBERT MOHLER

 El tema de Halloween hace presión cada año sobre la conciencia cristiana.

25 de octubre - Una crisis de fe - Ray Stedman

 Enfermedad mía es esta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo. Salmos 77:10

Aquí tenemos a un hombre que está intentando ser realmente honesto. Dice: “He analizado mi situación; he intentado la oración durante toda la noche. En el pasado he recibido ayuda, pero ahora no he recibido ninguna ayuda. Dios hizo que mi corazón cantase en el pasado, pero ahora está vacío, desprovisto y desalentado. ¿Por qué es esto? He pensado en ello; he examinado mi propia vida, mi propio corazón, y me he hecho estas preguntas, pero no puedo contestarlas. Mi conclusión debe de ser que he juzgado a Dios equivocadamente. Yo me creía que Dios nunca cambiaba, que Él siempre respondería cada vez que yo viniese a Él, pero no lo ha hecho. Por lo tanto, he llegado a la conclusión irresistible que Él es como un hombre y no se puede contar con Él”.

Este salmista se está enfrentando con la posibilidad de perder su fe. Todo aquello en lo que había confiado con anterioridad, que había sido un enorme consuelo para él, que le había fortalecido y le había dado el carácter y el poder entre los hombres, da la impresión de no ser nada más que un fundamento que se desmorona y que desaparece rápidamente. No tardará en perder todo aquello a lo que se había venido aferrando en el pasado. Este es el “día de su angustia” y de su actual aflicción. ¿No es este el problema oculto en muchos de nosotros? Yo he perdido la cuenta de las veces que las personas me han llamado y me han dicho: “Ya no sé qué hacer. He intentado la oración, he intentado leer mi Biblia, he intentado pensar en serio, pero nada parece ayudarme. Ya no sé qué hacer. ¿Qué es lo que me está pasando?”.

La aparente falta de respuesta de Dios no es algo extraordinario. Todos los santos de Dios han experimentado esto de vez en cuando. Esto forma parte del programa habitual de Dios para disciplinar y adiestrar a los Suyos. “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir” (1 Corintios 10:13a). La fidelidad de Dios aparece deliberadamente en contraste con la afirmación: “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana”, porque cada uno de nosotros tenemos tendencia a pensar que lo que nos está sucediendo es único. Pero muchos han tenido tentaciones por el estilo si están intentando vivir la vida de fe.

El profeta Isaías declara el motivo por el que esto es cierto, revelando lo que dice Dios: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos” (Isaías 55:8). Es decir que lo que está diciendo Dios es: “Mi razón está por encima de la vuestra. Vosotros entendéis tan poco sobre la vida en comparación con lo que yo veo en ella. Mis pensamientos no son vuestros pensamientos”; por lo tanto, podéis esperar que habrá ocasiones en las que no entenderéis y os sentiréis perplejos. Sus pensamientos son más elevados que los nuestros, de la misma manera que los cielos están por encima de la tierra, tanto más grande es Su visión de lo que es la realidad. Así que, si estamos limitados a la diminuta sección de la vida que podemos captar con nuestro diminuto entendimiento, es de esperar que habrá ocasiones en las que no entendamos lo que está haciendo Dios. Así que no os inquietéis cuando lleguen esos tiempos de perplejidad. Son experiencias normales con las que todos nos encontramos en la vida de fe.

Padre nuestro, me siento tan agradecido porque las cosas de las que habla Tu Palabra no son remotas en relación con mi experiencia de que Tú eres el Dios que se interesa en la vida. Cuando no pueda entender, enséñame a confiar en Ti.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
Cuando disminuye nuestra confianza en Dios, el objeto de nuestra fe, nuestra fe se debilita. ¿Hemos comprendido nosotros la necesidad de volver a centrar nuestra atención en el carácter de Dios revelado en Cristo Jesús?

domingo, 24 de octubre de 2021

24 de octubre - Un espíritu dispuesto - Ray Stedman

 Devuélveme el gozo de tu salvación y espíritu noble me sustente. 

Salmo 51:12

Hace varios años, cuando me estaba preparando para predicar un sermón acerca de este salmo, recibí una carta anónima de alguien en mi congregación diciendo que era cristiano, pero se había convertido en un grave y continuo fracaso moral. La carta era un esfuerzo por ser honesto y contarme la inquietud en su vida. Yo no sabía si esta persona estaría en el culto el domingo siguiente o no, pero tenía la esperanza de que así fuese.

Decidí referirme a la carta en mi sermón por dos motivos: primero, porque era anónima y podía hacerlo sin traicionar una confidencia, y segundo, porque el problema era de una naturaleza tan seria que yo deseaba poder ayudar a esta persona si podía.

El escritor había reconocido que sabía que la acción estaba mal, pero al final se excusó a sí mismo con la excusa de que Dios no le había concedido aún el poder para alejarse de esta situación, lo cual era engañarse a sí mismo. La verdad es que Dios nos ha dado el poder para renunciar a estas cosas. Pedro afirma con toda claridad: “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder” (2 Pedro 1:3a). La posesión misma de la vida de Jesucristo en nosotros es el poder que necesitamos para renunciar a las costumbres de pecado. Nadie será libre jamás de la fuerza del mal en su vida hasta que no entienda que Dios ya le ha dado todo lo que se necesita para ser libre, si tan sólo está dispuesto a aceptarlo.

David está también pidiendo ayuda. “Señor, concédeme este espíritu dispuesto”, dice, y Dios se lo concede de inmediato, pero es preciso actuar de inmediato sobre ello. No espere usted tener un sentimiento que le haga pensar que ya ha sido perdonado; no espere recibir un sentimiento de poder. Dios ha declarado que ya le ha concedido el poder. Al creer en Él (y eso es lo que representa la fe), puede usted hacer lo que necesita hacer y lo que Dios quiere que haga.

Esto es lo que sucedió a David y es lo que sucedió al escritor de la carta anónima. Después de haber predicado ese sermón, descubrí que esa persona había estado en el culto, porque después me escribió una segunda carta anónima. Esta vez me contó la manera en que Dios había usado ese mensaje para librarle del poder de la relación pecaminosa que había descrito con anterioridad.

Señor, gracias por darme todo lo que necesito tanto para ser perdonado como para tener poder por medio del Señor Jesús.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
Podemos decidir ser víctimas impotentes de costumbres ruinosas, pero Dios provee una alternativa. ¿Estamos nosotros dispuestos a ser liberados por el poder divino de Cristo?

sábado, 23 de octubre de 2021

23 de octubre - Pidiendo misericordia - Ray Stedman

 Ten piedad de mí, Dios, conforme a tu misericordia: conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado! Salmo 51:1-2

¡Qué maravillosa manera de entender la naturaleza del pecado y el carácter del perdón de Dios que encontramos en estos versículos! Hay tres cosas que pide David: Primero, entiende que el pecado es un crimen. Si los criminales deben de verse libres de los efectos de su crimen, no necesitan justicia sino misericordia. El pecado es un acto ilegal; es una violación de la justicia y un acto de desobediencia y de rebeldía, y por lo tanto requiere misericordia.

A continuación dice: “borra mis rebeliones”, y de este modo revela que entiende que el pecado es una deuda. Es algo que se debe, una cuenta que se ha venido acumulando, y es preciso eliminarla.

Acaba clamando: “¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado!”. Entiende que el pecado es una mancha repugnante, algo que corrompe el alma. Aunque el acto desaparece en el pasado, la mancha que contamina permanece como un estigma sobre el corazón. Así que clama y pide ser liberado de estas cosas.

Fíjese usted en que David entiende muy bien la base del perdón. Él pide sobre la base de dos cosas: primero, “conforme a tu misericordia”. Él entiende que realmente no merece nada de Dios, que Dios no está obligado a perdonarle. Algunas personas no pueden nunca comprender el perdón, porque creen que lo merecen, que Dios se lo debe; pero David sabe que no es así. Se da cuenta de que sólo gracias al amor de Dios puede acercarse a Él para pedirle. Sobre la base de esta aceptación absoluta, ese maravilloso y continuo amor que nunca cesa, le dice a Dios: “Vengo a ti y ahora te pido esto”.

En segundo lugar, David suplica a Dios “conforme a la multitud de tus piedades”, indicando de nuevo su entendimiento del carácter de Dios. Dios no anda regateando; no concede pequeñas cantidades de Su misericordia, gota a gota. No, Él la derrama con generosidad, porque las Suyas son misericordias abundantes. Cuando Dios perdona, perdona mucho más allá de lo que nosotros podamos imaginarnos. Hay dos expresiones que se usan en el Antiguo Testamento para describir el perdón de Dios: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmo 103:12). ¿A cuánta distancia se encuentra esto? Bueno, ¿qué cantidad de terreno tiene usted que recorrer en dirección este antes de empezar yendo en dirección oeste? Usted no llega nunca al oeste. Entonces Dios dice que “echará a lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:19). Alguien ha añadido que pone un letrero que dice: “PROHIBIDO PESCAR”. No vaya usted allí e intente pescar los antiguos pecados una vez que Dios se ha ocupado de ellos. ¡Qué alivio sentimos cuando empezamos a entender esta plenitud del perdón de Dios!

Padre, te doy gracias por poder venir a Ti con mi pecado y suplicar misericordia y amor. Tu amor es constante; Tu misericordia es abundante. Yo confío en que Tú siempre estás dispuesto a perdonar.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
La Palabra de Dios enseña la verdadera naturaleza del pecado y la asombrosa base del perdón de Dios. ¿Estamos aprendiendo a vivir conforme a estas verdades liberadoras?

viernes, 22 de octubre de 2021

22 DE OCTUBRE - El sacrificio de la acción de gracias - Ray Stedman

 Sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al Altísimo. Salmo 50:14

¿Qué es lo que quiere Dios de nosotros? No quiere que sencillamente cantemos himnos, aunque eso está bien. Tampoco quiere solo oración, aunque también eso está bien. No quiere sencillamente nuestra asistencia, aunque eso está bien. Lo que Él quiere para empezar es un corazón agradecido. Eso es lo que Él busca, un corazón agradecido. Cada uno de nosotros debemos de ofrecerle el sacrificio de la acción de gracias. Un sacrificio es algo que nos obliga a realizar un esfuerzo, es algo que nos cuesta. ¿Se ha preguntado usted alguna vez por qué las Escrituras enfatizan tanto el dar gracias? Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento enfatizan esto por encima de cualquier otra cosa: Dios desea nuestra gratitud. “Dad gracias en todo”, dice el apóstol Pablo. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18). ¿Por qué es esto? Esto es debido a que el dar gracias solo sucede como resultado de haber recibido algo. Usted no da gracias hasta que no haya recibido algo que viene de alguna otra persona. Por lo tanto, el dar gracias es la expresión apropiada del cristianismo, porque el cristiano está recibiendo algo constantemente de Dios.

Como es natural, si no ha recibido usted nada de Dios, entonces no tiene usted nada por lo que darle gracias a Él. Aunque asiste usted al culto, no tiene usted realmente nada que decir. Dios es realista; no desea una expresión falsa de gratitud. Sé que hay ciertas personas (y resulta muy difícil vivir con ellas) que creen que el cristianismo representa pretender sentirse agradecido. Creen que lo que quiere decir es hacer que nuestro rostro sonría y hacer como que los problemas no le preocupan a usted. Esa es una forma de cristianismo de lo más dolorosa. Dios no quiere que usted se dedique a gritar: “¡Aleluya, tengo cáncer!”, pero hay algo respecto a tener cáncer por lo que dar gracias, y eso es lo que Él quiere que vea usted. Hay algunos aspectos de esto que revelan un propósito, un significado y una razón. Dios quiere que vea usted esto: lo que Él puede hacer con esta situación y cómo puede usted sentirse agradecido. La acción de gracias es la primera cosa que Él quiere en la adoración.

La segunda cosa es una voluntad obediente: “paga tus votos al Altísimo”. Fíjese usted en la clase de obediencia que representa esto. No es algo que fuerzan sobre usted; es algo que ha escogido usted para sí mismo. Un voto es algo que decide usted hacer, una promesa que hace usted por una verdad que ha visto. Usted dice: “No lo había visto de ese modo antes. Realmente debería de hacer algo al respecto. Con la ayuda de Dios voy a hacer tal y tal cosa”. Eso es un voto. Dios dice: “Yo no te estoy pidiendo que hagas cosas que todavía no has descubierto que son importantes. Pero cuando hayas prometido algo, cúmplelo, actúa sobre ello, obedécelo”.

Señor, te ofrezco ahora mismo el sacrificio de acción de gracias. Te doy gracias que Tú estás obrando para bien tanto en mí como por medio de mí. Concédeme que pueda obedecer a Tu verdad con un corazón agradecido.

Aplicación a la vida

Podemos derrochar muchas energías quejándonos,

no bendiciendo a nadie. ¿De qué manera podemos enfocar mejor 

nuestros pensamientos para que podamos tener una actitud de 

gratitud sean cuales fueren las circunstancias?


jueves, 21 de octubre de 2021

21 de octubre - El Rey en Su belleza - Ray Stedman

 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te recrean. Hijas de reyes están entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con oro de Ofir. Salmo 45:8-9

Estos versículos describen una ceremonia de enlace matrimonial. Encontramos descritos aquí para nosotros una asombrosa serie de preparativos. Para empezar, el novio se ha preparado. El escritor dice: “Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos”. Estas son especias que se usan en los entierros. Recordará usted que cuando las mujeres fueron al sepulcro la mañana del domingo de Pascua, llevaron consigo una cantidad de especias, mirra y áloes, a fin de envolver el cuerpo del Señor y preservarlo en su muerte. A pesar de lo cual, hallamos presentes estas mismas especias en una boda. ¿Qué significa esto? Este matrimonio se hace posible por la muerte; de alguna manera de la muerte surge este incienso fragante que hace gloriosa la escena de la boda. Usted puede ver de qué manera tan preciosa encaja esto con lo que describe el apóstol Pablo en Efesios 5:25, cuando dice que Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella. Él murió por la iglesia. Se sometió a las ataduras de la muerte por nosotros. ¿Por qué? A fin de poder presentarse a Sí mismo una iglesia gloriosa, una novia hermosa, sin mancha ni contaminación ni nada por el estilo.

Luego Él ha preparado un lugar. Leemos acerca de dónde ha de tener lugar esta boda: “desde palacios de marfil te recrean”. Es una imagen de un lugar hermoso y nos recuerda inmediatamente las palabras de Jesús a Sus discípulos antes de la cruz. Él les dijo: “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2b). Ese lugar está siendo preparado ahora. Es un lugar de belleza y de gloria muy por encima de toda descripción. Los términos que se usan aquí son sencillamente una manera de sugerirnos cómo será: palacios de marfil llenos de música, de alegría, con una compañía que se regocija alrededor.

Y finalmente, la novia se ha preparado: “Está la reina a tu diestra con oro de Ofir”. Según la costumbre oriental, el novio mismo, que ha pagado el vestido de oro, presentaba siempre este vestido de oro a la reina. Esta es también una imagen maravillosa para nosotros. ¿Quién es el que nos está preparando para este día, para este compartir la vida juntos? Él es quién nos está preparando a nosotros. Él nos ha vestido con Su propia justicia, nuestro traje dorado. El oro, en las Escrituras, es siempre la imagen de la deidad, y esto es una indicación acerca de lo que estaba diciendo Pedro: “para que lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4b). ¿Ha entendido usted realmente esto? ¡Esto es verdad! Jesucristo está uniendo nuestras vidas con la Suya y dándonos a todos Su puesto y todos Sus privilegios. Todo lo que le pertenece a Él nos pertenece a nosotros. Una de las cosas que peor están hoy en la iglesia es que nos estamos olvidando de los privilegios que tenemos. No contamos con ellos y no pensamos lo tremendos que son. Pero aquí tenemos a la esposa, lista para unirse con Él, vestida de oro que Él ha provisto.

Señor Jesús, Tú eres nuestro hermoso Rey, y nosotros te anhelamos como la esposa anhela a su marido. Te doy gracias por adornarnos con Tu propia justicia para que podamos vivir contigo para siempre.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
¿Podemos nosotros entender de verdad cómo participamos en la naturaleza divina? ¿Cómo une Jesús Su vida con las nuestras para concedernos Su posición y todos Sus privilegios?

miércoles, 20 de octubre de 2021

20 de octubre - Un cántico de resurrección - Ray Stedman

 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová. Salmo 40:2-3

El Espíritu Santo habló de una manera maravillosa por medio de David, haciendo que dejase constancia de sus propias experiencias al mismo tiempo que expresó verdades que estaban por encima de su experiencia. Su lenguaje fue mayor que el acontecimiento que estaba intentando describir. El único cumplimiento final debía de tener lugar en los días venideros cuando aparecería el Mesías en la carne entre los hombres. El Salmo 40 es, en un sentido, la verdadera biografía del Señor. Él mismo nos dice por qué vino a la tierra, lo que se realizó y cuáles fueron Sus experiencias.

Esta es una descripción de la resurrección: “Él me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso” o, como se dice en hebreo: “del pozo del tumulto”, de una terrible experiencia, del lugar de la desolación, la desesperación y la muerte.

Con frecuencia la vida está llena de muerte. Toda experiencia que es contraria a lo que ha diseñado Dios para nosotros es una experiencia de muerte. La amargura, la vergüenza y el sufrimiento, el odio, la avaricia y la soledad, son todas ellas formas de muerte que aparecen en nuestras vidas ahora. Eso era lo que estaba experimentando nuestro Señor. Él entiende estas cosas porque Él mismo las ha pasado. Al final le llevaron, como nos llevarán a nosotros, al momento final cuando se acaba la vida y tenemos la muerte ante nosotros, la profunda y oscura desolación de la muerte. Pero, nos dice Él, el Señor me sacó de eso. Él me levantó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, y puso mis pies sobre la roca e hizo que mis pasos fuesen seguros.

Esta es una preciosa descripción de la experiencia de la resurrección. Ninguno de nosotros ha resucitado jamás. Hay una gran diferencia entre lo que sucedió a Lázaro y lo que sucedió a Jesús. Lázaro fue realmente resucitado, fue restablecido a esta vida casi como si le hubiesen hecho el boca a boca para resucitarle, pero Jesús resucitó. Él fue el primogénito de entre los muertos. Pasó por una experiencia totalmente nueva de vida que Dios había diseñado desde el principio para la humanidad. Eso es lo que el Mesías está describiendo aquí. El resultado es que puso “en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios”.

Un cántico nuevo describe una experiencia nueva. Cuando Dios hace algo grande por usted, usted no se sienta y recita un proverbio o compone un párrafo o se inventa una receta. Usted escribe un cántico, porque cantar es una de las mejores maneras de expresar lo que nos está sucediendo. Así que tiene un cántico nuevo para celebrar una nueva manera de vivir, una vida resucitada. El efecto de esta vida de resurrección, nos dice, va a ser muy extendido. “Verán esto muchos y temerán, y confiarán en Jehová” (v. 3b). El efecto de la resurrección de Jesús fue que la historia del cristianismo, el mensaje del evangelio cristiano, explotó en el mundo romano al extenderse literalmente la iglesia, yendo en todas las direcciones y conmoviendo el mundo de aquel entonces.

Señor, Tú tienes el poder de hacer que surja la vida de la muerte. Te doy gracias porque, por medio de la resurrección de Jesús, Tú me has dado una nueva vida.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
La amargura, la vergüenza, el odio, la aflicción y la soledad son todas ellas formas de muerte. ¿Creemos nosotros y actuamos basándonos en Su Presencia que mora en nosotros para disipar cada una de las formas de muerte que experimentamos?

martes, 19 de octubre de 2021

19 de octubre - La adoración en el desierto - Ray Stedman

 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días. Salmo 23:5-6

En los versículos 5 y 6, David cambia un poco la metáfora del buen pastor al anfitrión afable. Jehová coloca una suntuosa comida ante él, un gran banquete, en presencia de sus enemigos. Esta figura incluye todas las figuras que ha usado David con anterioridad. El hecho de que Dios alimente y provea, nos dirija y proteja, está todo ello unido en este símbolo del anfitrión afable.

Resulta interesante que esta figura surge de la situación histórica acerca de la cual escribió David. Cuando David fue llevado al desierto por la rebeldía de su hijo, se encontró en el desierto hambriento y cansado, su ejército en desorden. Tal y como dice en 2 Samuel 17, tres hombres, que ni siquiera eran israelitas, Sobi, Maquir y Barzilai, trajeron “camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados, miel, manteca, ovejas y quesos de vaca, para que comieran; porque decían: ‘El pueblo está hambriento, cansado y sediento en el desierto’” (vv. 28-29).

David vio en esto que Dios, como un anfitrión benévolo, estaba preparando una mesa ante él en presencia de sus enemigos. Pablo lo dijo de la siguiente manera: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

Una nota final es que la palabra seguir en el versículo 6 significa literalmente “perseguir”. David dice que la bondad y la misericordia de Dios le seguirían, en contraste con el hecho de que le siguiesen sus enemigos para quitarle el trono y para destruirle. El deseo de David era regresar al tabernáculo y adorarle allí. La misericordia y la amabilidad de Dios debieran evocar la misma respuesta en nosotros. Nosotros no adoramos en un tabernáculo, sino, como dijo Jesús: “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Nosotros adoramos por medio del hombre interior, donde habita Dios. Cuando nosotros vemos que el Buen Pastor nos alimenta, nos guía y nos protege, nuestra reacción debiera ser la adoración, reconociendo todo lo que es Jehová, una palabra de gratitud por lo que Él ha hecho, y la afirmación: “He aquí más de mí mismo, para que Tú lleves a cabo los propósitos que Tú tenías planeados”. Esa es la verdadera adoración.

Padre, Tú eres el Buen Pastor. Tú eres digno de toda confianza. Aliméntame, guíame y protégeme. Me entrego a Ti con una adoración agradecida.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
¡Dios se ofrece a tratarnos como si fuésemos invitados a Su mesa! Él nos prodiga Su amor a nosotros, que somos pecadores. ¿Estamos nosotros resistiéndonos a ese amor asombroso y no adorándole a Él con nuestras vidas?

lunes, 18 de octubre de 2021

18 de octubre - Pasando por el valle - Ray Stedman

 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4

Esta es una vez más una escena muy pintoresca. El pastor está guiando a las ovejas a que regresen al hogar por la noche. Al pasar estas por un desfiladero estrecho, las largas sombras se proyectan a lo largo del sendero. En hebreo esto es “el valle de profundas sombras”. Las ovejas, debido a que son tan tímidas e indefensas, se sienten asustadas por su experiencia, pero confían en el pastor y, por lo tanto. se sienten consoladas. No temerán a ningún mal porque el pastor está con ellas. Esto nos recuerda las palabras del Señor citadas en el libro de Hebreos: “No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5). De modo que podemos decir con confianza: “El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Hebreos 13:6). Yo no sé cuál ha sido su experiencia, pero siempre que yo me encuentro en una situación como esta, cuando hay una gran presión, empiezo a preguntarme si el Señor no me ha abandonado, pero Él dice que nunca nos deja ni nos abandona; Él está siempre ahí. Por lo tanto, no tenemos ningún motivo para temer, y eso es un gran consuelo.

David escribe además: “tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. La vara era un garrote que se usaba para ahuyentar a los animales salvajes. No se usaba nunca con las ovejas, sino que era un instrumento pesado que se utilizaba para proteger a las ovejas de animales rapaces que merodeasen. El cayado era un palo con un gancho en la punta que se podía usar para ayudar a las ovejas. Este gancho se podía usar para colocarlo alrededor de la pata de una oveja y tirar de ella para protegerla de una situación de peligro y se podía usar como un instrumento para dirigir y ocasionalmente para disciplinar con golpecitos en el lado del cuerpo.

El entender cómo los pastores cuidan de sus ovejas me ha ayudado mucho a entender el carácter de Dios. Cuando yo me alejo, Él no dice: “Ahí va esa estúpida oveja”, y ¡WAM! me golpea con la vara. No, Su actitud es: ¿Cómo puedo ayudar a mi oveja? ¿Cómo puedo acercarme para traerla de vuelta a la fila? ¿Cómo puedo consolar a la oveja y suplir lo que necesita? Puede que Dios tenga que usar la disciplina, pero lo hace siempre con amor. Él reprende, corrige, anima e instruye en justicia, tratándonos con firmeza y con delicadeza.

La vara y el cayado también se usan en contra de dos de los más grandes enemigos con los que tenemos que enfrentarnos. La vara se usa para el enemigo exterior, Satanás, que está trabajando por medio del sistema del mundo para destruirnos. Jesús dijo: “Él es mentiroso y asesino”. Él está dispuesto a devorarnos; así que el Señor usa la vara sobre él, pero yo soy el otro enemigo, el enemigo interior. Según las palabras inmortales: “Nos hemos encontrado con el enemigo, y el enemigo somos nosotros”. Eso es algo que yo sé. La vara del pastor se usa para castigar y subyugar al enemigo interior, pero la confianza que Él nos muestra es que no tenemos nada que temer, ni del enemigo del exterior ni del enemigo interior.

Señor, te doy gracias por guiarme por el valle oscuro, protegiéndome del mal por el camino. Te doy gracias por reprender y corregirme, que es otra expresión de Tu gran amor.

 
 
 
Aplicación a la vida
 
El Buen Pastor rodea a Sus ovejas con Su presencia continua. ¿Cuáles dos evidencias tenemos de Su amor protector y Su firme y dulce cuidado de las ovejas?