Versículo para hoy:

lunes, 5 de febrero de 2018

Gracia para hoy - Nancy DeMoss De Wolgemuth



FEBRERO 5

“Y veré la sangre y pasaré de vosotros”. Éxodo 12:13.

Mi propia vista de sangre preciosa es para mi consuelo; pero lo que garantiza mi seguridad es que el Señor la ve. Aun cuando no puedo verla, el Señor la ve, y me perdona por causa de ella. Si no estoy tan tranquilo como debiera estar, porque mi fe es débil, sin embargo estoy igualmente seguro, porque el ojo del Señor no es turbio, y Él ve la sangre del gran sacrificio con mirada fija. ¡Qué gozo es esto!

El Señor ve la significación profunda y secreta, y la plenitud infinita de todo lo que significa la muerte de su Hijo amado. Lo ve con la memoria tranquila de la justicia satisfecha, y con todos sus atributos incomparables, glorificados. Él vio la creación en su progreso y dijo: “Que era bueno en gran manera”; ¿pero qué dice Él de la redención en su perfección? ¿Qué dice Él de la obediencia aun hasta la muerte de su muy amado Hijo? Ninguno puede decir cuál es su satisfacción en Jesús, y cuál es su descanso en el olor suave que Jesús presentó cuando se ofreció a Dios sin mancha.

Ahora descansamos en seguridad tranquila. Tenemos el Sacrificio de Dios y la Palabra de Dios para producir en nosotros un sentido de perfecta seguridad. Él pasará de nosotros, tiene que ser así, porque Él no perdonó a nuestro glorioso Sustituto. La justicia junta las manos con el amor para proveer una salvación eterna para todos los que son rociados con sangre.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

FEBRERO 4

“No os dejaré huérfanos: vendré a vosotros”. Juan 14:18.

Él nos dejó, y sin embargo no somos dejados huérfanos. Él es nuestro consuelo, y se ha marchado, pero no estamos desconsolados. Nuestro consuelo es que Él vendrá a nosotros, y esto es bastante consuelo para sostenernos durante su ausencia prolongada. Jesús ya está de camino. Él dice: “Vengo en breve”; Él viene hacia nosotros con gran rapidez. Él dice: “Vendré” y ninguno puede impedir su venida, o atrasarla un cuarto de hora. Él dice particularmente “vendré a vosotros”; y así lo hará. Su venida es particularmente para su propio pueblo. Esto es, para serles de consuelo presente, mientras que lloran la ausencia del Esposo.

Cuando perdemos el gozoso sentido de su presencia, gemimos; pero no debemos entristecernos como si no hubiese esperanza. Nuestro Señor con un poco de ira se ha escondido de nosotros por un momento; mas volverá en completa gracia. En un sentido nos deja, pero solamente en un sentido. Cuando se retira, deja detrás la garantía de que volverá. ¡Oh Señor, ven pronto! ¡No hay vida en esta existencia terrestre si Tú has marchado! Gemimos por la vuelta de tu sonrisa dulce. ¿Cuándo vendrás a nosotros? Estamos ciertos de que aparecerás; pero que seas como el gamo y como el cabrito de los ciervos. ¡Apresúrate a nosotros, oh nuestro Dios!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.