Versículo para hoy:

domingo, 20 de enero de 2019

20 de enero – EL DIOS DE LAS ESCRITURAS

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Gálatas 6:7-8.

Y ahora declaramos que el Dios de las santas Escrituras es un Dios de justicia inflexible, no es el Dios al que algunos de ustedes adoran. Ustedes adoran a un dios que pestañea ante los grandes pecados, ustedes creen en un dios que llama a sus delitos pecadillos y pequeñas faltas. Algunos de ustedes adoran a un dios que no castiga el pecado sino que es tan débilmente misericordioso y tan despiadadamente débil que deja pasar las transgresiones y la iniquidad y nunca ejerce castigo. Ustedes creen en un dios que, si un hombre peca, no pide castigo por su delito. Piensan que unas pocas buenas obras de su parte lo apaciguarán, que es tan débil como gobernante que unas pocas palabras bien dichas delante de él, en oración, tendrán el mérito suficiente como para revocar la sentencia, si es que ustedes creen que de alguna manera él establece una sentencia. Su dios no es Dios, es un dios tan falso como el dios de los griegos o el de la antigua Nínive. El Dios de las Escrituras es rigurosamente severo en la justicia y de ninguna manera exonerará al culpable. «Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable» (Nahúm 1:3, RVR 1960). El Dios de las Escrituras es un gobernante que, cuando sus súbditos se rebelan, señala su crimen y nunca los perdona hasta haberlos castigado, ya sea a ellos mismos o a un sustituto.

A través de la Biblia en un año: Génesis 21-24

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.