Versículo para hoy:

domingo, 13 de enero de 2019

13 de enero – VIOLENCIA SAGRADA

La oración del justo es poderosa y eficaz. Santiago 5:16.

Nunca desistas en tus oraciones. Ningún tiempo es malo para orar. El resplandor de la luz del día no debe tentarte a desistir y la oscuridad de la medianoche no debe hacerte interrumpir tu clamor. Yo sé que uno de los objetivos principales de Satanás es hacer que los cristianos dejen de orar, porque si él pudiera aunque fuera una vez levantar el arma de la oración, fácilmente nos vencería y nos tomaría como su presa. Pero mientras sigamos clamando al Altísimo, Satanás no puede devorar ni a la más débil de las ovejas del rebaño. La oración, la oración poderosa, prevalecerá si se le da el tiempo necesario.

Y aunque nunca desistas de confiar ni de orar, crece con más fervor en ambas. Deja que tu fe esté aún más dispuesta a renunciar a toda dependencia que no sea en Dios, y deja que tu clamor se vuelva más y más vehemente. La puerta de la misericordia no se abre con cualquier toque, el que prevalezca debe sujetar bien la aldaba y dejarla caer una y otra vez, y otra vez y otra vez. Como dice el viejo refrán puritano: «Las oraciones frías piden denegación, las oraciones que prevalecen son las oraciones calientes». Trae tus oraciones a la puerta del cielo como si fueran un antiguo ariete y ábrela a la fuerza con violencia sagrada porque «el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan» (RVR, 1960). El que vaya a prevalecer con Dios debe ocuparse de que toda su fuerza caiga sobre sus oraciones.

A través de la Biblia en un año: Mateo 25-26

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

12 de enero – SER RICOS PARA DIOS

No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:19-21.

Hombres cristianos, nunca deben codiciar la estima del mundo; el amor de este mundo no está en conformidad con el amor de Dios. «Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre» (1 Juan 2:15). Traten sus sonrisas como tratan sus amenazas, con silencioso desdén. Mejor estén dispuestos a sufrir burla que a tener aprobación, consideren la cruz de Cristo mayor riqueza que todos los tesoros de Egipto. Los hombres de este mundo no fueron hechos para ponernos en sus puestos de honor, porque somos extranjeros y ciudadanos de otro país.

Además, como extranjeros, no nos corresponde acumular los tesoros de este mundo. Si somos extranjeros, los tesoros de este mundo son como pedazos de papel, de poco valor para nosotros; y debemos almacenar nuestros tesoros en el cielo, «donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar» (Mateo 6:20). El dinero de este mundo no está vigente en el paraíso, y cuando lleguemos a su bienaventurada costa, si se pueden experimentar remordimientos, debemos desear haber acumulado más tesoros en la tierra de nuestra paternidad, en la querida patria más allá de los cielos. Transporta tus joyas a un país más seguro que este mundo; sé más bien rico para Dios que para los hombres.

A través de la Biblia en un año: Mateo 23-24

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.