Versículo para hoy:

martes, 30 de abril de 2019

Renovando Tu Mente | Elías




El valor de los límites - Nancy DeMoss de Wolgemuth



30 de abril – EL PERDÓN

De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Colosenses 3:13.

Ve al Antiguo Testamento y verás que este revela sacrificios: de ovejas, novillos y cabras. ¿Qué significaban todos ellos? Significaban que había una vía de perdón por medio del derramamiento de sangre, le enseñaban esto a los hombres: Que Dios aceptaría ciertos sacrificios a favor de ellos. Luego ve al Nuevo Testamento y verás que este revela más claramente que Dios aceptó un sacrificio, el sacrificio que él mismo dio, porque «no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros» (Romanos 8:32). En este libro lees cómo «Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús» (Romanos 3:26); cómo puede ser él un Dios justo y a la vez un Salvador; cómo puede perdonar y, no obstante, ser tan justo como si castigara y no mostrara misericordia. Esto, en realidad, es la revelación del evangelio; fue para enseñar esto que se escribió este libro, para decirte que «en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados» (2 Corintios 5:19). Por lo tanto, venimos a ti, no solo con un susurro esperanzado, sino con una seguridad completa, clara, enfática e incuestionable: «Hay perdón. Hay perdón».

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 11-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

lunes, 29 de abril de 2019

Lo que tu conducta sexual dice acerca del evangelio - Nancy DeMoss de Wolgemuth



29 de abril – EL PODER DE CONDOLERSE

Tú dijiste: ‘¡Ay de mí! ¡El Señor añade angustia a mi dolor! Estoy agotado de tanto gemir, y no encuentro descanso.’ Jeremías 45:3.

La aflicción nos da, por medio de la gracia, el inestimable privilegio de conformidad al Señor Jesús. Oramos para ser semejantes a Cristo pero, ¿cómo podemos serlo si no somos gente de dolores en lo absoluto y nunca nos convertimos en amigos de la aflicción? Semejantes a Cristo y, sin embargo, ¡nunca atravesamos el valle de las lágrimas! Semejantes a Cristo y no obstante, tenemos todo lo que el corazón pudiera desear, y nunca soportamos la contradicción de pecadores en contra nuestra, y nunca decimos: «¡Mi alma sobrepasa el dolor, hasta la muerte!» No sabes lo que estás pidiendo. ¿Has dicho: «Déjame sentarme a tu derecha en tu reino»? Esto no se te puede conceder a menos que estés dispuesto también a beber de su copa y ser bautizado con su bautismo. La participación de su pena debe preceder la participación de su gloria.

Una vez más, nuestros sufrimientos son muy útiles para nosotros cuando Dios los bendice, porque nos ayudan a ser útiles a otros. Debe ser algo terrible nunca haber sufrido el dolor físico. Tú dirás: «Me gustaría ser ese hombre». Ah, a menos que tuvieras una gracia extraordinaria, te volverías duro y frío; llegarías a ser una especie de hombre de hierro fundido, que rompe a la gente con su toque. No, que mi corazón sea tierno, hasta suave, aunque para ablandarlo necesite el dolor, porque anhelo saber cómo sujetar las heridas de mi hermano. Que mi ojo tenga lista una lágrima por las penas de mi hermano incluso si para hacerlo, tuviera que derramar miles por mí mismo. Escapar del sufrimiento sería escapar del poder de condolerme y eso, entre todas las cosas, se debe despreciar.

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 9-10

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

domingo, 28 de abril de 2019


28 de abril – EL FRUTO VIENE MÁS ADELANTE

Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Juan 15:2.

Cuando tengamos problemas, no esperemos percibir algún beneficio inmediato como resultado de este. Yo mismo he tratado de ver, estando en un profundo dolor, si me he resignado un poco más o si me he vuelto más fervoroso en la oración, o más absorto en la comunión con Dios, y confieso que en dichos momentos nunca he sido capaz de ver ni la más ligera huella de mejoría porque el dolor distrae y dispersa los pensamientos. Recuerda la palabra: «sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz» (Hebreos 12:11). El jardinero toma su cuchillo y poda los árboles frutales para que estos den más fruto; su hijito viene caminando detrás pisándole los talones y grita: «Padre, yo no veo que el fruto salga en los árboles después que los has cortado». No, hijo querido, no es probable que lo veas, pero regresa en unos pocos meses cuando llegue la época de dar frutos y verás las manzanas doradas que agradecen el cuchillo. El fruto del Espíritu que tiene la intención de perdurar, requiere un tiempo para producirse y no se madura en una noche.

En un verdadero creyente los problemas graves tienen el efecto de aflojar las raíces de su alma hacia la tierra y de apretar el firme anclaje de su corazón hacia el cielo. Todo marinero del mar de la vida sabe que cuando soplan las brisas suaves, los hombres tientan al mar abierto con velas desplegadas, pero cuando viene la tormenta negra, aullando desde su guarida, se apresuran al puerto con toda velocidad.

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 7-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

sábado, 27 de abril de 2019

27 de abril – AGITAR LAS AGUAS

Quita la escoria de la plata, y de allí saldrá material para el orfebre. Proverbios 25:4.

Dios visitará las transgresiones de sus hijos. Él dejará con frecuencia que los pecadores comunes vayan por la vida sin increpaciones, pero no así con sus hijos. Si fueras hoy a tu casa y en el camino vieras a varios muchachos lanzando piedras y rompiendo ventanas, puede que no interfirieras, pero si vieras a tu hijo entre ellos, estoy seguro de que lo llamarías y harías que se arrepintiera de eso.

Quizás se envíe el castigo por causa de un pecado que todavía no se ha desarrollado, cierta propensión latente a hacer el mal. Puede que el dolor tenga la intención de descubrir el pecado, para que tú lo busques. ¿Tienes idea de cuán malo eres por naturaleza? Ninguno de nosotros sabe de lo que seríamos capaces si no fuera por la gracia. ¡Creemos que tenemos un temperamento dulce, una disposición amigable! ¡Esto lo veremos! Andamos con una compañía irritante, estamos fastidiados e insultados, y nos tocan con tanta destreza en lugares sensibles que nos enloquecemos con la ira y nuestro espíritu bueno y amigable se desvanece como el humo, y esto no sucederá sin dejar atrás las manchas negras. ¿No es algo temible estar tan agitados? Sí, lo es, pero si nuestros corazones fueran puros, ningún tipo de agitación los contaminaría. Agita el agua pura tanto tiempo como quieras y no aparecerá ningún fango. El mal es malo cuando se ve pero es igual de malo cuando no se ve. Sería de gran provecho para un hombre saber qué pecado hay en él porque entonces se humillará a sí mismo delante de su Dios y comenzará a luchar contra su propensión. A veces, por tanto, puede que se nos envíe la prueba para que podamos discernir el pecado que mora en nosotros y busquemos su destrucción.

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 5-6

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

viernes, 26 de abril de 2019

Aplicando el evangelio al probador - Nancy DeMoss de Wolgemuth



26 de abril – LA CAUSA ESTÁ DISTANTE

¿Por qué me rechazas, Señor? ¿Por qué escondes de mí tu rostro? Salmos 88:14.

No me pregunto por qué sufren algunos cristianos, pero si no sufrieran entonces sí debo cuestionarme. Los he visto, por ejemplo, descuidar la oración familiar y otros deberes hogareños y sus hijos han llegado a deshonrarlos. Si claman: «¡Qué aflicción!», no nos gusta decir: «Ah, pero debieras haberla esperado, tú fuiste la causa», pero decir eso sería la verdad. Cuando los hijos se marchan del hogar paterno y se entregan al pecado, no nos sorprende que el padre haya tenido un temperamento áspero, amargado y malhumorado. No esperaríamos recoger higos de espinos ni uvas de cardos. Hemos visto hombres que su único pensamiento era: «conseguir dinero, conseguir dinero» y, no obstante, profesan ser cristianos. Tales personas han sido preocupadas e infelices, pero no nos hemos asombrado. No, si se alejan tercamente de Cristo, él se alejará de ellos.

Pero a veces la causa del castigo está más allá. Todo cirujano te dirá que en el comienzo de la vida o en la vejez existen enfermedades que se vuelven problemáticas y que pudieron tener su causa en la juventud debido a alguna maldad o por accidente, y el mal puede haber estado latente todos esos años. Así mismo los pecados de nuestra juventud pueden traernos las penas de nuestros años más maduros, y las faltas y las omisiones de hace veinte años pueden azotarnos hoy. Yo sé que es así. Si la falta fuera de una época tan grande, debiera llevarnos a una búsqueda más completa y a una oración más frecuente.

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 3-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

jueves, 25 de abril de 2019

Ritos - Salvador Dellutri

¿Está el río de tu vida en calma? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



25 de abril - ¿CUESTIONAR A DIOS?

¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? –volvió a preguntarle el Señor-. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad! Job 2:3.

El Señor nos envía lo malo así como lo bueno de esta vida mortal, de él son el sol que alegra y la escarcha que hiela; de él son la calma profunda y el tornado feroz. Hacer hincapié en segundas razones es a menudo frívolo, carente de validez. Los hombres dicen de cada aflicción: «Podría haberse evitado si tal y tal cosa hubiera ocurrido». Quizá si se hubiera llamado a otro médico, la vida de este niño querido se hubiera salvado. Es posible que si me hubiera movido en tal dirección en los negocios, no hubiera sido un perdedor. ¿Quién puede juzgar lo que podría haber sido? Nos perdemos en conjeturas interminables y somos crueles con nosotros mismos, recopilamos material para dolores innecesarios. Las cosas no sucedieron así, entonces, ¿por qué hacer conjeturas de cómo habría sido si las cosas hubieran sido diferentes? Es una tontería. Nos indignamos con la causa más inmediata de nuestro dolor y por tanto no nos sometemos a Dios. Siempre y cuando yo busque el origen de mi aflicción en el error, mi pérdida en la equivocación de otro, mi dolencia en un enemigo y demás, yo soy de la tierra, terrenal, pero cuando me elevo a mi Dios y veo su mano obrando, obtengo calma. No tengo una palabra de queja. «He guardado silencio; no he abierto la boca, pues tú eres quien actúa» (Salmos 39:9). «Echa sobre Jehová tu carga» es un precepto que será fácil practicar cuando veas que la carga tuvo su origen en Dios.

A través de la Biblia en un año: 1 Corintios 1-2

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

miércoles, 24 de abril de 2019

¿Quién dirige tu historia de amor? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



24 de abril – EL CAMINO A LA MISERICORDIA

Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido. Salmos 130:4.

¿Has observado el versículo que viene antes de este texto? Dice así: «Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?» (Salmos 130:3). Eso es una confesión. Ahora bien, la confesión siempre debe preceder al perdón. «Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad» (1 Juan 1:9). Si tratamos de encubrir nuestro pecado, «si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad» (1 Juan 1:8), y no puede venir ningún perdón de parte de Dios para nosotros. Por lo tanto, declárate culpable, declárate culpable. Debes hacerlo porque eres culpable. Descubrirás que es lo más sabio que puedes hacer, porque esta es la única manera de obtener misericordia. Entrégate a la misericordia de tu Juez y encontrarás misericordia, pero primero reconoce que necesitas misericordia. Sé honesto con tu conciencia y honesto con tu Dios, y confiesa tu iniquidad y acongójate ante la justicia que no has alcanzado.

A través de la Biblia en un año: Josué 21-24

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

martes, 23 de abril de 2019

¿Dónde buscas consejo? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



23 de abril – IMITA A CRISTO

Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. 1 Pedro 1:13-14.

La ignorancia de Cristo y de las cosas eternas debiera ser detestable para nosotros. Si por medio de la ignorancia hemos pecado, debiéramos terminar con esa ignorancia. Seremos estudiantes de su Palabra. Estudiaremos la obra maestra de todas las ciencias, el conocimiento de Cristo crucificado. Pediremos al Espíritu Santo que aleje de nosotros la ignorancia que genera el pecado. Que Dios permita que no volvamos a caer en los pecados de la ignorancia, sino que seamos capaces de decir: «Sé en quien he creído y por lo tanto, buscaré más conocimiento hasta que comprenda, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento».

Voy a incluir aquí algo práctico. Si te regocijas por estar perdonado, muestra tu gratitud imitando a Cristo. Nunca antes hubo una súplica como esta: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Suplica así por otros. ¿Alguien te ha hecho daño? ¿Hay personas que te calumnian? Ora esta noche: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Demos siempre bien por mal, bendición por maldición y cuando se nos llame a sufrir las maldades de otros, creamos que no actuarían como lo hacen si no fuera por su ignorancia. Oremos por ellos y hagamos que su ignorancia sea la súplica por su perdón: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».

A través de la Biblia en un año: Josué 17-20

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

lunes, 22 de abril de 2019

Renovando Tu Mente | El reino dividido




Mujeres salvajes adelante - Nancy DeMoss de Wolgemuth



22 de abril – EL ESTADO NATURAL DE LA TIERRA

Padre –dijo Jesús-, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. Lucas 23:34.

Cuando un hombre es ignorante y no sabe lo que debe hacer, ¿qué debe hacer? Bueno, no debe hacer nada hasta que sepa. Pero he ahí el problema, aunque no sabíamos, escogimos hacer lo incorrecto. Si no sabíamos, ¿por qué no escogimos hacer lo correcto? Pero al estar en la oscuridad, nunca nos volvemos a lo bueno sino que siempre damos bandazos a la izquierda, de pecado en pecado. ¿No nos demuestra esto cuán depravados son nuestros corazones? Aunque buscamos estar en lo correcto, cuando nos dejan solos, nos vamos a hacer lo malo. Deja a un niño solo, a un hombre solo, a una tribu sola sin enseñanza e instrucción, y ¿cuál es el resultado? Pues el mismo que cuando uno deja solo un campo. Nunca produce, ni por casualidad, trigo o cebada. Déjalo solo y aparecen hileras de malas hierbas, espinas y zarzas, lo que demuestra que el estado natural de la tierra se inclina a producir aquello que no vale nada.

Necesitabas luz pero cerraste tus ojos al sol. Tuviste sed pero no tomaste del manantial de agua viva de modo que tu ignorancia, aunque estaba allí, era una ignorancia criminal que debías confesar ante el Señor. ¡Oh, ven a la cruz, tú que ya has estado allí y has perdido allí tu carga! Ven y confiesa tu culpa una vez más y abraza de nuevo esa cruz y mira a aquel que derramó en ella su sangre y alaba su querido nombre, aquel que una vez oró por ti: «Padre –dijo Jesús-, perdónalos, porque no saben lo que hacen».

A través de la Biblia en un año: Josué 13-16

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

domingo, 21 de abril de 2019

El impacto de la Resurrección – Dr. Charles Stanley




21 de abril – CUANDO EL SEÑOR PREGUNTA

Cuando el día comenzó a refrescar, oyeron el hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? Génesis 3:8-9

Una de las cosas más terribles con relación a este encuentro de Dios con Adán fue que Adán tuvo que responder a las preguntas del Señor. El Señor le dijo: «¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?» (Génesis 3:11). En nuestros tribunales de justicia no requerimos que los hombres respondan a preguntas que los incriminarían, pero Dios lo hace; y en el gran día final, los impíos serán condenados por su propia confesión de culpa. Mientras están en este mundo, ponen un rostro cínico y declaran que no le han hecho daño a nadie, ni tan siquiera a Dios: pagan lo que les corresponde, son tan buenos como sus vecinos y mejores que la mayoría de ellos; pero todo su alarde y valentía desaparecerá el día del juicio. O se pararán en silencio delante de Dios –y su silencio reconocerá la culpa ante los ojos de Dios- o si hablan, sus vanas excusas y disculpas no harán otra cosa que condenarlos. Ellos se condenarán a sí mismos con su propia boca, como aquel siervo malvado y perezoso que fue lanzado a las tinieblas de afuera donde está el lloro y el crujir de dientes. ¡Quiera Dios que nunca conozcamos por experiencia personal y triste lo que significan esas expresiones!

A través de la Biblia en un año: Josué 9-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

sábado, 20 de abril de 2019

20 de abril – CADA UNO HA SIDO LLAMADO DE MANERA ESPECIAL

Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Mateo 9:9.

El llamamiento del hombre llamado Mateo pareció accidental e improbable. «Pasando Jesús de allí», cuando estaba a punto de ir a realizar otra cosa, alejándose de Capernaúm, o sencillamente andando por una de sus calles, fue «pasando de allí» que esto sucedió.

En ese momento también había muchas otras personas en Capernaúm, sin embargo, Cristo no los llamó. Él los vio, pero no de la misma manera en que vio al hombre llamado Mateo. Y de manera similar, en ese día de misericordia en que recibiste la bendición de la salvación, quizá había una congregación muy concurrida, pero hasta donde sabes, la bendición no llegó a más nadie, solo a ti. ¿Por qué, entonces, vino a ti? Tú no sabes, a menos que hayas aprendido a mirar más allá de las cortinas en el Lugar Santo y a ver por la luz de la lámpara en el velo. Si has mirado allí, sabes que cuando Jesucristo pasa, lo que los hombres consideran accidentes es intencional, las miradas de sus ojos han sido ordenadas desde la eternidad; y cuando él mira a alguien, lo hace de acuerdo al propósito eterno y al preconocimiento de Dios. Hacía mucho tiempo que el Señor había considerado a ese hombre llamado Mateo, así que cuando el tiempo se cumplió, Jesucristo pasó por ese camino y miró con amor y misericordia a aquel hombre llamado Mateo. Él lo vio en ese momento porque, mucho antes, lo había vislumbrado.

A través de la Biblia en un año: Josué 5-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

viernes, 19 de abril de 2019

Cristo, nuestro Sacerdote y Rey, día 4 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



19 de abril – ADORACIÓN POR MEDIO DE LA OFRENDA

Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. 2 Corintios 9:7.

Observa también, una vez más –en lo referente a las acciones misericordiosas que la mayoría de la humanidad poco estima- que sabemos que Dios acepta nuestra adoración en las cosas pequeñas. Él permitió que su pueblo llevara sus novillos, a otros que llevaran sus carneros y se los ofrecieran a él, aunque estas eran personas que tenían suficientes riquezas como para ser capaces de ofrecerle un tributo de sus rebaños y manadas. Pero también le permitió a los pobres ofrecer un par de tórtolas o dos pichones de palomas, y nunca he encontrado en la Palabra de Dios que él diera menos importancia a la ofrenda de las tórtolas que al sacrificio de los novillos. También sé que nuestro Señor siempre bendito, cuando estuvo aquí, amó la alabanza de los niños pequeños. Ellos no traían ni oro ni plata como los sabios del Oriente, pero clamaban: «Hosanna» y el Señor no se disgustó con sus Hosannas sino que aceptó su alabanza juvenil. Y recordamos que una viuda echó en la ofrenda dos moneditas, que solo era un cuarto de un penique, pero ya que era todo lo que tenía, él no rechazó el regalo sino que más bien tomó nota de este en su honor. Ahora estamos bastante familiarizados con el incidente, pero con todo y eso, es maravilloso. ¡Dos moneditas que son un cuarto de penique dadas al Dios infinito! ¡Un cuarto de penique aceptado por el Rey de Reyes! Por lo tanto, no midas las acciones pequeñas con las escalas y medidas humanas, sino estímalas como lo hace Dios, porque el Señor siente respeto por el corazón de su pueblo; él no da tanta importancia a sus obras en sí mismas sino a los motivos por los que se dan en servicio.

A través de la Biblia en un año: Josué 1-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

jueves, 18 de abril de 2019

Cristo, nuestro Sacerdote y Rey, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



18 de abril – EL PODER SUSTENTADOR DE DIOS

¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes. 1 Pedro 1:3-4.

«Reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación» (1 Pedro 1:4-5). Quizá este sea uno de los mejores elixires para un cristiano con pesadumbre: que no está protegido por su propio poder y que no ha quedado a merced de su propia protección sino que lo protege el Altísimo. «Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna» (Salmos 73:26). «Porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que he dejado a su cuidado» (2 Timoteo 1:12). Pero si quitara esa doctrina de que el Salvador guarda a su pueblo, ¿dónde quedaría mi esperanza? ¿Qué tiene el evangelio que merezca mi predicación o que merezca que tú la recibas? Yo sé que él ha dicho: «Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano» (Juan 10:28). Pero, Señor, ¿qué si desmayan, si comienzan a murmurar en su aflicción? ¿No perecerán entonces? No, nunca perecerán. Pero imagínate que el dolor se haga tan intenso que su fe flaquee. ¿No perecerán entonces? No. «Nunca perecerán ni ningún hombre los arrebatará de mi mano». ¡Ah! Esta es la doctrina, la seguridad que da ánimo: «Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo» (1 Pedro 1:6).

A través de la Biblia en un año: Romanos 15-16

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

miércoles, 17 de abril de 2019

Cristo, nuestro Sacerdote y Rey, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



17 de abril – EL CONSOLADOR

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 2 Corintios 1:3-4.

Nuestro Dios no quiere que sus hijos sean infelices y por lo tanto, él mismo, en la tercera persona de la bendita Trinidad, ha asumido el cargo de Consolador. ¿Por qué lleva tu rostro colores tan lúgubres? Dios puede consolarte. Tú que estás bajo la carga del pecado, es verdad que ningún hombre puede ayudarte para darte paz, pero el Espíritu Santo sí puede. ¡Oh, Dios, a todo el que busca y no ha logrado encontrar reposo, concédele tu Santo Espíritu! Pon tu Espíritu dentro de él y él descansará en Jesús. Y tú, querido pueblo de Dios, que estás preocupado, recuerda que la preocupación y el Espíritu Santo se contradicen entre sí. «Pondré mi Espíritu en ustedes» quiere decir que te convertirás en alguien apacible, tranquilo, resignado y conforme con la voluntad divina. Entonces tendrás fe en Dios de que todo está bien. ¿Puedes tú decir: «Dios mío, Dios mío»? ¿Quieres algo más? ¿Puedes concebir algo más allá de tu Dios? ¡Omnipotente para hacerlo todo eternamente! ¡Infinito para dar! ¡Fiel para recordar! Él es todo lo que es bueno. Él solo es la luz: «En él no hay oscuridad». El Espíritu Santo nos hace entender esto cuando está dentro de nosotros. En él nuestra felicidad a veces se eleva a grandes olas de regocijo, como si saltara a la gloria.

A través de la Biblia en un año: Romanos 13-14

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

martes, 16 de abril de 2019

Cristo, nuestro Sacerdote y Rey, día 1 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



16 de abril – NUESTRA GUÍA

Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. Juan 14:25-26.

El Espíritu Santo dentro de nosotros es para servirnos de guía. Él nos revela una verdad tras otra mediante su luz y su guía y sí «aprendemos del Señor». Él es también nuestra guía práctica al cielo, nos ayuda y nos dirige en el viaje hacia arriba. Ojalá que los cristianos, para su vida diaria, averiguaran más a menudo en cuanto a la guía del Espíritu Santo. ¿No sabes tú que el Espíritu de Dios mora dentro de ti? No necesitas andar siempre corriendo de un amigo a otro en busca de dirección: espera en el Señor en silencio, siéntate tranquilo delante del oráculo de Dios. Usa el discernimiento que Dios te ha dado, pero cuando eso no sea suficiente, recurre a aquel a quien el señor Bunyan llama «el Secretario Supremo», quien vive dentro, que es infinitamente sabio y quien puede guiarte al hacerte escuchar la voz detrás de ti que dice: «este es el camino, ve por él». El Espíritu Santo te guiará en la vida, te guiará en la muerte y te guiará a la gloria. Te protegerá del error moderno y también del error antiguo. Te guiará de manera que no sabes y en la oscuridad te guiará de manera que no has visto; él hará estas cosas en ti y no te abandonará.

A través de la Biblia en un año: Romanos 11-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

lunes, 15 de abril de 2019

Renovando Tu Mente | Salomón y el Templo




El arma de una mujer - Nancy DeMoss de Wolgemuth



15 de abril – EL ABANDERADO

Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. 2 Corintios 4:17.

Pensamos demasiado en nosotros mismos y hablamos de la vida como si fuera un conflicto demasiado duro debido a la carga de nuestros cuidados y responsabilidades; pero, ¿qué comparación existe entre nuestra carga y la de Jesús? Un pastor con un gran rebaño no carece de ansiedades a cada hora; pero, ¿qué son esas ante los cuidados del pastor Jefe? Él veló por la gran multitud que ningún hombre puede contar, quienes le fueron encargados por el padre, y él llevó los dolores de todos ellos. Esta es una carga que tú y yo, mi querido amigo, ni tan siquiera podemos imaginar y, no obstante, sin dejar a un lado el peso, él luchó contra el mundo y lo venció.

Cuando toda la multitud marcha a la batalla, cada uno de nosotros toma un lugar en las filas y la guerra continúa contra todos nosotros; pero, ¿adónde crees tú que las flechas volaron en mayor cantidad? ¿Adónde fueron arrojadas las jabalinas un tras otra, gruesas como pedriscos? «El abanderado entre los diez miles» era el blanco principal. A mí me parece que el príncipe de las tinieblas le dijo a sus ejércitos: «No luchen ni con pequeños ni con grandes, excepto con el Rey de Israel», porque él fue tentado en todo al igual que nosotros. Tú y yo encontramos algunas tentaciones pero él las soporta todas. Yo tengo las mías y tú tienes las tuyas, pero él tuvo las mías y las tuyas y aquellas que son comunes a todos sus santos; no obstante, estando en el centro de la refriega, él permaneció ileso y clamó: «yo he vencido al mundo». La gracia, por lo tanto, también nos puede vestir de triunfo porque ninguna carga suprema de huestes sobre huestes será jamás dirigida en contra nuestra.

A través de la Biblia en un año: Romanos 9-10

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

domingo, 14 de abril de 2019

14 de abril – LOS COMPASIVOS

Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. –Señor Jesús –decía-, recibe mi espíritu. Luego cayó de rodillas y gritó: -¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió. Hechos 7:59-60.

Algunos corazones tiernos no solo se sorprenden sino que se quedan consternados y se afligen ante la oposición del mundo. Espíritus tiernos y gentiles que no se enfrentarían a nadie si pudieran evitarlo, que sienten agudamente los ataques injustificados de aquellos que preferirían agradar en lugar de provocar. La sensibilidad del amor hace que los caracteres más delicados sean los más susceptibles al dolor bajo la cruel oposición, especialmente cuando viene de un pariente querido. Para aquellos que aman a Dios y al hombre, a veces es una agonía verse obligados a parecer como la causa de la contienda, incluso por amor a Cristo.

El que más ama es quien más se parece a Dios, y aquel cuyo corazón está más lleno de compasión es quien más se acerca a la imagen de Cristo. En el reino de Dios los espíritus más fuertes resultan ser más bien enanos y no gigantes. Debemos tener fuerza de carácter y estar preparados para luchar tenazmente por la fe; no obstante, mientras más amor mostremos, mejor y, por lo tanto, más dolor nos costará estar continuamente en guerra con los espíritus fríos. Esta es una parte de la tribulación que debemos soportar, y mientras más valentía mostremos al enfrentarla, más a fondo ganaremos las batallas de la paz y la pureza.

A través de la Biblia en un año: Romanos 7-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.