Versículo para hoy:

viernes, 10 de agosto de 2018

El Padre Nuestro, día 33 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



AGOSTO 10

“Jehová empobrece, y Él enriquece; abate, y ensalza”. 1 Samuel 2:7.

Todos los cambios en mi vida vienen de Aquel que nunca cambia. Si me hubiere enriquecido, hubiese visto la mano del Señor en ello, y le alabaría; que igualmente vea su mano si vengo a ser pobre, y que le alabe con igual ardor. Cuando bajamos en el mundo, es del Señor, y así podemos aceptarlo con paciencia; cuando subimos en el mundo, es del Señor, y podemos aceptarlo con gratitud. En todo caso, el Señor lo ha hecho, y está bien.

Parece ser la voluntad del Señor abatir a los que piensa ensalzar, y desnudar a los que piensa vestir. Si este es su camino, es el más sabio y el mejor. Si ahora estoy sufriendo la humillación bien puedo regocijarme, porque en ella puedo ver el prefacio al ensalzamiento. Cuanto más somos humillados por la gracia, más seremos ensalzados en la gloria. El empobrecimiento que ha de conducir a nuestro enriquecimiento merece ser bienvenido.

¡Oh, Señor! Tú me has abatido últimamente y me has hecho sentir mi insignificancia y pecado. Esta no es una experiencia agradable, pero te pido que la hagas provechosa para mí. ¡Oh, que Tú me hagas apto para llevar un peso más grande de delicia y de utilidad; y cuando esté preparado para ello, entonces concédemelo por amor de Cristo! Amén.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.