Versículo para hoy:

sábado, 31 de enero de 2015

¿A TI QUÉ? ¡TÚ SÍGUEME! - John Piper

Liberado de la comparación mediante palabras abruptas

Después de resucitar de entre los muertos Jesús le preguntó tres veces a Pedro si él lo amaba. En las tres ocasiones Pedro le contestó que sí. Jesús entonces le dijo a Pedro cómo sería su muerte - aparentemente crucificado. Pedro tuvo curiosidad de cómo le iría a Juan. Asi que le preguntó a Jesús, “¿Y qué con éste hombre?” Jesús no le hizo caso a la pregunta y dijo: “¿A ti qué? ¡Tú sígueme!” Aquí está el intercambio en su totalidad:
“En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras. Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme. Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? Entonces Pedro, al verlo, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste, qué? Jesús le dijo: Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme!” (Juan 21:18-22)

Las palabras abruptas de Jesús - “¡No es asunto tuyo, sígueme!” - son música a mis oídos. Continuar leyendo...

Fuente: By John Piper. © Desiring God. Website: desiringGod.org

ENERO 31

"Jehová, justicia nuestra". Jeremías 23:6.

SIEMPRE experimentará el cristiano grande calma, quietud, alivio y paz al pensar en la perfecta justicia de Cristo. ¡Cuán a menudo los santos de Dios se hallan abatidos y tristes! Sin embargo, no debiera ser así. Creo que no se hallarían abatidos si tuviesen presente la perfección que poseen en Cristo. Hay algunos que siempre están hablando de la corrupción, de la depravación del corazón y de la innata maldad del alma. Esto es muy cierto, pero ¿por qué no ir un paso más adelante y recordar que somos perfectos en Cristo Jesús? No hay por qué admirarse de que los que se detienen a considerar su propia corrupción, muestren tal aspecto de abatimiento, pero si recordamos que "Cristo es hecho por nosotros justicia", estaremos de buen ánimo. Aunque la pena me aflija, aunque Satán me asalte, aunque haya muchas cosas que tenga que gustar antes de llegar al cielo, en el pacto de la gracia todo esto fue cumplido en mi favor; no hay nada que falte a mi Señor. Cristo lo hizo todo. En la cruz dijo: "Consumado es", y si está consumado, entonces yo estoy completo en él y puedo regocijarme con gozo inefable y glorificado, "no teniendo mi justicia que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios, por la fe". No hallaréis de este lado del cielo gente más santa que aquella que recibe en sus corazones la doctrina de la justicia de Cristo. Cuando el creyente dice: "Yo vivo sólo en Cristo, confío para mi salvación únicamente en él, y creo que, aunque indigno, soy, sin embargo, salvo en Jesús", entonces viene este pensamiento como un motivo de gratitud: "¿No viviré para Cristo? ¿No lo amaré y serviré, viendo que soy salvo por sus méritos?" "El amor de Cristo nos constriñe". "Los que viven, no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos". Si somos salvos por justicia imputada valoraremos grandemente la justicia impartida.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

viernes, 30 de enero de 2015

"entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado". Isaías 58:14.

«Líbrame de todo hábito malo, de cada crecimiento de pecados anteriores, de todo lo que ofusca el brillo de Tu gracia en mí, de todo lo que me impide deleitarme en Ti. Entonces te glorificaré, Dios mío por ayudarme a ser recto». (Tomado de "El Valle de la Visión - Oraciones Puritanas).

«Hay suficiencia en Jesús para satisfacer a todos nosotros. Si dos, seis o veinte personas sedientas fueran a beber de una botella, mientras el uno bebe el otro tendría ansiosa envidia, pensando que quizá no habría suficiente para él; pero si un centenar de sedientos va a un río, mientras uno bebe el otro no siente ninguna envidia ni ansia, porque hay suficiente para todos». (William Bridge - citado por Charles H. Spurgeon en "Apuntes de Sermones").

Hora de actuar - Nancy Leigh DeMoss

ENERO 30

"Cuando oyeres un estruendo que irá por las copas de los morales, entonces te moverás". 2 Samuel 5:24.

LOS miembros de la Iglesia de Cristo tienen que ser muy afectos a la oración, buscando siempre que la unción del Santo repose sobre sus corazones, para que el reino de Dios venga y se haga "su voluntad en la tierra como en el cielo". Pero hay ocasiones cuando Dios parece favorecer a Sión de una manera especial; esas ocasiones deben ser para ellos como un estruendo que va por las copas de los morales. En esos casos es necesario que estemos aún más dedicados a la oración; es menester que seamos celosos, luchando ante el trono de la gracia más intensamente que nunca. La acción en estos casos debe ser pronta y vigorosa. La marea crece; boguemos ahora hacia la costa, valientemente. ¡Ojalá experimentemos un nuevo pentecostés! Cristiano, en ti mismo hay ocasiones "cuando oyes un estruendo que va por las copas de los morales". Tienes un poder particular en la oración; el Espíritu Santo te da gozo y contentamiento; la Biblia es clara para ti; las promesas son apropiadas; caminas a la luz de la presencia de Dios; tienes una confianza y una libertad particular en la devoción y una comunión más íntima con Cristo. En esas gozosas ocasiones, "cuando oyes un estruendo que va por las copas de los morales", es tiempo de que te muevas. Ahora, mientras el Espíritu Santo ayuda a tu flaqueza, es tiempo propicio para que te libres de cualquier mal hábito. Despliega las velas de tu nave, pero no olvides que sólo Dios puede enviar el viento para hacerla andar. Lo único que debes procurar, es estar seguro de que las velas están desplegadas. No malogres el viento favorable por no haber preparado el velamen de antemano. Busca la ayuda de Dios para que seas más diligente en el deber, cuando seas hecho más fuerte en la fe; para que seas más constante en la oración, cuando tengas más libertad ante el trono, y para que seas más santo en tu conversación mientras vivas más cerca de Cristo.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

jueves, 29 de enero de 2015

Para un tiempo como éste - Nancy Leigh DeMoss

ENERO 29

"Las cosas que no se ven". 2 Corintios 4:18.


ES bueno que la mayor parte del tiempo de nuestra peregrinación, estemos mirando hacia adelante. Más allá está la corona, más allá está la gloria. El futuro debe ser, al fin y al cabo, el gran objeto del ojo de la fe, pues él nos trae esperanza, nos comunica gozo, nos da consolación e inspira nuestro amor. Al mirar hacia el futuro, vemos eliminado el mal, vemos deshecho el cuerpo del pecado y de la muerte y vemos al alma gozando de perfección y puesta en condiciones de participar de la herencia de los santos en luz. Mirando aún más allá, el iluminado ojo del creyente puede ver cruzado el río de la muerte, vadeado el sombrío arroyo, y alcanzadas las montañas de luz donde está la ciudad celestial. El creyente se ve a sí mismo entrando por las puertas de perla, aclamado como más que vencedor, coronado por las manos de Cristo, abrazado por Jesús y sentado con él en su trono, así como él ha vencido y se ha sentado con su Padre en su trono. La meditación en este futuro bien puede disipar la noche del pasado y la niebla del presente. Las alegrías del cielo compensarán sin duda las tristezas de la tierra. ¡Afuera mis temores!, la vida en este mundo es corta; pronto la terminaré. ¡Afuera, afuera mis dudas!, la muerte es sólo un arroyuelo; pronto lo cruzaré. ¡Cuán corto es el tiempo! ¡Cuán larga es la eternidad! ¡Cuán breve es la muerte, cuán infinita es la inmortalidad! Me parece que ahora mismo estoy comiendo de los racimos de Escol y bebiendo del manantial que está del otro lado de la puerta. ¡El viaje es tan corto...! ¡Yo pronto estaré allí!

Cuando aquí de mi vida mis afanes cesen ya
y se anuncie bella aurora celestial,
en las playas del cielo mi llegada esperará
Mi Señor con bienvenida paternal.

Podré entonces conocerle,
y seguro en su seno estaré.
Cara a cara espero verle
y con él, redimido, viviré.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

miércoles, 28 de enero de 2015

La Sentencia de la Serpiente - Charles H. Spurgeon

RECURSO  DESCARGABLE  GRATUITO

«Satanás es muy intrigante y así como entró en el Paraíso, así puede penetrar en los lugares más secretos y sagrados. Se arrastra hasta el interior de la iglesia por mucho que nos cuidemos. Se arrastra dentro de las casas aunque estén santificadas por la devoción. ¿Nunca lo has encontrado inmiscuyéndose en tu aposento durante tu oración?» Charles H. Spurgeon.


¿PUEDE UN CRISTIANO COMETER EL PECADO IMPERDONABLE? - Pr. Andrés Birch



El dilema de Ester - Nancy Leigh DeMoss

Serie: Ester: Mujer de Dios en el tiempo de Dios


ENERO 28

"Perfecto en Cristo Jesús". Colosenses 1:28.

¿NO sientes en tu propia alma que la perfección no está en ti? ¿No te enseña esto mismo la experiencia de todos los días? Cada lágrima que sale de tus ojos llora "imperfección"; cada suspiro que brota de tu corazón habla de "imperfección"; cada palabra áspera que procede de tus labios indica "imperfección". Conoces bastante bien tu propio corazón como para ni soñar siquiera que pueda haber en ti alguna perfección. Pero en medio de este conocimiento de tu imperfección, hay para ti un consuelo: tú eres "perfecto en Cristo Jesús". En la presencia de Dios, eres "cumplido en él". Ahora mismo eres "acepto en el Amado". Pero hay una perfección que aun tiene que realizarse y que es segura para toda la simiente. ¿No es agradable mirar hacia adelante, al tiempo cuando toda mancha de pecado que tenga el creyente le será quitada, y cuando será presentado delante del trono sin falta, sin mancha, sin arruga ni cosa semejante? La Iglesia de Cristo será entonces tan pura que ni aun el ojo de la Omnisciencia verá en ella mancha o tacha alguna; será tan santa y gloriosa que Hart no exagera cuando dice: "Vestido con las ropas de mi Salvador seré santo como él es santo". Entonces conoceremos, probaremos y sentiremos la felicidad de esta vasta sentencia: "Cumplidos en Cristo". Hasta que no lleguemos a ese momento, no comprenderemos plenamente las alturas y las profundidades de la salvación de Jesús. ¿No salta de gozo tu corazón al pensar en esto? Negro como eres, serás blanco un día; manchado como eres, serás limpio. ¡Es ésta una maravillosa salvación! Cristo toma un gusano y lo transforma en un ángel; toma algo negro y deformado y lo hace limpio e incomparable en gloria y en belleza, y lo pone en condiciones de estar con los serafines. ¡Oh, alma mía, detente y admira esta bendita verdad de perfección en Cristo!

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

martes, 27 de enero de 2015

El Sonido de la Verdad: Libros que recomendamos en el programa ENTENDIENDO...

En el programa de ENTENDIENDO LOS TIEMPOS del 21 de enero de 2015 exhortamos a nuestros seguidores a cultivar el hábito de leer buenos libros.

Oración intercesora de Cristo - Pr. Sugel Michelén

1- Jesús ora por Su glorificación
«Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese». JUAN 17:1-5.

«He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 
Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos». Juan 17:6-26.

Fuente: SermonAudio

Incubando un plan diabólico - Nancy Leigh DeMoss

ENERO 27

"Porque de su plenitud tomamos todos". Juan 1:16.

ESTAS palabras nos dicen que en Cristo hay una plenitud. Hay una plenitud de esencial deidad, porque "en él habita toda la plenitud de la deidad". Hay una plenitud de humanidad, pues en él, corporalmente, aquella deidad se reveló. Hay en su sangre una plenitud de eficacia expiatoria, porque "la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". Hay en su vida una plenitud de justicia que justifica, pues "ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Hay en su ruego una plenitud de divina superioridad, pues "él puede salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos". Hay en su muerte una plenitud de victoria, pues por la muerte destruyó al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo. Hay en su resurrección una plenitud de eficacia, pues por ella el Señor nos ha regenerado en esperanza viva. Hay en su ascensión una plenitud de triunfo, porque "subiendo a lo Alto, llevó cautiva la cautividad y dió dones a los hombres". Hay en verdad una plenitud de bendiciones de toda suerte. Una plenitud de gracia para perdonar, de gracia para preservar, de gracia para perfeccionar. Hay una plenitud para todas las ocasiones: una plenitud de consuelo en la aflicción, una plenitud de dirección en la prosperidad. Una plenitud de todos los atributos divinos: de la sabiduría, del poder, del amor. Una plenitud que es imposible valorar y mucho menos explorar. "Agradó al Padre que habitase en él toda plenitud". ¡Oh, qué plenitud será ésta de la cual todos reciben! Allí tiene que haber, en verdad, plenitud, pues, a pesar de que la corriente siempre fluye, el manantial crece tan abundante, tan rico y tan completo como siempre. Ven, creyente, satisface todas tus necesidades; pide abundantemente y recibirás con abundancia, pues esta plenitud es inagotable y está guardada donde todas las necesidades pueden alcanzarla, es decir, en Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

lunes, 26 de enero de 2015

PONGAMOS NUESTRAS PRIORIDADES TEOLÓGICAS EN ORDEN - Luke Stamps



Los creyentes en el culto de adoración- Pr. Sugel Michelén

«Hermanos, nosotros tenemos una responsabilidad. Nosotros tenemos la responsabilidad de mostrar la perfección del plan de Dios, la perfección del diseño de Dios, para que la gente mirando la Iglesia, pueda ver en la Iglesia la sabiduría del Dios que creó la Iglesia; la sabiduría de Cristo que es Cabeza de la Iglesia». Pr. Sugel Michelén.



Fuente: SermonAudio

La trama se complica - Nancy Leigh DeMoss

ENERO 26

"Vuestro Padre Celestial". Mateo 6:26.

LOS que constituyen el pueblo de Dios son hijos suyos en doble sentido: por creación y por adopción en Cristo. Por eso tienen el privilegio de llamarlo "Padre nuestro que estás en los cielos". ¡Padre! ¡Oh, qué preciosa es esta palabra! En ella hay autoridad: "Si yo soy Padre, ¿dónde está mi honor? Si vosotros sois hijos, ¿dónde está vuestra obediencia?" En esta palabra hay también afecto mezclado con autoridad; una autoridad que no provoca rebelión; una obediencia solicitada que se cumple con alegría, y que, aunque se pudiese, no debiera negarse. La obediencia que los hijos le rinden a Dios debe ser una obediencia amorosa. No vayas al trabajo que te señala Dios como va el esclavo al que le asigna su amo. Entra más bien en la senda de sus mandamientos, por ser esa la senda de tu Padre. Presenta tu cuerpo como instrumento de justicia, pues la voluntad de tu Padre es justa, y su voluntad debe ser la voluntad de sus hijos. ¡Padre! Hay aquí un atributo regio, tan delicadamente cubierto con amor, que la corona del Rey pasa inadvertida al mismo Rey, y su cetro se transforma no en una vara de hierro, sino en un plateado cetro de misericordia. En realidad, el cetro pasa como desapercibido en la tierna mano del que lo empuña. ¡Padre! En esta palabra hay honor y amor. ¡Cuán grande es el amor de un padre para con sus hijos! Lo que la amistad no puede hacer ni la mera benevolencia procurará, lo hace, para sus hijos, el corazón y la mano de un padre. Son sus vástagos, por lo tanto debe bendecirlos; son sus hijos, debe, pues, defenderlos con todo vigor. Si un padre terrenal vela por sus hijos con amor y cuidado incesantes, ¿cuánto más lo hace nuestro Padre Celestial? ¡Abba, Padre! El que puede decir esto, ha dado expresión a una melodía que es mejor que la que los querubines y serafines pueden producir. Hay un cielo en la profundidad de la palabra Padre; hay en ella todo lo que puedo pedir, todo lo que mis necesidades pueden demandar y todo lo que mis deseos pueden desear. Tengo todo en todo por toda la eternidad cuando puedo decir: ¡Padre!

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

domingo, 25 de enero de 2015

¿Por qué la mujer no debe ser pastora?

Amasías: la insensatez de justificar el no hacer caso a un mensaje divino

CONFERENCIA FUEGO EXTRAÑO - FALSOS MAESTROS - Dr. John MacArthur

«Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!»
2 Corintios 13:5.

Visto en YouTube


ENERO 25

"De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que nos ha dado". Isaías 63:7.

¿Y no puedes tú hacer lo mismo? ¿No has experimentado alguna vez las misericordias de Dios? Aunque ahora estés triste, ¿puedes olvidar aquella bendita hora cuando Jesús te halló y te dijo: "Ven a mí"? ¿No puedes recordar aquel glorioso momento cuando él rompió tus grillos, cuando arrojó al suelo tus cadenas y te dijo: "Vine para romper tus ligaduras y dejarte en libertad"? Si el amor de tu desposorio cayó en el olvido, ¿no habrá, por ventura, en el camino de tu vida algún mojón, en el que pueda leerse una inscripción que te recuerde la misericordia que Jesús tuvo contigo? ¡Qué!, ¿nunca tuviste una enfermedad semejante a la que estás sufriendo ahora? ¿Y no te curó él? ¿Nunca antes fuiste pobre? ¿Y no suplió Jesús todas tus necesidades? ¿Nunca antes estuviste en aprietos? ¿Y no te libró él? ¡Levántate!, ve al río de tu experiencia, arranca unos cuantos juncos y haz con ellos una arquilla en la cual tu fe infantil pueda flotar confiadamente sobre la superficie de las aguas. No olvides lo que Dios ha hecho por ti. Repasa el libro de tu memoria y considera los días antiguos. ¿No puedes recordar el monte de Mizar? ¿Nunca te halló el Señor en el monte Hermón? ¿Nunca has subido a las montañas de las Delicias? ¿Nunca has sido socorrido en tiempos de necesidad? Sí, tú has experimentado estas cosas. Echa una mirada retrospectiva a las preciosas bendiciones de ayer, y si los momentos por los cuales pasas ahora son obscuros, enciende las lámparas del pasado, ellas brillarán en medio de las tinieblas y tú estarás confiado en el Señor hasta que amanezca el día y huyan las sombras. "Acuérdate, Señor, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas".

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

Encuentros con Jesús - El hombre ciego - PR. SAMUEL MASTERS

Encuentro con Jesús - El joven rico - PR. SAMUEL MASTERS

Encuentros con Jesús - El hombre pequeño - PR. SAMUEL MASTERS

sábado, 24 de enero de 2015

3 MANERAS DE PENSAR SOBRE DIOS Y EL DOLOR - Pr. John Starke.


ENERO 24

"El te librará del lazo del cazador". Salmo 91:3.

DIOS libra a los suyos del lazo del cazador en dos sentidos: del lazo, y fuera del lazo. El los libra del lazo no permitiendo que caigan en él: y, si caen, los libra sacándolos fuera de allí. La primera promesa es la más preciosa para algunos, la segunda es la mejor para otros. "El te librará del lazo". ¿En qué manera? La aflicción es frecuentemente el medio por el cual Dios nos libra. Dios sabe que nuestra rebeldía terminará pronto en nuestra destrucción, y entonces él, en su misericordia, envía la vara. Nosotros decimos: "Señor, ¿por qué me pasa esto?", ignorando que nuestra aflicción ha sido el medio para librarnos de un mal mayor. Muchos, por sus aflicciones y contrariedades, han sido librados de la ruina; esas aflicciones han espantado a los pájaros que estaban por caer en la red. En otras ocasiones Dios guarda a los suyos del lazo del cazador dándoles gran fortaleza espiritual, de modo que cuando sean tentados a hacer lo malo digan: "¿Cómo es posible que yo haga este horrible mal y peque contra Dios?" Pero, ¡qué bendición es pensar que si el creyente, en mala hora, cayere en el lazo, Dios lo sacará fuera de allí! ¡Oh, extraviado, entristécete, mas no te desesperes! Aunque te has extraviado, oye lo que te dice tu Redentor: "Convertíos, hijos rebeldes; yo sanaré vuestras rebeliones". Tú dices que no puedes convertirte por ser un cautivo. Entonces presta atención a esta promesa: "El te librará del lazo del cazador". Tú serás sacado del mal en el cual has caído, y aunque nunca cesarás de arrepentirte de tus actos, sin embargo, el que te ama nunca te echará fuera. Jesús te recibirá y te dará gozo y alegría para que se recreen tus huesos abatidos. Ningún pájaro del Paraíso morirá en la red del cazador.

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

viernes, 23 de enero de 2015

Obstáculos y Remedios para la Oración 1 y 2 - Pr. Sugel Michelén

SI VUESTRA JUSTICIA NO FUERE MAYOR - Pr. Sugel Michelén

¿Cómo está mi justicia visible? ¿Cómo está mi justicia interior?

Fuente: SermonAudio

SIN MURMURACIONES Y CONTIENDAS - Pr. Sugel Michelén

"y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos". Números 11:6.
"una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha". Efesios 5:27.

Fuente: SermonAudio

Reina - Nancy Leigh DeMoss

ENERO 23

"Yo he ensalzado un escogido de mi pueblo". Salmo 89:19.

¿POR QUÉ fue Jesús escogido de entre el pueblo? Habla, corazón mío, pues los pensamientos del corazón son los mejores. ¿No fue para que pudiera ser nuestro hermano en el bendito vínculo de consanguinidad? ¡Oh, qué parentesco hay entre Cristo y el creyente! El creyente puede decir: "Tengo un hermano en el cielo; yo quizás sea pobre, pero tengo un hermano que es rico y es rey. ¿Me dejará a mí en la necesidad estando él en el trono? ¡Oh, no! El me ama; es mi hermano". Creyente, lleva este precioso pensamiento en el cuello de tu memoria como si fuera un collar de diamantes. Ponlo en el dedo del recuerdo como si fuese un anillo de oro y úsalo como el anillo particular del Rey que sella las peticiones de tu fe con la seguridad del éxito. Él es un hermano que ha nacido para la adversidad; trátalo como tal. Además, Cristo fue elegido de entre el pueblo para que conociese nuestras necesidades y se compadeciese de nosotros. El fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. En todas nuestras aflicciones contamos con su simpatía. Tentaciones, penas, desengaños, flaquezas, cansancio: todo es conocido por él, pues él experimentó todo. Recuerda esto, cristiano, y consuélate en ello. Por más dificultoso y penoso que sea tu camino, recuerda que por allí pasó tu Salvador; y aún cuando llegues al obscuro valle de la sombra de la muerte y a las profundas aguas del turbulento Jordán, allá hallarás sus pasos. En cualquier lugar a donde vayamos, él ha estado ya. Cada una de las cargas que llevemos han sido una vez puestas sobre los hombros de Emmanuel. ¡Coraje, pues; los pies del Rey han dejado una marca de sangre en el camino, y consagró para siempre la espinosa senda!

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.

jueves, 22 de enero de 2015

Falsos profetas, juicio de Dios - Paul Washer



3 LECCIONES QUE TODO CRISTIANO PUEDE APRENDER DE JUDAS - JOSUÉ BARRIOS

«Examíname, Señor; ¡ponme a prueba! purifica mis entrañas y mi corazón». Salmo 26:2.

«Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!» 2 Corintios 13:5.


El Dios Pródigo - Pr. Tim Keller

Tim Keller - Dios Pródigo

CUANDO SER UNA MENTORA EXPONE TU ÍDOLO DE QUERER SER NECESITADA - HEATHER NELSON


5 PELIGROS DE UNA VIDA CENTRADA EN EL EVANGELIO - STEVEN MORALES


Un concurso de belleza nada inocente

ENERO 22

"Hijo de hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿Qué es el sarmiento entre los maderos del bosque?" Ezequiel 15:2.

ESTAS palabras fueron dichas para humillación que los que forman el pueblo de Dios. Se les llama vid de Dios, pero ¿qué son ellos, por naturaleza, más que los otros? Por la bondad de Dios llegaron a ser fructíferos, después de haber sido plantados en buen terreno. El Señor los ha conducido por las murallas del santuario y así llevan fruto para su gloria. Pero, sin Dios, ¿qué son? ¿Qué son sin la influencia continua de su Espíritu, que los hace fructíferos? ¡Oh, creyente!, aprende a rechazar el orgullo, viendo que no tienes base para tenerlo. Seas lo que fueres, no tienes nada por lo que puedas mostrarte orgulloso. Cuanto más tienes más debes a Dios, y tú no debieras estar orgulloso de lo que te hace deudor. Considera tu origen. Mira atrás a lo que eras. Considera lo que serías si no fuese por la gracia divina. Mírate tal cual eres ahora. ¿No te reprocha tu conciencia? ¿No están delante de ti tus mil extravíos diciéndote que no eres digno de ser llamado su hijo? Y si el Señor te ha cambiado en algo, ¿no te das cuenta de que es la gracia de Dios lo que te ha hecho cambiar? Creyente, tú habrías sido un gran pecador, si Dios no te hubiese cambiado. Tú, que ahora te muestras valiente en defensa de la verdad, si la gracia no te hubiese alcanzado, te mostrarías valiente en defensa del error. Por lo tanto, no seas orgulloso. Aunque ahora tienes una rica herencia, y una amplia posesión de gracia, nunca tuviste una simple cosa que pudiese llamarse exclusivamente tuya, excepto tu pecado y tu miseria. Extraña infatuación es ésta, que habiendo tú pedido prestado todo lo que tienes, pienses ahora en exaltarte a ti mismo; que siendo tú un pobre inválido, dependiente de la generosidad de tu Salvador, y uno que tiene una vida que se extinguiría si no fuese por el manantial de vida que procede de Jesús, seas, sin embargo, orgulloso. ¡Vaya contigo, necio corazón!

Fuente: LECTURAS MATUTINAS de Charles Haddon Spurgeon.