Versículo para hoy:

jueves, 14 de abril de 2016

Ayudando a otros a perseverar - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – ABRIL 14

“Decid al justo que le irá bien”. Isaías 3:10.

LE irá bien al justo siempre. Si hubiese dicho: “Decid al justo que le irá bien en la prosperidad”, hubiéramos estado agradecidos, porque la prosperidad es una hora peligrosa, y es un don del cielo el estar asegurados contra sus trampas. O si hubiese escrito: “Le irá bien en la persecución”, hubiéramos estado también agradecidos por tan animadora seguridad, porque la persecución es dura de soportar. Pero cuando no se menciona ocasión, toda circunstancia está incluida. Las promesas de Dios deben ser siempre entendidas en su sentido más amplio. Desde el principio hasta el fin del año; desde el ocaso hasta el alba; en toda condición y bajo toda circunstancia le irá bien al justo. Le va tan bien al justo que no podríamos imaginar nada mejor, pues está bien alimentado: se alimenta con la carne y la sangre de Jesús; está bien vestido: viste la imputada justicia de Cristo; está bien alojado: mora con Dios; está bien casado: su alma está unida con Cristo en los lazos de una unión matrimonial; está bien provista, pues Jehová es su pastor; tiene una buena dote, pues el cielo es su herencia. También le va bien al justo por disposición divina, pues es la boca de Dios la que expresa la confortante seguridad. ¡Oh! amado, si Dios declara que todo va bien, pueden diez mil demonios declarar que va mal, que nosotros nos reiremos de ellos, burlándonos. Bendito sea Dios por una fe que nos permite creer en él cuando las criaturas lo contradicen. ¡Oh! justo, la Palabra dice que te irá bien en todo tiempo. Entonces, amado, si tú no puedes ver esto, deja que la palabra de Dios ocupe el lugar de tus ojos; sí, cree esta promesa bajo la divina autoridad con más confianza que si tus ojos y sentimientos te la expresaran. Quien es bendecido por Dios, bendecido es en verdad; y lo que los labios de Dios declaran es verdad segura e inmutable.

Charles Haddon Spurgeon.