Versículo para hoy:

domingo, 26 de noviembre de 2017

Noviembre 26. La concentración del poder espiritual

"... Sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo...", Gálatas 6:14.
Si quieres conocer el poder de Dios, es decir, la vida del Jesús resucitado en tu carne mortal, debes meditar en la tragedia de Dios. Deja el interés personal que tienes en tu propia condición espiritual y considera su tragedia, con una actitud completamente sincera e inmediatamente su poder estará en ti.
"Mirad a mí", Isaías 45:22; presta atención a la fuente externa y el poder interior estará allí. Perdemos poder porque no nos concentramos en lo correcto. El efecto de la cruz es salvación, santificación, sanidad, etc., pero no debemos predicar ninguna de estas bendiciones, sino "...a Jesucristo y a este crucificado", 1 Corintios 2:2. La proclamación de Jesús hará su trabajo. Enfoca tu predicación en lo que es el centro para Dios y aunque aparentemente tus oyentes no presten ninguna atención, nunca podrán ser los mismos después. Si comunico mis propias palabras, éstas no pueden ser de mayor importancia para ti que las tuyas para mí; pero si compartimos la verdad de Dios unos con otros, encontraremos vez tras vez esa verdad. Debemos concentrarnos en ese gran punto de poder espiritual: la cruz. Si mantenemos el contacto con ese centro, el poder se liberará en nuestra vida. En los movimientos de santidad y en las reuniones de bendición espiritual, somos dados a no concentrarnos en la cruz de Cristo, sino en sus efectos.
En la actualidad se critica la debilidad de las iglesias y con justa razón. Uno de los motivos de esta debilidad es la falta de concentración en el verdadero centro de poder espiritual. No hemos meditado lo suficiente en la tragedia del Calvario o en el significado de la redención.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

Noviembre 25. El secreto de la coherencia espiritual

"Pero lejos esté de mí el gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo...", Gálatas 6:14
Cuando una persona acaba de nacer de nuevo, parece incoherente debido a que sus emociones no se relacionan con el estado de las circunstancias externas de su vida. La vida del apóstol Pablo se apoyaba en una fuerte y firme coherencia espiritual. En consecuencia, él podía dejar que su vida exterior cambiara sin afligirse, porque estaba arraigado y fundamentado en Dios. La mayoría de nosotros no somos espiritualmente coherentes, porque estamos más preocupados por la coherencia de lo exterior. En cuanto a la expresión externa de las cosas Pablo vivió en el sótano, mientras que sus críticos vivían en el piso de arriba. Estos dos niveles son completamente diferentes y no se pueden tocar entre sí. Pero la coherencia de Pablo era profunda porque se encontraba en los fundamentos. La gran base de su coherencia era la agonía de Dios por la redención del mundo, es decir, la cruz de Jesucristo.
Afírmate de nuevo en lo que crees, regresa al fundamento de la cruz de Cristo y desecha cualquier convicción que no se base en ella. En la historia secular, la cruz es algo sumamente pequeña, pero desde la perspectiva bíblica es más importante que todos los imperios del mundo. Nuestra predicación será totalmente improductiva, si dejamos de hacer énfasis en la tragedia de Dios en la cruz, porque no comunicará su poder para el hombre. Podrá ser interesante, pero no tendrá poder. Sin embargo, cuando predicamos la cruz, el poder de Dios se libera. "...Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación... nosotros predicamos a Cristo crucificado...", 1 Corintios 1:21,23.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.