Versículo para hoy:

miércoles, 15 de agosto de 2018

El Padre Nuestro, día 36 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



AGOSTO 15

“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. Juan 14:13.

No todos los creyentes han aprendido a orar en el nombre de Cristo. Pedir, no solamente por amor de Él, sino en su nombre, como autorizados por Él, es una alta clase de oración. No nos atreveríamos a pedir ciertas cosas en su santo nombre, porque sería una miserable profanación de Él; pero cuando la petición es tan evidentemente buena, que nos atrevemos a añadir el nombre de Jesús a ella, entonces tiene que ser concedida.

La oración es tanto más segura de ser contestada cuando es para la gloria del Padre por el Hijo. Glorifica su verdad, su fidelidad, su poder y su gracia. La contestación a la oración cuando es presentada en el nombre de Jesús revela el amor del Padre a Él, y la honra que le ha dado. La gloria de Jesús y del Padre van tan envueltas la una en la otra, que la gracia que ensalza a uno, ensalza al otro. El canal es renombrado por la plenitud de la fuente, y la fuente es honrada por el canal por el cual corre. Si la respuesta a nuestras oraciones deshonrara a nuestro Señor, no oraríamos; pero puesto que en ello es glorificado, oraremos sin cesar en aquel nombre querido en el cual Dios y su pueblo se complacen al mismo tiempo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.