Versículo para hoy:

miércoles, 23 de enero de 2019

Renovando Tu Mente | El pacto con Abraham




Un corazón airado es transformado - Nancy DeMoss de Wolgemuth



23 de enero – TEN CUIDADO CON EL PECADO

Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6:23.

Ahora bien, esta tendencia es la misma en cualquier caso: «la paga del pecado es muerte» en cualquier lugar y para todo el mundo. Es así no solo donde puedes verlo operando en el cuerpo sino también donde no puedes verlo. Tal vez te sorprendas cuando te diga que la paga del pecado es muerte incluso en el hombre que tiene vida eterna. El pecado tiene el mismo carácter mortífero en uno y en otro, y solo existe un antídoto. Tú, mi hermano cristiano, no puedes caer en el pecado sin que este te resulte venenoso, al igual que le sucede a todos los demás, de hecho, para ti es más venenoso que para los que ya están endurecidos por este. Si pecas, esto destruye tu gozo, tu poder en la oración, tu confianza en Dios. Si has pasado noches de frivolidad con personas mundanas, has sentido la influencia mortífera de su compañía. ¿Y qué de tus oraciones por las noches? No puedes acercarte a Dios. La operación del pecado sobre tu espíritu es más que dañina a tu comunión con Dios. Eres como un hombre que ha tomado una droga nociva cuyo humo está aturdiendo el cerebro y adormeciendo el corazón. Si tú, siendo un hijo de Dios, caes en cualquiera de los pecados que tan fácilmente te asedian, estoy seguro que nunca verás que esos pecados despiertan tu gracia ni aumentan tu fe, por el contrario, te harán más y más daño y así será continuamente.

A través de la Biblia en un año: Génesis 33-36

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

La crisis de fe de un esposo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



22 de enero – ¿CÓMO PUEDEN TRABAJAR LOS MUERTOS?

En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados. Efesios 2:1.

La vida espiritual no es el resultado del trabajo, ¿cómo pueden los muertos trabajar para la vida? ¿No se deben despertar primero y luego, no trabajarían más bien de la vida que para la vida? La vida es un don y otorgársela a cualquier hombre debe ser un acto de Dios. El evangelio predica la vida que Jesucristo nos da. Pecador, ¡mira a dónde tienes que buscar! Dependes por completo de la voz que vivifica, de aquel que es la resurrección y la vida. «Esto», diría alguno, «es muy desalentador para nosotros». Así se espera que sea. Es bueno desanimar a los hombres cuando están actuando de acuerdo a principios equivocados. Siempre y cuando pienses que tu salvación puede afectarse por tus propios esfuerzos, méritos o cualquier otra cosa que pueda salir de ti mismo, vas por el camino equivocado y es nuestro deber desanimarte. Recuerda que la declaración de Dios es «que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna». Si, por lo tanto, se te permite venir y entregarte a la sangre y a la justicia de Jesucristo, inmediatamente tienes la vida eterna que nunca te podrían brindar todas tus oraciones, lágrimas, arrepentimiento, asistencia a la iglesia, asistencia a la capilla y sacramentos. Jesús te la puede dar libremente en este momento, pero tú no puedes producirla por ti mismo.

Puedes imitarla y engañarte a ti mismo, puede que adornes el cadáver y hagas parecer que estuvieras vivo y puedes galvanizarlo en un movimiento irregular, pero la vida es un fuego divino y tú mismo no puedes aquietar la llama o encenderla; solo a Dios le corresponde avivar y por tanto, te insto a que solo busques a Dios en Jesucristo.

A través de la Biblia en un año: Génesis 29-32

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.