Versículo para hoy:

martes, 30 de octubre de 2018

Renovando Tu Mente | La redención prometida a Abraham




Cómo cantar en tierra extranjera, día 4 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



OCTUBRE 30

“Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos, os limpiaré”. Ezequiel 36:25.

¡Qué sumo gozo es este! El que nos ha purificado con la sangre de Jesús también nos limpiará con agua por el Espíritu Santo. Dios lo ha dicho y así tiene que ser: “Seréis limpiados”. Señor, sentimos y lamentamos nuestra inmundicia y nos anima ser asegurados por tu palabra que seremos limpiados. ¡Oh, que te apresures a hacerlo!

Él nos librará de nuestros pecados peores. La incredulidad y los deseos carnales que batallan contra el alma, los pensamientos despreciables de orgullo y las instigaciones de Satanás a que blasfememos su santo nombre…, todos estos pecados serán limpiados para no volver jamás.

También nos limpiará de todos nuestros ídolos, sean de oro o de barro: nuestro amor impuro y nuestro amor excesivo de lo que en sí es puro. Lo que hemos adorado como ídolo, será quitado de nosotros o nosotros seremos arrancados de ello.

Dios habla de lo que Él mismo hará. Por lo tanto esta palabra es firme y cierta, y podemos confiadamente esperar aquello que nos garantiza. La limpieza es una bendición del pacto, y el pacto es ordenado en todas las cosas y será guardado.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.