Versículo para hoy:

viernes, 8 de julio de 2016

Únete a una multitud de creyentes - Nancy DeMoss de Wolgemuth

¿Alguna vez te has sentido sola sirviendo al Señor?

Programas de la serie

Tomado de Nancy Leigh DeMoss. Programa radial emitido Julio 8, 2016. www.AvivaNuestrosCorazones.com.

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 8

“Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salud; en ti he esperado todo el día”. Salmo 25:5.

CUANDO el creyente, con pies temblorosos, ha empezado a andar en los caminos del Señor, suplica que, como un niñito que es sostenido por la mano de sus padres, se le siga guiando y, además, ansía ser instruido en el alfabeto de la verdad. Enseñanza experimental es la petición de esta oración. David sabía mucho, pero sentía su ignorancia y deseaba estar aún en la escuela del Señor. Cuatro veces en dos versículos solicita instrucción en el colegio de la gracia. Sería bueno que muchos que profesan ser cristianos, en lugar de seguir sus propios planes y trazar nuevas normas de pensamiento para sí mismos, preguntaran por las buenas sendas antiguas de la verdad de Dios y rogaran al Espíritu Santo que les dé entendimientos santificados en espíritus dóciles. “Porque tú eres el Dios de mi salud”. El trino Jehová es el Autor y Consumador de la salvación de su pueblo. Lector, ¿es él el Dios de tu salvación? ¿Hallas en la elección del Padre, en la expiación del Hijo y en la vivificación del Espíritu todas las bases de tus eternas esperanzas? Si es así, puedes invocar eso como un argumento para obtener más bendiciones. Si el Señor ha determinado salvarte, no rehusará, seguramente, instruirte en sus caminos. Experimentamos gozo cuando podemos dirigirnos al Señor con la misma confianza que David manifiesta aquí, pues ella nos comunica gran poder en la oración y aliento en las pruebas. “En ti he esperado todo el día”. La paciencia es hermosa criada e hija de la fe; aguardamos con alegría cuando estamos seguros de que no aguardamos en vano. Es nuestro deber y privilegio aguardar al Señor todos los días de nuestra vida, con adoración, con esperanza y con confianza. Nuestra fe será una fe probada y, si es de genuina calidad, soportará continuas pruebas sin rendirse. No nos cansaremos de esperar en Dios, si recordamos por cuánto tiempo y cuán bondadosamente él nos esperó a nosotros una vez.

Charles Haddon Spurgeon.