Versículo para hoy:

miércoles, 11 de mayo de 2016

Déjaselo a Beaver, Sexo en la ciudad y la felicidad de la mujer - Mary Kassian

Cultiva un corazón generoso - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – MAYO 11

“Solamente te esfuerces y seas muy valiente”. Josué 1:7.

EL tierno amor de Dios a favor de sus siervos hace que él se interese por el estado de sus íntimos sentimientos. El desea que ellos sean muy valientes. Algunos estiman cosa de poca monta que un creyente esté perturbado con dudas y temores, pero Dios no piensa así. En este texto se ve claramente que nuestro Señor quiere que no estemos enredados en temores. El quiere que vivamos sin cuidados, sin dudas, sin cobardía. Nuestro Señor no juzga nuestra incredulidad tan livianamente como lo hacemos nosotros. Cuando vivimos desalentados, estamos propensos a alguna enfermedad con la que no jugar, sino debemos llevarla al Médico Amado. Nuestro Señor no quiere vernos con rostros tristes. Era ley de Asuero que ninguno podía entrar en la corte del rey “con vestido de saco”. El Rey de reyes no tiene esta ley, pues nosotros podemos ir a él tan tristes como estemos. Sin embargo, a él le agradaría que nos quitáramos el espíritu de tristeza y nos vistiéramos las vestiduras de alabanza, pues hay muchos motivos para estar alegres. El cristiano debe ser de un espíritu animoso con el fin de glorificar al Señor, soportando las pruebas en forma heroica. Si es medroso y pusilánime deshonrará a su Dios. Además, ¡qué mal ejemplo da! Esta enfermedad de la duda y del desaliento es una epidemia que pronto se propaga entre la grey del Señor. Un creyente abatido contagia con su tristeza veinte almas. Por otra parte, si tu valor no se mantiene firme, Satán será demasiado fuerte para ti. Deja pues, que tu espíritu se goce en Dios tu Salvador, y así el gozo del Señor será tu fortaleza y ningún demonio del infierno hará ímpetu contra ti. Pero la cobardía derribará la bandera. Además, el trabajo resulta liviano para el hombre de espíritu alegre y el éxito aguarda al buen humor. El hombre que trabaja, regocijándose en su Dios y creyendo de todo corazón, tiene el éxito garantizado. El que siembra con esperanza recogerá con gozo. Por lo tanto, querido lector, “esfuérzate y sé muy valiente”.

Charles Haddon Spurgeon.