Versículo para hoy:

sábado, 30 de junio de 2018

JUNIO 30

“Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu mocedad, y te confirmaré un pacto sempiterno”. Ezequiel 16:60.

A pesar de nuestros pecados, el Señor aun es fiel a su amor para con nosotros.

Él mira atrás. Mira cómo Él se acuerda de aquellos primeros días nuestros cuando Él mismo hizo pacto con nosotros, y nosotros nos entregamos a Él. ¡Aquellos eran días felices! El Señor no nos los echa en cara, ni nos acusa de ser poco sinceros. No, Él mira más bien a su pacto que concertó con nosotros, que a nuestro pacto con Él. No hubo hipocresía en aquel pacto sagrado, en cuanto a Él, a lo menos. ¡Cuán bueno es del Señor mirar así atrás con amor!

También mira adelante. Está resuelto a que el pacto no falte. Si nosotros no nos atenemos a él, Él sí se atiene. Él declara solemnemente: “Te confirmaré un pacto sempiterno”. Él no tiene intención de volverse atrás de sus promesas. Bendito sea su nombre. Él ve el sello sagrado, “la sangre del testamento eterno”, y se acuerda de nuestro fiador, en el cual ratificó ese pacto, su propio Hijo amado; y por eso se atiene a sus promesas convenidas. “Él permanece fiel; no se puede negar a sí mismo”.

¡Oh, Señor, pon esta preciosa palabra en mi corazón y ayúdame a alimentarme de ella en todo este día!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 29 de junio de 2018

El Padre Nuestro, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 29

“Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes”. Jeremías 33:3.

Dios nos anima a que oremos. Nos dicen algunos que la oración es un ejercicio piadoso que solamente influye en el alma que en él se ocupa. Nosotros sabemos algo mejor que esto. Nuestra experiencia desmiente esta aserción incrédula. Aquí Jehová, el Dios vivo, promete expresamente que contestará la oración de su siervo. Clamemos a Él de nuevo, y no dudemos que Él nos oye y nos contesta. ¿El que plantó el oído, no oirá? El que dio a los padres amor para con sus hijos, ¿no escuchará los clamores de sus propios hijos e hijas?

Dios responderá a su pueblo suplicante que clama en su angustia. Él tiene maravillas reservadas para ellos. Lo que nunca han visto, oído o soñado, lo hará a favor de ellos. Él descubrirá nuevas bendiciones si es necesario. Él escudriñará mar y tierra para alimentarlos; enviará todos los ángeles del cielo para socorrerlos, si su apuro así lo requiere. Él nos sorprenderá con su gracia y nos hará decir: nunca tal hemos visto. Solamente pide de nosotros que clamemos a Él. No puede pedirnos menos. Que voluntariamente le hagamos oración ahora mismo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 28 de junio de 2018

El Padre Nuestro, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 28

“Y mirándole Jehová, díjole: Ve con esta tu fortaleza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”. Jueces 6:14.

¡Qué mirada fue la que el Señor dio a Gedeón! Esta mirada cambió su desaliento en valor santo. Si nuestra mirada al Señor nos salva, ¿qué no hará su mirada hacia nosotros? Señor, mírame en este día, y esfuérzame para sus deberes y conflictos.

¡Qué palabra fue la que Jehová habló a Gedeón! “Ve”. No tenía que vacilar. Podía haber contestado: ¿Cómo voy a ir con toda esta debilidad? Pero el Señor le impidió de antemano tal excusa diciéndole: “Ve con esta tu fortaleza”. El Señor por su mirada le había dado poder, y ahora solamente tenía que usarlo y salvar a Israel hiriendo a los madianitas. Tal vez el Señor quiere usarme más de lo que yo jamás hubiese pensado. Si me ha mirado, Él me ha hecho fuerte. Que por fe ejerza yo el poder que Él me ha confiado. Nunca me manda que “pierda yo mi tiempo en esta mi fortaleza”. Lejos de eso. Voy, porque Él me esfuerza.

¡Qué pregunta es la que el Señor me hace como la hizo a Gedeón! “¿No te envío yo?” Sí, Señor, Tú me has enviado y yo iré con tu fortaleza. A tu mandato voy, y yendo estoy cierto que Tú vencerás por mí.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 27 de junio de 2018

El Padre Nuestro, día 1 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 27

“Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia”. Salmos 140:13.

¡Oh, que mi corazón sea recto, para que pueda siempre bendecir el nombre del Señor! Él es tan bueno a los que son buenos, que yo desearía ser contado entre ellos, y sentirme más lleno de gratitud cada día. Tal vez por un momento los justos pierdan confianza cuando su integridad los lleva a dura prueba; pero seguramente el día vendrá cuando bendecirán a su Dios, porque no cedieron a consejos malos, ni se sirvieron de la astucia. Tarde o temprano los hombres fieles darán gracias al Dios de la justicia por haberles guiado por un camino recto. ¡Oh, que sea yo contado entre ellos!

¡Qué promesa está comprendida en esta segunda frase: “Los rectos morarán en tu presencia”! Serán bien recibidos donde otros aparecerán solamente para ser condenados. Serán cortesanos del Gran Rey y obtendrán una audiencia siempre que lo desean. Serán hombres favorecidos a los cuales Jehová es propicio, y con quienes Él tiene comunión bendita. Señor, yo deseo esta honra grande, este precioso privilegio; gozar de Él será para mí el cielo sobre la tierra. Hazme recto en todas las cosas, para que hoy, mañana y cada día, more en tu divina presencia. Entonces alabaré tu Nombre para siempre jamás. Amén.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 26 de junio de 2018

Las madres también necesitan teología - Christina Fox

Cuando estás enojada con el plan de Dios - Kristen Wetherell



Más que orar «La oración del pecador» - Richard Owen Roberts, Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 26

“Tened también vosotros paciencia; confirmad vuestros corazones: porque la venida del Señor se acerca”. Santiago 6:8.

La última palabra en el Cantar de los Cantares es: “Huye, amado mío”, y leemos entre las últimas palabras del Apocalipsis: “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven”; a lo cual el Esposo celestial contesta: “Ciertamente vengo en breve”. El amor anhela la manifestación gloriosa del Señor y se goza en esta dulce promesa: “La venida del Señor se acerca”. Esta sostiene muchas almas en cuanto a lo futuro. Miramos por esta ventana con esperanza.

Esta “ventana de piedras preciosas” tan sagrada ilumina lo presente y nos pone en buen estado para el trabajo o el sufrimiento inmediato. ¿Somos probados? Entonces la proximidad de nuestro gozo nos dice en voz baja que tengamos paciencia. ¿Estamos cansados porque no vemos la siega como resultado de nuestra siembra? Otra vez esta gloriosa verdad nos exclama: “Tened paciencia”. ¿Nuestras multiplicadas tentaciones nos hacen vacilar en lo más mínimo? Entonces la seguridad de que antes de mucho el Señor estará aquí, nos predica con este versículo: “Confirmad vuestros corazones”. “Estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre”. Pronto oirás las trompetas de plata que anuncian la venida de tu Rey. No tengas ningún temor. No rindas el castillo, porque Él viene; sí, tal vez aparecerá en este mismo día.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 25 de junio de 2018

¿Debo salir de mi iglesia? - Sugel Michelén y Sam Masters




Cómo tener una vida de oración más gozosa - Kevin Halloran



Revirtiendo el declive - Richard Owen Roberts, Nancy DeMoss de Wolgemuth



Renovando Tu Mente | Católica, evangélica, y reformada



JUNIO 25

“Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre”. Juan 1:51.

Sí, esta visión es manifiesta a nuestra fe aun en este día. Vemos el cielo abierto. Jesús mismo ha abierto aquel reino a todos los creyentes. Contemplamos ese lugar de misterio y gloria, porque Él nos lo ha revelado. Pronto estaremos allí, porque Él es el camino.

Ahora tenemos la interpretación de la escala de Jacob. Entre la tierra y el cielo hay una santa relación; la oración asciende, y las contestaciones descienden, por vía de Jesús, el Mediador. Vemos esta escala cuando vemos a nuestro Señor. En Él tenemos ahora una escalera de luz que nos abre un camino franco al trono del Altísimo. Usémosla y suban por ella los mensajeros de nuestras oraciones. Nosotros viviremos la vida angélica, si subimos al cielo en intercesión y echamos mano de las bendiciones del pacto, y después descendemos otra vez para distribuir estos dones entre los hijos de los hombres.

Esta visión excelente que Jacob vio solamente en un sueño, nosotros podemos cambiarla en una realidad radiante. En este mismo día subiremos y descenderemos la escala cada hora; subiendo en comunión y bajando en trabajo para la salvación de nuestros semejantes. Esta es tu promesa, oh Señor Jesús; haz que gozosamente la veamos cumplida.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 24 de junio de 2018

JUNIO 24

“Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto”. 2 Crónicas 25:9.

Si has cometido una equivocación, sufre la pérdida consiguiente; pero no obres en contra de la voluntad del Señor. El Señor te puede dar mucho más de lo que pudieras perder: y si no lo hace, ¿vas tú a negociar y regatear con Dios? El rey de Judá había tomado a sueldo un ejército de Israel idólatra, y se le mandó que despidiera a los guerreros, porque el Señor no estaba con ellos. Él estaba conforme con despedir al ejército, pero le disgustaba pagar cien talentos por nada. ¡Qué vergüenza! Si el Señor iba a dar la victoria sin soldados mercenarios, ciertamente era un buen negocio pagarles su sueldo y deshacerse de ellos.

Estemos prontos a perder dinero por amor de la conciencia, por amor de la paz y por amor de Cristo. Estemos seguros de que pérdidas por amor del Señor, no son pérdidas. Aun en esta vida serán más que recompensadas: en algunos casos el Señor puede impedir que haya pérdida. En cuanto a nuestra vida inmortal, lo que perdemos por Jesús está invertido en el cielo. No te impacientes en cuanto a aflicciones aparentes, sino escucha la voz que te dice al oído: “De Jehová es darte mucho más que esto”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 23 de junio de 2018

20 citas sobre la soledad - Tony Reinke

 

Esperanza para el corazón solitario - Katelynn Luedke

JUNIO 23

“Por tanto, Jehová dice así del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella escudo, ni será echado contra ella baluarte”. 2 Reyes 19:32.

Senaquerib no molestó la ciudad. Él se había jactado fuertemente, pero no pudo llevar a cabo sus amenazas. El Señor puede en el acto mismo parar a los enemigos de su pueblo de hacer lo que deseen. Cuando el león tiene al cordero en sus quijadas, el gran Pastor de las ovejas puede arrebatarle su presa. Nuestras dificultades extremas solamente dan ocasión para una manifestación más sublime del poder y de la sabiduría divina.

En este caso el enemigo terrible no apareció delante de la ciudad que ansiaba destruir. No pudo lanzar saeta mortífera alguna por encima de las murallas, ni pudo hacer trabajar sus máquinas de asedio para derribar los castillos, ni pudo echar contra ella baluarte para encerrar a los habitantes. Tal vez en nuestro caso también, el Señor impedirá a nuestros adversarios que nos hagan el menor daño. Ciertamente Él puede cambiar sus intenciones, o hacer tan inútiles sus designios que de buena gana los abandonen. Esperemos en el Señor y guardemos su camino, y Él cuidará de nosotros. Sí, Él nos colmará de asombro que nos inspirará alabanzas, al ver lo perfecta que es su liberación.

No temamos al enemigo hasta que realmente llegue, y entonces confiemos en el Señor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 22 de junio de 2018

La hermosura de la santidad - Richard Owen Roberts, Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 22

“El temor de Jehová aumentará los días: mas los años de los impíos serán acortados”. Proverbios 10:27.

De esto no cabe duda. El temor del Señor conduce a costumbres virtuosas, y estas impiden ese derroche de la vida que viene del pecado y del vicio. La tranquilidad santa que brota de la fe en el Señor Jesús también ayuda grandemente a un hombre cuando está enfermo. Todo médico se alegra de tener un enfermo cuyo espíritu está del todo tranquilo. La preocupación mata, pero la confianza en Dios es como una medicina saludable.

Tenemos entonces todos los medios para una vida larga, y si es realmente para nuestro bien, envejeceremos y vendremos al sepulcro como gavillas de trigo en su tiempo. No esperemos una muerte rápida al momento que nos duele un dedo, sino más bien contemos con trabajar durante una vida de considerable largura.

¿Y si fuésemos llamados pronto a una esfera más elevada? Ciertamente no habría nada que lamentar en tal intimación, más bien sería causa de regocijo. Viviendo o muriendo somos del Señor. Si vivimos, Jesús estará con nosotros; y si morimos, estaremos con Jesús.

La mejor prolongación de la vida es de vivir mientras vivamos, no malgastando el tiempo, sino usando cada hora para los fines más elevados. Que así sea en este día.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 21 de junio de 2018

Preguntas urgentes y respuestas sólidas, con Rosaria Butterfield, Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 21

“Porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara”. Jueces 4:9.

Este versículo es algo extraño, pero tal vez habrá personas en el mundo que tengan bastante fe para valerse de él. Barac el hombre, aunque llamado a la guerra, tenía poca inclinación para pelear a menos que Débora fuese con él, y así el Señor determinó que la guerra fuese hecha por una mujer. De esta manera reprendió la debilidad del hombre, y adquirió para sí mismo más gloria, y avergonzó más a los enemigos de su pueblo.

El Señor puede todavía servirse de instrumentos débiles. ¿Por qué no de mí? Puede servirse de personas que no son generalmente llamadas a grandes combates públicos. ¿Por qué no de ti? La mujer que mató al enemigo de Israel no era ninguna amazona, sino una esposa que vivía en su tienda de campaña. No era ninguna oradora, sino una mujer que ordeñaba las vacas y hacía manteca. ¿No puede el Señor servirse de cualquiera de nosotros para realizar sus propósitos? Alguna persona puede venir a la casa hoy así como Sísara vino a la tienda de campaña de Joel. Ojalá nos toque a nosotros, no matarla, sino salvarla. Que la recibamos con grande cariño y le pongamos delante la bendita verdad de la salvación por el Señor Jesús, nuestro gran Sustituto, y que hagamos sentir en su corazón el mandato “Cree y vivirás”. ¿Quién sabe si algún pecador valiente será vencido hoy por el Evangelio?

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 20 de junio de 2018

Tocada por la humildad - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 20

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Salmo 23:4.

Estas palabras describen dulcemente la certidumbre que puede tener un hombre moribundo. ¡Cuántos las han repetido en sus últimas horas con sumo gozo!

Pero el versículo es igualmente aplicable a las agonías del espíritu en medio de la vida. Algunos de nosotros, como Pablo, cada día morimos por una tendencia hacia la aflicción de espíritu. Bunyan pone el Valle de la Sombra de Muerte mucho antes, en la peregrinación, que el río que corre al pie de los montes celestiales. Algunos de nosotros hemos atravesado este valle oscuro y terrible de la “sombra de la muerte” varias veces, y podemos testificar que sólo el Señor nos soportó en medio de pensamientos desvariados, terrores misteriosos y terribles abatimientos. El Señor nos ha sostenido y nos ha guardado libres de todo verdadero temor del mal, aun cuando nuestro espíritu ha desmayado. Hemos sido afligidos y oprimidos, pero con todo hemos vivido, porque hemos sentido la presencia del Gran Pastor, y hemos confiado en que su cayado impediría que el enemigo nos causara alguna herida mortal.

Si en la presente ocasión estamos en oscuridad bajo las alas negras de una pena grande, glorifiquemos a Dios con una confianza tranquila en Él.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 19 de junio de 2018

18 oraciones para pedir por los incrédulos - Tim Challies

Renovando Tu Mente | ¿Qué es la teología reformada? - RC Sproul




¿Cómo luce un miembro sano? El ejemplo de Bernabé en Hechos - José (Pepe...




La profunda misericordia de Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JUNIO 19

“Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; porque no sea yo avergonzado”. Salmo 119:80.

Podemos considerar esta oración inspirada de modo que veamos contenida en ella la garantía de que los que se atienen a la Palabra de Dios nunca serán avergonzados de haberlo hecho.

Fíjate, la petición que se hace es de un corazón íntegro. Una creencia íntegra es buena, un juicio íntegro acerca de ella es mejor; pero un corazón íntegro hacia la verdad es lo mejor de todo. Tenemos que amar la verdad, sentir la verdad y obedecer la verdad; de otra manera, no somos de veras íntegros en los estatutos de Dios. ¿Hay muchos en estos días malos que sean íntegros? ¡Oh, que el autor y el lector sean dos de esa clase!

Muchos serán avergonzados en el gran día final cuando todas las controversias queden terminadas. Entonces verán la locura de sus invenciones, y estarán llenos de remordimiento a causa de su incredulidad orgullosa, y su obstinada provocación del Señor; pero el que creyó lo que el Señor enseñó, e hizo lo que el Señor mandó, comparecerá justificado en lo que hizo. Entonces los justos resplandecerán como el sol. Hombres muy calumniados e injuriados verán su vergüenza cambiada en gloria aquel día.

Oremos con la petición de nuestro texto, y podemos estar seguros que su promesa será cumplida en nosotros. Si el Señor nos hace íntegros, Él nos guardará seguros.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.