Versículo para hoy:

jueves, 14 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 9 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



14 de marzo – LA TORMENTA INTERIOR

Hombres de poca fe –les contestó-, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Mateo 8:26.

Los vientos bramaban, las aguas rugían y los discípulos pensaron que de seguro el mar enfurecido se tragaría la pequeña embarcación, así que despertaron a su Maestro del sueño que él tanto necesitaba y le gritaron: «¡Señor, sálvanos, que nos vamos a ahogar!» Al despertarse porque había peligro, él trató primero la causa principal del peligro, ¿cuál era? No los vientos ni las olas sino la incredulidad de los discípulos. Hay más peligro para un cristiano en su propia incredulidad que en las circunstancias más adversas que pudieran rodearle.

Creo que me atrevo a decir, aunque con el Omnipotente todo es posible, que era más fácil para Cristo calmar los vientos y las olas que aquietar la conmoción que surgió a causa de las dudas en las mentes de sus discípulos; él podía traer la calma con más rapidez a la superficie del lago galileo que a los espíritus perturbados de sus apóstoles aterrorizados. Lo mental siempre supera a lo físico; el gobierno de los corazones es mayor que el gobierno de los vientos y las olas. Así que cuando tengamos que batallar con los problemas, empecemos siempre por nosotros mismos: nuestros temores, falta de confianza, egoísmo y voluntad propia, porque el peligro principal reside ahí. Todos los problemas del mundo no pueden hacerte tanto daño como la mitad de un grano de incredulidad. Aquel que por la gracia de Dios es capaz de dominar su propia alma, no necesita dudar que también será dueño de cualquier cosa que se le oponga.

A través de la Biblia en un año: Juan 19-21

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

Cantar de los cantares, día 8 - Nancy DeMoss de Wolgemuth