Versículo para hoy:

jueves, 23 de agosto de 2018

La belleza de un corazón generoso, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



AGOSTO 23

“Yo amo a los que me aman; y me hallan los que madrugando me buscan”. Proverbios 8:17.

La sabiduría ama a sus amigos y busca sus buscadores. Ya es sabio aquel que desea ser sabio, y casi ha hallado la sabiduría aquel que diligentemente la busca. Lo que es verdad tocante a la sabiduría en general, es especialmente verdadero de la sabiduría personificada en nuestro Señor Jesús. Tenemos que amarle y buscarle a Él, y en cambio gozaremos de su amor y le hallaremos.

Nuestra ocupación debe ser buscar a Jesús en la mañana de la vida. ¡Dichosos son los jóvenes que pasan su mañana con Jesús! Nunca es demasiado temprano para buscar al Señor Jesús. Los que madrugando buscan son los que ciertamente hallan.

Debiéramos buscarle madrugando en cuanto a diligencia. Los comerciantes prósperos son madrugadores, y los santos prósperos buscan a Jesús ardientemente. Los que hallan a Jesús para su enriquecimiento ponen su corazón en buscarle. Tenemos que buscarle primero, y así de madrugada. Ante todas las cosas Jesús. Jesús primero, y ningún otro ni aun como segundo.

La bendición es que Él será hallado. Se revela más y más claramente cuando le buscamos. Se entrega más completamente a nuestra comunión. Dichosos los hombres que buscan a uno que cuando es hallado, mora con ellos para siempre, un tesoro que llega a ser más y más precioso a sus corazones y entendimientos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.