Versículo para hoy:

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Un Encuentro de Navidad con Jonathan & Sarah Jerez




Llena de gracia y poder - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – DICIEMBRE 14

“Con Cristo estoy juntamente crucificado”. Gálatas 2:20.

EL Señor Jesucristo actuó en toda su obra como un gran representante de todos, y su muerte en la cruz fue la muerte virtual de todos los suyos. En esa muerte, todos sus santos dieron a la justicia lo que le correspondía e hicieron en ella expiación de todos sus pecados. El apóstol de los gentiles se complacía en pensar que él mismo, como un componente del pueblo elegido de Cristo, había muerto en la cruz de Cristo. Más que creer esto doctrinalmente, Pablo lo había aceptado con fe, poniendo en ello su esperanza; creía, además, que, en virtud de la muerte de Cristo, había satisfecho la justicia divina y hallado la reconciliación con Dios. Amado ¡qué bendición cuando el alma puede, por así decirlo, extenderse sobre la cruz de Cristo y decir: “Estoy muerta; la ley me mató y, en consecuencia yo estoy libre de su poder, pues, en mi Fiador, yo cargué con la maldición, y, en la persona de mi Sustituto, todo lo que la ley podía hacer, por vía de condenación, fue cumplido en mí, pues yo estoy juntamente crucificado con Cristo”! Pero Pablo quiere decir mucho más que esto; pues no sólo creyó en la muerte de Cristo y confió en ella, sino realmente sintió su poder, cuando ella llevó a cabo la crucifixión de su vieja naturaleza corrupta. Cuando Pablo veía los placeres del pecado decía: “No puedo gozarme en estas cosas, pues yo estoy muerto a ellas”. Tal es la experiencia de todo verdadero cristiano, quien, como ha recibido a Cristo, es para el mundo como uno que está enteramente muerto. Sin embargo, mientras es consciente de su muerte al mundo, el cristiano puede, al mismo tiempo, exclamar con el apóstol “y vivo”. El realmente vive para Dios. La vida del cristiano es un incomparable enigma. Ningún mundano puede entenderla; aun el mismo creyente no puede comprenderla. ¡Muerto y sin embargo vivo! ¡Crucificado con Cristo y, no obstante, al mismo tiempo, resucitado con Cristo en novedad de vida! Unión con el suficiente y sangrante Salvador y muerto al mundo y al pecado son cosas que alegran el alma. ¡Que podamos sentir más gozo en estas cosas!

Charles Haddon Spurgeon.