Versículo para hoy:

lunes, 30 de abril de 2018

Sirviendo a otros con motivaciones puras - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 30

“Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. Apocalipsis 2:17.

Alma mía, anímate a perseverar en la guerra santa, porque el galardón de la victoria es grande. Hoy comemos pan celeste que desciende del cielo en derredor del real; el pan del desierto, el pan del cielo, el pan que nunca falta a los que peregrinan hacia Canaán. Pero nos es reservado en Cristo Jesús un grado más elevado de vida espiritual, y comida conveniente, que hasta ahora, está escondida de nuestra experiencia.

En la urna de oro que estaba en el arca había una porción de maná escondida, que aunque fue guardada por siglos, nunca se secó. Nadie la vio jamás; estaba escondida en el arca del pacto, en el Lugar Santísimo. 

Asimismo, la vida más alta del creyente está escondida con Cristo, en Dios. Pronto llegaremos a ella. Siendo hechos victoriosos por la gracia de nuestro Señor Jesús, comeremos de la comida del Rey, y nos alimentaremos de reales manjares delicados. Nos alimentaremos de Jesús. Él es nuestro “maná escondido”, además de ser nuestro maná del desierto. Él es nuestro todo en todo, en nuestro estado más alto, tanto como en el más bajo. Nos ayuda a pelear, nos da la victoria, y después Él mismo es nuestro galardón. Señor, ayúdame a vencer.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 29 de abril de 2018

ABRIL 29

“No digas, yo me vengaré; espera a Jehová, y él te salvará”. Proverbios 20:22.

No te apresures. Deja que se apacigüe tu ira. No digas nada, ni hagas nada para vengarte. Ciertamente obrarás impunemente si tomas las armas y peleas tus propias batallas; y seguramente, no mostrarás el espíritu del Señor Jesús. Es más noble perdonar y pasar por alto la ofensa. El guardar rencor en tu seno, y meditar venganza, es conservar abiertas las heridas antiguas, y hacer otras nuevas. Es mejor olvidar y perdonar.

Tal vez tú dices que tienes que hacer algo o perder mucho; entonces haz lo que aconseja la promesa de esta mañana: “Espera a Jehová, y Él te salvará”. Este consejo no te costará dinero, pero vale mucho. Cálmate. Espera en el Señor: cuéntale tu agravio: extiende delante del Señor la carta de Rabsaces, y esto en sí será un alivio a tu alma cargada. Además, hay la promesa: “Él te salvará”. Dios hallará medio de librarte. Cómo lo hará, ni tú ni yo podemos adivinarlo, pero lo hará. Si el Señor te salva, esto será mucho mejor que entrar en riñas despreciables, cubriéndote de barro por pelear con los malos. No te enfades más. Deja tu pleito en manos del Juez de todo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 28 de abril de 2018

Lo que Dios le dice a tus lágrimas - Scott Hubbard

ABRIL 28

“Habitaré y andaré con ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo”. 2 Corintios 6:16.

Aquí tenemos un interés mutuo. Se pertenecen el uno al otro. Dios es la porción de su pueblo, y su pueblo escogido es la porción de Dios. Los santos hallan en Dios su posesión principal, y Él los considera como su especial tesoro. ¡Qué mina de consuelo se encierra en esta verdad para cada creyente!

Esta condición alegre de interés mutuo conduce a la consideración mutua. Dios siempre pensará en su propio pueblo, y ellos siempre pensarán en Él. En este día mi Dios cumplirá todas las cosas por mí; ¿qué puedo yo hacer por Él? Mis pensamientos deben correr tras Él, porque Él piensa en mí. Que yo me asegure de que así es, y no me contente con sólo admitir que así debía ser.

Esto, además, conduce a la comunión mutua. Dios está en nosotros y nosotros en Él; Él anda con nosotros, y nosotros con Dios. ¡Qué comunión tan gozosa es esta!

¡Oh, que tenga gracia para tratar al Señor como mi Dios; para confiar en Él y para servirle, como merece su Deidad! ¡Oh, que pueda amar, honrar, adorar y obedecer a Jehová en espíritu y en verdad! Este es el deseo de mi corazón. Cuando lo logre, habré hallado mi cielo. ¡Señor, ayúdame! Sé mi Dios, ayudándome a conocerte como mi Dios, por amor de Jesús.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 27 de abril de 2018

Pensando en los demás como superiores a ti mismo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 27

“Jehová cumplirá por mí”. Salmo 138:8.

El que ha comenzado la obra en mi alma, la completará. El Señor se interesa en todo lo que me concierne. El Señor vigilará, guardará, y llevará adelante a la realización todo lo que ahora es bueno, pero que no es perfecto. Esto es un consuelo grande. Yo no podría perfeccionar la obra de la gracia. De esto estoy seguro, porque falto todos los días, y solamente he persistido hasta ahora porque el Señor me ha ayudado. 

Si el Señor me dejara, toda mi experiencia pasada no me valdría nada y perecería en el camino. Pero el Señor seguirá bendiciéndome. Él perfeccionará mi fe, mi amor, mi carácter y mi trabajo durante esta vida. Hará esto porque Él ha comenzado esta obra en mí. Él me ha dado este cuidado que siento, y hasta cierto punto, Él ha cumplido mis anhelos buenos. Nunca deja una obra sin terminar; esto no le glorificaría ni sería propio de Él. 

Él sabe cómo realizar sus buenos intentos, y aunque mi propia naturaleza mala, y el mundo, y el diablo, todos conspiran para impedir su obra, yo no dudo de su promesa. Él cumplirá por mí, y yo le alabaré para siempre. ¡Señor, haz que tu buena obra adelante algo en este día!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 26 de abril de 2018


¿Existe un atajo a la gloria? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 26

“Y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres”. Deuteronomio 15:18.

Un amo israelita tenía que dar la libertad a su siervo a su debido tiempo, y cuando dejaba su servicio tenía que darle una porción liberal, para que empezara la vida por su cuenta. Tenía que hacer esto cordialmente y alegremente, y entonces el Señor prometía bendecir la acción liberal. El espíritu de este precepto, y en verdad toda la ley de Cristo, nos obliga a tratar bien a los obreros. Debiéramos recordar cómo el Señor nos ha tratado, y que esto nos obliga a tratar a otros benignamente. Conviene que los que son hijos de un Dios benigno sean generosos. ¿Cómo podemos esperar que nuestro gran Maestro nos bendiga en nuestros negocios si oprimimos a los que nos sirven?

¡Qué bendición es aquí puesta delante del alma liberal! Si somos bendecidos en todo lo que hacemos, tenemos verdadera bendición. El Señor nos las enviará en parte por la prosperidad, en parte por el contentamiento de alma, y en parte por una experiencia de su favor, que es la mejor de todas las bendiciones. Él nos puede hacer sentir que estamos bajo su cuidado especial, y rodeados de su amor particular. Esto hace que esta vida terrestre sea un preludio gozoso de la vida venidera. La bendición de Dios es más que una fortuna. Enriquece y no añade tristeza con ella.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 25 de abril de 2018

Lo que aprendí del matrimonio al perder a mi esposo - Gaye Clark



La causa del conflicto - Nancy DeMoss Wolgemuth



ABRIL 25

“El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él”. Proverbios 20:7.

Es natural tener ansiedad acerca de nuestra familia, pero seremos sabios si las tornamos en solicitud por nuestro carácter. Si andamos delante del Señor en integridad, nuestros descendientes serán más benditos que si les legásemos grandes fortunas. La vida santa de un padre es un legado rico para sus hijos.

El hombre recto deja a sus herederos su ejemplo, y esto en sí es una mina de verdadera riqueza. ¡Cuántos hombres pueden atribuir su buen éxito en la vida al ejemplo de sus padres!

También les deja su reputación. Los hombres piensan tanto mejor de nosotros si somos hijos de un hombre de confianza, los sucesores de un comerciante de excelente reputación. ¡Oh, que todos los jóvenes deseen conservar el buen nombre de la familia!

Sobre todo, el justo deja a sus hijos sus oraciones, y la bendición de un Dios que oye la oración, y estas hacen que nuestros descendientes sean favorecidos entre los hijos de los hombres. Dios los salvará aún después de nuestra muerte. ¡Oh, que fuesen salvos ahora!

Nuestra integridad tal vez será el medio que Dios usará para salvar nuestros hijos e hijas. Si ven la verdad de nuestra religión demostrada en nuestras vidas, tal vez creerán por sí mismos en Jesús. ¡Señor, cumple esta palabra en mi casa!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 24 de abril de 2018

Antes de construir el camino - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 24

“Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Malaquías 3:10.

Muchos leen esta promesa y apoyan en ella sus oraciones, sin fijarse en la condición bajo la cual la bendición es prometida. No podemos esperar que el cielo sea abierto o que se vacíe la bendición si no pagamos nuestros derechos al Señor nuestro Dios y a su causa. No habría falta de fondos para propósitos santos si todos los cristianos de profesión pagasen su debida parte.

Muchos son pobres porque roban a Dios. Muchas iglesias, también, pierden las visitaciones del Espíritu porque dejan morir de hambre a los siervos del Señor. Si no hay alimento temporal para los siervos de Dios, no podemos maravillarnos de que su ministerio contenga poco alimento para nuestras almas. Cuando las misiones decaen por falta de fondos, y la obra del Señor es impedida por una tesorería vacía, ¿cómo podemos esperar que haya abundante prosperidad de alma?

¡Vamos, vamos! ¿Qué he dado yo últimamente? ¿He sido mezquino con mi Dios? ¿He escatimado algo a mi Salvador? Esto no puede ser. Que dé yo mi diezmo a mi Señor Jesús, ayudando a los pobres y a su obra, y entonces experimentaré su poder para bendecirme en gran escala.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 23 de abril de 2018

Renovando Tu Mente | Heme aquí, envíame a mí




El camino hacia un avivamiento - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 23

“El que tiene oído, oiga lo que Espíritu dice a las iglesias. El que venciere no recibirá daño de la muerte segunda”. Apocalipsis 2:11.

Tenemos que sufrir la muerte primera a no ser que el Señor venga muy pronto a su templo. Estemos apercibidos, esperándola sin temor, ya que Jesús ha cambiado la muerte de una caverna terrible en un pasaje que conduce a la gloria.

Lo que hay que temer no es la primera, sino la segunda muerte; no la separación de alma y cuerpo, sino la separación final del hombre entero de Dios. Esto sí que es muerte en verdad. Esta muerte quita toda paz, gozo, alegría y esperanza. Cuando Dios se va, todo se va. Una muerte tal es mucho peor que el cesar de existir: es la existencia sin la vida que hace que esa existencia sea de valor.

Ahora, si por la gracia de Dios, peleamos hasta el fin, y vencemos en la guerra gloriosa, la muerte segunda no podrá tocarnos con su dedo frío. No tendremos temor de la muerte ni del infierno, porque recibiremos una corona de vida incorruptible. ¡Cómo nos fortalece esto para la pelea! La vida eterna vale una vida de batalla. Para escapar del daño de la muerte segunda vale la pena luchar durante una vida entera.

¡Señor, danos fe, para que venzamos, y entonces concédenos gracia para continuar sanos y salvos aunque el pecado y Satán nos sigan los pasos!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 22 de abril de 2018

ABRIL 22

“Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos”. Salmo 146:8.

¿Estoy yo caído? Entonces bueno será que presente yo esta palabra de gracia delante del Señor. Es su buena manera, su costumbre, su promesa, y su delicia, levantar a los caídos. ¿Es un sentimiento de mis pecados, y por consecuencia, un abatimiento de espíritu, lo que ahora me aflige? Entonces la obra de Jesús, en este caso, está hecha y provista para hacerme descansar. ¡Oh, Señor, levántame por tu misericordia!

¿Es la pérdida de un ser querido o un gran quebranto en mis bienes materiales? Otra vez aquí el Consolador se ha encargado de consolar. ¡Qué misericordia para nosotros que una persona de la Santísima Trinidad se hiciera el Consolador! Esta obra será bien hecha, ya que Uno tan glorioso la ha tomado a su cargo especial.

Algunos están tan agobiados que sólo Jesús les puede desatar de su enfermedad, pero Él puede, y Él quiere hacerlo. Él puede levantarnos a salud, a esperanza y a alegría. Muchas veces lo ha hecho en pruebas pasadas, y Él es el mismo Salvador, y repetirá sus obras de misericordia. Nosotros que hoy estamos caídos y tristes, aun seremos levantados en alto, y los que ahora nos menosprecian serán grandemente confundidos. ¡Qué honra ser levantado por el Señor! Vale la pena estar abatido para que experimentemos su poder levantador.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 21 de abril de 2018


ABRIL 21

“A Jehová empresta el que da al pobre y él le dará su paga”. Proverbios 19:17.

Tenemos que dar a los pobres por piedad. No para ser vistos y aplaudidos, mucho menos para tener influencia sobre ellos; hemos de ayudarles por pura simpatía y compasión.

No tenemos que esperar que los pobres nos devuelvan cualquier cosa, ni aun la gratitud; pero debiéramos mirar lo que hacemos por ellos como un préstamo al Señor. Él se encarga de la obligación, y si miramos a Él en el asunto, no tenemos que mirar al interesado. ¡Cómo nos honra el Señor cuando condesciende a pedirnos prestado! Grandemente favorecido es el comerciante que tiene al Señor con cuenta abierta en sus libros. Sería una lástima anotar tal nombre por una miserable cantidad; hagámosla una suma grande. Ayudemos al prójimo necesitado que viene por nuestro camino.

En cuanto al reembolso, casi no podemos pensar en ello, y con todo, aquí está el pagaré del Señor. Bendito sea su nombre, su promesa de pagar es mejor que el oro y la plata. ¿Estamos un poco apurados de dinero por causa de malos tiempos? Podemos humildemente atrevernos a presentar este billete en el Banco de la Fe. ¿Ha sido uno de nuestros lectores avaro para con los pobres? ¡Pobrecito! Que el Señor le perdone.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 20 de abril de 2018

¿Un enfoque bíblico de la comida y la belleza? -



LOS GRANDES TEMAS - Pr. Salvador Dellutri

Los temas candentes de la actualidad son analizados a la luz de la Palabra de Dios. Conferencias, predicaciones y exposiciones de la Palabra de Dios, a cargo del Pr. Salvador Dellutri. 

ABRIL 20

“El justo vivirá por la fe”. Romanos 1:17.

No moriré. Yo puedo confiar, y confío en el Señor mi Dios, y esta fe me conservará en vida. Quisiera ser contado entre los que son justos en sus vidas; pero aunque fuese perfecto, no procuraría vivir por mi justicia; yo me sostendría de la obra del Señor Jesús, y siempre viviría por fe en Él, y por nada más. Si pudiese entregar mi cuerpo para ser quemado por mi Señor Jesús, con todo no confiaría en mi propio valor y constancia, sino que siempre viviría por fe.
Si fuera mártir, al morir,
El nombre de mi Salvador
Tan sólo invocaría, fiel,
Perdón pidiendo por su amor.

Vivir por fe es mucho más seguro y más feliz que vivir por sentimientos o por obras. El pámpano que está en la vid vive mejor vida de la que viviría parte del tronco, si esto le fuera posible. Vivir en unión con Jesús, y derivar toda nuestra fuerza de Él, es agradable y sagrado. Si aún los más justos tienen que vivir de esta manera, ¡cuánto más yo que soy un pobre pecador! Señor, creo. Tengo que confiar del todo en ti. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Confiar en ti es mi vida. Siento que es así. Me mantendré en ello hasta el fin.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 19 de abril de 2018

¿Un enfoque bíblico de la comida y la belleza? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 19

“Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo, yo requeriré mis ovejas, y las reconoceré”. Ezequiel 34:11.

Esto hace a lo primero cuando sus elegidos son como ovejas errantes que no conocen ni al pastor ni el redil. ¡Qué maravillosamente encuentra el Señor a sus escogidos! Jesús es admirable como un pastor que busca, tanto como un pastor que salva. Aunque muchos de los que su Padre le dio han ido tan cerca de la puerta del infierno como han podido, con todo el Señor inquiriendo y buscando los encuentra, y se acerca a ellos con su gracia. Él nos ha buscado: tengamos buena esperanza acerca de aquellos por quienes oramos, porque Él también los encontrará.

El Señor repite este proceso cuando cualquiera oveja de su manada se extravía de los pastos de la verdad y de la santidad. Pueden caer en error grosero, en pecado lastimoso y en dureza penosa; pero con todo, el Señor que se ha hecho fiador a favor de ellas con el Padre, no permitirá que una se extravíe hasta el punto de perecer. Él las seguirá por medio de la providencia y la gracia, a países extranjeros, a habitaciones de pobreza, a cavernas de oscuridad, a los profundos de la desesperación; Él no perderá ni una de todas las que el Padre le ha dado. Es un punto de honor para Jesús el buscar y el salvar toda la manada, sin una sola excepción. ¡Qué promesa es esta para que me sirva de ella si en esta hora estoy constreñido a exclamar: “Yo anduve errante como oveja extraviada”!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 18 de abril de 2018

¿Por qué fue tentada Eva? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 18

“Seré contigo; no te dejaré ni te desampararé”. Josué 1:5.

Esta palabra dicha a Josué es citada muchas veces; es la base de aquella palabra del Nuevo Testamento: “Él dijo: No te dejaré, ni te desampararé”.

Amados, una vida militante está delante de nosotros, pero el Señor de los Ejércitos está con nosotros. ¿Somos llamados a guiar un pueblo grande pero inconstante? Esta promesa nos garantiza toda la sabiduría y prudencia que necesitaremos. ¿Tenemos que contender con astutos y poderosos enemigos? Aquí tenemos fuerza y valor, proeza y victoria. ¿Tenemos que ganar una heredad vasta? Por esta señal alcanzaremos nuestro propósito; el mismo Señor está con nosotros.

¡Ay de nosotros en verdad si Jehová nos pudiese faltar!, pero como esto nunca puede ser, los vientos de ansiedad son adormecidos en las cuevas de la divina fidelidad. En ninguna ocasión nos desamparará el Señor. Venga lo que viniere, Él estará a nuestro lado. Los amigos nos dejan, su ayuda es como lluvias de primavera; pero Dios es fiel. Jesús es el mismo para siempre, y el Santo Espíritu permanece en nosotros.

Ven, alma mía, cálmate y ten esperanza hoy. Tal vez vengan nubes, pero el Señor las puede disipar. Como Dios no me faltará, mi fe no faltará; y como no me desamparará, yo no le desampararé. ¡Oh, si tuviéramos una fe tranquila!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 17 de abril de 2018

Pensar en lo que no pensamos - Pr. Salvador Dellutri

El encuentro que lo transforma todo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 17

“Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos pacificará con él”. Proverbios 16:7.

Tengo que procurar que mis amigos agraden al Señor. Aun entonces, tendré enemigos; y tal vez, tanto más ciertamente porque procuro hacer lo que es recto. ¡Pero qué promesa es esta! El Señor hará que la ira del hombre le acarree alabanza, y la apaciguará para que no me aflija.

Él puede constreñir a un enemigo a desistir de dañarme, aunque tenga tales deseos. Esto hizo con Labán, que siguió a Jacob, pero no se atrevió a tocarle. O puede dominar la ira del enemigo y hacerle amigable, como hizo con Esaú, que encontró a Jacob como hermano, aunque Jacob había temido que le matara a él y a su familia. El Señor también puede convertir un adversario furioso en un hermano en Cristo, y un colaborador, como hizo con Saulo de Tarso. ¡Oh, que hiciese eso en todo caso donde aparece un espíritu perseguidor!

¡Gozoso es el hombre cuyos enemigos son hechos para con él como los leones para Daniel en el foso, mansos y sociables! Cuando me encuentre con la muerte, que es llamada “el último enemigo”, ruego a Dios que esté yo en paz. Solamente que mi gran cuidado sea el agradar al Señor en todas las cosas. ¡Oh que tengamos fe y santidad; porque estas son agradables al Altísimo!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 16 de abril de 2018

Renovando Tu Mente | Encontrando la gloria




Un encuentro con la humildad - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 16

“En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ”. Zacarías 14:20.

¡Qué día tan feliz aquel en que todas las cosas serán consagradas y las campanillas de los caballos tocarán santidad a Jehová! Ese día ha llegado para mí. ¿No hago yo santas todas las cosas para Dios? Estos vestidos, cuando me los quito o me los pongo, ¿no me recordarán la justicia de Cristo Jesús, mi Señor? ¿No será hecho mi trabajo como al Señor? ¡Oh, que hoy mis vestidos sean vestimentas, mis comidas sacramentos, mi casa un templo, mi mesa un altar, mi habla un incienso, y yo mismo un sacerdote! Señor, cumple tu promesa, y que ninguna cosa sea para mí común o inmunda.

Que espere yo esto en fe. Creyéndolo ser así, seré ayudado para realizarlo. Como yo mismo soy la propiedad de Jesús, mi Señor puede hacer un inventario de todo lo que tengo, porque es del todo suyo; y estoy resuelto a probar que lo es, por el uso al cual lo pondré en este día. Desde la mañana hasta la noche quisiera disponerlo todo por una regla alegre y santa. Mis campanillas tocarán; ¿y por qué no? Aun mis caballos tendrán campanillas; ¿quién tiene tanto derecho a la música como lo tienen los santos? Pero todas mis campanillas, mi música, mi alegría, se dirigirán hacia la santidad y harán resonar el nombre del “Dios Feliz”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 15 de abril de 2018

ABRIL 15

“A los justos les será dado lo que desean”. Proverbios 10:24.

Siendo como es un deseo justo, Dios lo puede conceder con seguridad. No sería bueno para el hombre, ni para la sociedad en general, que tal promesa fuese hecha a los injustos. Guardemos los mandamientos del Señor, y Él justamente tendrá en cuenta nuestros deseos.

Cuando los justos desean cosas injustas, no les serán dadas. Pero entonces estos no son sus verdaderos deseos; son sus extravíos o faltas; y está bien que se les nieguen. Sus buenos deseos vendrán delante del Señor, y Él no los negará.

¿Nos niega el Señor nuestras peticiones por el momento? Que la promesa de hoy nos anime a pedir otra vez. ¿Nos las ha negado del todo? Aun le daremos las gracias, porque siempre ha sido nuestro deseo que Él nos las negara si juzgaba que la negativa sería lo mejor.

En cuanto a algunas cosas, pedimos con mucha confianza. Nuestros deseos principales son santidad, utilidad, semejanza a Cristo y el ser dispuestos para el cielo. Estos son los deseos de la gracia más bien que de la naturaleza, el deseo del justo más bien que del mero hombre. Dios no nos escatimará estas cosas, sino que dará siempre en abundancia. “Pon asimismo tu delicia en Jehová, y Él te dará las peticiones de tu corazón”. ¡Alma mía, en este día, pide con largueza!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.