Versículo para hoy:

jueves, 31 de mayo de 2018

Protege tus relaciones - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 31

“En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo”.     Juan 16:33.

Las palabras de mi Señor son verdaderas acerca de la tribulación. Tengo mi parte en ella indudablemente. El trillo no está colgado ni puedo esperar que sea puesto a un lado mientras tanto que estoy en la era. ¿Cómo puedo esperar encontrarme como en mi hogar estando en la tierra del enemigo, o gozoso estando desterrado, o cómodo en un desierto? Este no es mi reposo. Este es el hogar del horno, de la fragua y del martillo. Mi experiencia concuerda con las palabras de mi Señor.

Yo noto que Él me manda “confiar”. ¡Ay! Estoy muy propenso a desanimarme. Mi espíritu pronto se abate cuando me veo grandemente probado. Pero no tengo que dejar paso a esta sensación. Cuando mi Señor me manda confiar, no debo atreverme a desanimarme.

¿Cuál es el argumento del cual se sirve para animarme? Su misma victoria. Él dice: “Yo he vencido al mundo”. Su batalla fue mucho más penosa que la mía. Aún no he resistido hasta la sangre. ¿Por qué desespero de vencer? Mira, alma mía, el enemigo ha sido vencido una vez. Yo peleo con un enemigo vencido. ¡Oh mundo! Jesús ya te ha vencido; y en mí, por su gracia, te vencerá de nuevo. Por lo tanto tengo buen ánimo, y canto a mi Señor victorioso.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Compra algunas estampillas - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 30

“Y aún os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo”.         Mateo 26:64.


¡Ah, Señor, Tú estabas en tu estado más bajo cuando delante de tus perseguidores te hicieron comparecer como un criminal! Sin embargo, los ojos de tu fe pudieron ver más allá de la humillación presente, a tu gloria futura. ¡Qué palabras son estas: “Y aún desde ahora”! Yo quisiera seguir el ejemplo de tu previsión santa y en medio de la pobreza, de la enfermedad o de la calumnia, yo también quisiera decir: “Y aún desde ahora”. En vez de flaqueza, Tú tienes todo poder; en vez de venganza, toda gloria; en vez de escarnio, toda adoración. Tu cruz no ha oscurecido el esplendor de tu corona, ni los esputos han desfigurado la hermosura de tu parecer. Más bien digo que Tú eres más ensalzado y honrado por causa de tus sufrimientos.

Así, Señor, yo también quisiera tomar ánimo de tu “desde ahora”. Quisiera olvidarme de la presente tribulación con la visión del triunfo futuro. Ayúdame, enderezando mi corazón en el amor de tu Padre y en la paciencia tuya, para que cuando soy escarnecido por tu nombre no vacile, sino que piense más y más en el más allá, y por lo tanto menos y menos en lo de hoy. Pronto estaré contigo y veré tu gloria. Por lo tanto no me avergüenzo, sino que digo en lo más íntimo de mi corazón: “Y aún desde ahora”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 29 de mayo de 2018

Dándole primero a Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 29

“Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”. Marcos 1:17.

Solamente viniendo en pos de Jesús podemos obtener el deseo de nuestro corazón, y ser verdaderamente útiles a nuestros semejantes. ¡Oh, cómo deseamos ser pescadores prósperos para Jesús! Sacrificaríamos nuestras vidas para ganar almas. Pero somos tentados a usar de medios que Jesús nunca hubiese usado. 

¿Consentiremos a las tentaciones malas del enemigo? Si así hacemos, tal vez podremos salpicar el agua, pero nunca cogeremos los peces. Tenemos que seguir a Jesús si queremos salir bien. Los métodos sensacionales, diversiones y cosas por el estilo, ¿puede decirse que sean ir en pos de Jesús? ¿Podemos imaginar que el Señor Jesús atraería una congregación con tales medios como los que ahora se usan tan frecuentemente? ¿Cuál es el resultado de tales expedientes? El resultado no es nada que Jesús haya de contar en el gran día final.

Tenemos que adherirnos estrictamente a nuestra predicación, como lo hizo nuestro Maestro, porque de este modo almas se salvan. Tenemos que predicar la doctrina de nuestro Señor y proclamar un evangelio completo y gratuito; porque esta es la red en la cual se cogen las almas. Tenemos que predicar con su ternura, su confianza y su amor; porque esto es el secreto de tener éxito con corazones humanos. Tenemos que trabajar bajo la unción divina, contando con el Espíritu Santo. Así, yendo en pos de Jesús, y no corriendo delante de Él, ni aparte de Él, seremos pescadores de hombres.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 28 de mayo de 2018

Renovando Tu Mente | Una dura lección aprendida




Cuenta tus días - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 28

“Y tú has dicho: Yo te haré bien”. Génesis 32:12.

Esta es la manera más segura de prevalecer con el Señor en la oración. Podemos recordarle humildemente lo que Él ha dicho. Nuestro Dios fiel nunca faltará a su palabra, ni la dejará sin cumplir; con todo Él se agrada en que su pueblo le busque, y que le recuerde su promesa. Esto refresca la memoria, vivifica la fe y renueva la esperanza. La palabra de Dios es dada, no para provecho suyo, sino para provecho nuestro. Sus propósitos son estables, y Él no necesita nada que le obligue a hacer bien a su pueblo; pero nos da la promesa para nuestra confianza y consuelo. Por lo tanto Él quiere que la presentemos y que le digamos “Tú has dicho”.

“Yo te haré bien”, es precisamente la esencia de todas las buenas palabras del Señor. Demos mucha importancia a la palabra “ciertamente”. Él nos hará bien verdadero, bien duradero, solamente bien y todo bien. Nos hará buenos, y esto es hacernos bien en el sentido más alto. Nos tratará como trata a sus santos mientras que estamos aquí, y esto es bueno. Él pronto nos llevará a estar con Jesús y todos sus escogidos, y eso es el bien supremo. Con esta promesa en nuestros corazones, no temeremos al enojado Esaú ni a ningún otro. Si el Señor nos hace bien, ¿quién nos puede hacer daño?

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 27 de mayo de 2018

Emociones Bajo Control: Sesión 3 | Unidas en Cristo - Michael Mahoney

Emociones Bajo Control: Sesión 2 | Unidas en Cristo - Michael Mahoney

MAYO 27

“Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. 2 Pedro 1:8.

Si deseamos glorificar a nuestro Señor llevando fruto, ciertas cosas tienen que estar en nosotros; porque nada puede salir de nosotros que primero no esté dentro. Tenemos que empezar con la fe, la cual es el fundamento de todas las virtudes; y, entonces, poniendo toda diligencia, debemos añadir la virtud, la ciencia, la templanza y la paciencia. Con estas hemos de tener temor de Dios y amor fraternal. Todas estas cosas juntas ciertamente producirán como fruto de nuestras vidas, los racimos de utilidad, y no seremos meramente sabios ociosos, sino verdaderos hacedores de la palabra. Estas cosas santas, no sólo deben estar en nosotros, sino deben abundar, para que no seamos estériles. El fruto es la superabundancia de la vida y tenemos que estar llenos antes que podamos rebosar.

Hemos notado que algunos hombres de talento y oportunidad notable nunca han conseguido hacer verdadero bien en la conversión de almas; y después de escrupulosa consideración hemos inferido que les faltaban ciertas gracias que son absolutamente esenciales para llevar fruto. Para ser verdaderamente útiles la gracia es mejor que el don. Como el hombre es, así es su trabajo. Si queremos hacer mejor, tenemos que ser mejores. Que este versículo sea un aviso amable a los que profesan ser creyentes, pero no llevan fruto, y a mí también.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

Emociones Bajo Control: Sesión 1 | Unidas en Cristo - Michael Mahoney

sábado, 26 de mayo de 2018

"La Influencia de Roma y la Era Medieval" Cap #108 Entendiendo Los Tiempos




MAYO 26

“A Jehová vuestro Dios serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas”. Éxodo 23:25.

¡Qué promesa es esta! El servir a Dios es en sí un gozo grande. ¡Pero qué privilegio añadido es el de tener la bendición del Señor reposando sobre nosotros en todas las cosas! Nuestras cosas más comunes vienen a ser benditas cuando nosotros mismos somos consagrados al Señor. Nuestro Señor Jesús tomó pan y lo bendijo; he aquí, nosotros también comemos pan bendito. Jesús bendijo el agua y la hizo vino; el agua que bebemos es mucho mejor para nosotros que todo el vino con el cual los hombres se alegran; cada gota contiene una bendición. La divina bendición está sobre el hombre de Dios en todo, y permanecerá con él en todo tiempo.

¿Y qué si tenemos solamente pan y agua? Con todo, son pan y agua benditos. Pan y agua tendremos. Esto está implicado en la promesa, porque tiene que haberlos para que Dios los bendiga. “Se le dará su pan, y sus aguas serán ciertas”. Cuando Dios está a la mesa, no solamente pedimos la bendición, sino que la tenemos. No es tan sólo en el altar, sino en la mesa donde nos bendice. Él sirve bien a los que le sirven bien. Esta bendición sobre la mesa no es deuda, sino gracia. En realidad, es una triple gracia: nos concede gracia para servirle, por su gracia nos alimenta con pan, y por su gracia lo bendice.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 25 de mayo de 2018

Por qué «sumisión» nos causa escalofríos - Tim Challies en español

Hay más en riesgo de lo que imaginas, con Joni Eareckson Tada - Nancy DeMoss de Wolgemuth


MAYO 25

“Abrirte ha Jehová su buen depósito”. Deuteronomio 28:12.

Esto se refiere primeramente a la lluvia: El Señor la dará en su tiempo. La lluvia es un emblema de esos tiempos de refrigerio celestial que el Señor está pronto para dar a su pueblo. ¡Oh, que haya lluvias abundantes para refrescar la heredad del Señor!

Parece que pensamos que los depósitos de Dios solamente pueden ser abiertos por un gran profeta como Elías, pero no es así, porque esta promesa es para todos los fieles en Israel, y en verdad para cada uno de ellos. ¡Oh amigo creyente! “Abrirte ha Jehová su buen depósito”. Tú también puedes ver el cielo abierto e introducir la mano y sacar tu porción, sí, y la porción de todos tus hermanos alrededor de ti. Pide lo que quieres y no te será negado, si estás en Cristo, y sus palabras están en ti.

Hasta ahora no has conocido los tesoros de tu Señor, pero Él los abrirá a tu entendimiento. Seguramente no has gozado aún de la plenitud de las riquezas de su pacto, pero el Señor enderezará tu corazón en el amor suyo, y revelará a Jesús en ti. Sólo el Señor puede hacer esto por ti; pero aquí está su promesa, y si quieres oír diligentemente su voz, y pones por obra su mandamiento, sus riquezas en gloria por Cristo Jesús serán tuyas.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 24 de mayo de 2018

Barreras para la Fe - Ravi Zacharias

Trabajando en el poder del Espíritu Santo, día 6 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 24

“Un varón de vosotros perseguirá a mil: porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como Él os dijo”. Josué 23:10.

¿Por qué contamos las personas? Un hombre con Dios, está en la mayoría, aunque haya miles al otro lado. Algunas veces nuestros ayudadores son demasiados, para que Dios trabaje con ellos, como sucedió en el caso de Gedeón, quien no consiguió nada hasta que aumentó sus fuerzas reduciendo su número. Pero los ejércitos del Señor nunca son pocos. Cuando Dios quiso fundar una nación llamó sólo a Abraham y le bendijo. Cuando quiso vencer a Faraón el orgulloso, no se sirvió de ejércitos, sino solamente de Moisés y Aarón. El servicio de un hombre, como ciertos sabios lo llaman, ha sido mucho más utilizado por el Señor que la milicia con sus oficiales. Todos los israelitas juntos ¿mataron a tantos como Sansón sólo? Saúl y sus ejércitos hirieron sus miles, pero David sus diez miles.

El Señor puede dar grandes ventajas al enemigo, y sin embargo vencerle. Si tenemos fe, tenemos a Dios con nosotros, ¿y qué son multitudes de hombres? Un perro de ganado puede conducir una manada grande de ovejas. Si el Señor te envió, oh hermano mío, su poder efectuará su propósito divino. Por lo tanto, confía en la promesa, y sé muy valiente.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 23 de mayo de 2018

LA SEXUALIDAD EN EL SIGLO XXI - PARTE II - Pr. Salvador Dellutri

LA SEXUALIDAD EN EL SIGLO XXI - PARTE I - Pr. Salvador Dellutri

Trabajando en el poder del Espíritu Santo, día 5 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 23

“Porque Él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra”. Salmo 72:12.

El menesteroso clama: ¿qué más puede hacer? Su clamor es oído de Dios: ¿qué más necesita hacer? Que el lector menesteroso se dedique a clamar ahora mismo, porque así mostrará su sabiduría. No clames en los oídos de amigos, porque aun en el caso de que puedan ayudarte, es solamente porque el Señor les facilita hacerlo. El camino más corto es ir directamente a Dios, y clamar delante de Él. La rectitud es el mejor corredor: corre al Señor y no a causas secundarias.

“¡Ay!”, dices tú. “No tengo ni amigo ni ayudador”. Tanto mejor; puedes confiar en Dios en ambas condiciones: como menesteroso y como desprovisto de ayudadores. Que tu doble necesidad sea la causa de tu doble súplica. Aun para misericordias temporales puedes esperar en Dios, porque Él cuida de sus hijos en estos asuntos temporales. En cuanto a nuestras necesidades espirituales, que son las más pesadas, el Señor oirá tu clamor, te librará y suplirá todo lo que te falta.

Oh amigo pobre, pon a prueba a tu Dios rico. Oh imposibilitado, apóyate sobre su ayuda. Nunca me ha faltado a , y estoy cierto que nunca te faltará a ti. Ven como un mendigo, y Dios no te rehusará ayuda. Ven sin otro pretexto que su gracia. Jesús es Rey, ¿te dejará morir de miseria? ¿Qué? ¿Te olvidaste de esto?

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 22 de mayo de 2018

Trabajando en el poder del Espíritu Santo, día 4 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 22

“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás: contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y salvaráme tu diestra”. Salmo 137:7.


Triste es andar en medio de la angustia. No, bienaventurado es, puesto que hay para ello una promesa especial. Dame una promesa y ¿dónde está la angustia? ¿Qué me enseña aquí el Señor a decir? Pues esto: “Tú me vivificarás”. Tendré más vida, más energía y más fe. ¿No pasa esto muchas veces, que la angustia nos vivifica como un soplo de aire frio cuando estamos por desmayar?

¡Cuán enfurecidos están mis enemigos y especialmente el gran enemigo! ¿Extenderé mi brazo y pelearé contra mis adversarios? No, mi mano será mejor empleada en el servicio de mi Señor. Además, no es necesario, porque mi Dios extenderá su brazo y Él contenderá con ellos mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo si lo intentare. “Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor”. Él me salvará con su diestra de poder y sabiduría, ¿y qué más puedo desear?

Ven, alma mía, habla contigo misma acerca de esta promesa, hasta que puedas usarla como el cántico de tu confianza y el consuelo de tu soledad. Ora tú que seas vivificado, y deja lo demás con el Señor, que te favorece en todo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 21 de mayo de 2018

Renovando Tu Mente | Cubriendo la vergüenza




Trabajando en el poder del Espíritu Santo, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 21

“Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán”. Eclesiastés 11:3.

Entonces ¿por qué tememos las nubes que ahora oscurecen nuestro cielo? Es verdad que esconden el sol por un poco de tiempo, pero el sol no se apaga: pronto brillará otra vez. Entre tanto esas nubes oscuras están llenas de agua; y cuanto más oscuras son, más probable es que darán lluvias abundantes. ¿Cómo puede haber lluvia sin nubes?

Nuestras penas siempre nos han traído bendiciones, y siempre las traerán. Son los carros oscuros de gracia radiante. Estas nubes se derramarán antes de mucho, y cada hoja de hierba tierna estará más alegre a causa de la lluvia. Nuestro Dios nos puede bañar en tristeza, pero no nos anegará en ira; más bien, nos refrigerará con misericordia. 

Las cartas amorosas de nuestro Señor muchas veces llegan a nuestras manos en sobre de luto. Sus carros hacen ruido, pero están cargados de beneficios. Su vara echa flores dulces y frutas nutritivas. No estemos afanosos acerca de las nubes; antes bien, cantemos porque las nubes y las lluvias de abril nos traen las flores de mayo.

¡Oh Señor, las nubes son el polvo de tus pies! ¡Cuán cerca estás en el día nublado y oscuro! El amor te ve, y se alegra: la fe ve las nubes derramándose, y haciendo que los collados se ciñan de alegría.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 20 de mayo de 2018

LA SUMISIÓN - Patricia de Saladín



Tú eres la Roca - Samuel Barceló




MAYO 20

“Yo iré delante de ti, y enderezaré las tortuosidades; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos”. Isaías 45:2.

Esta promesa fue dada a Ciro; pero es para siempre la herencia de todos los siervos del Señor que son espirituales. Sigamos adelante con fe, y entonces nuestro camino se allanará delante de nosotros. Tortuosidades y revueltas de artificio humano y sutileza satánica, serán enderezadas para nosotros; no habrá necesidad de que sigamos sus engañosos rodeos. Las puertas de bronce serán quebrantadas, y los cerrojos de hierro que las cerraban serán hechos pedazos. No tendremos necesidad de ariete ni de barra: el mismo Señor hará lo imposible, y lo inesperado será un hecho.

No tengamos un temor cobarde. Avancemos por el camino del deber; porque el Señor ha dicho: “Yo iré delante de ti”. No toca a nosotros razonar el por qué; sino hacer frente y lanzarnos adelante. Es la obra del Señor, y Él nos ayudará a hacerla: todos los impedimentos tienen que ceder delante de Él. ¿No ha dicho: “Quebrantaré puertas de bronce”? ¿Qué puede impedir sus propósitos, o frustrar sus decretos? Los que sirven a Dios tienen recursos infinitos. El camino es llano para la fe, aunque esté cerrado delante de la fuerza humana. Cuando Jehová dice: “Yo iré delante”, como lo dice en esta promesa, no podemos dudar.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 19 de mayo de 2018

MAYO 19

“Por tanto así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te repondré, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca”. Jeremías 15:19.

¡Pobre Jeremías! ¿Pero por qué decimos esto? El profeta del llanto era uno de los siervos más escogidos de Dios, y honrado por Él más que muchos. Fue aborrecido porque hablaba la verdad. La palabra que fue tan dulce para él, era amarga para sus oyentes, pero él fue aceptado de su Señor. Se le mandó que se mantuviera firme en su fidelidad, y entonces el Señor seguiría hablando por medio de él. Tenía que tratar intrépida y verazmente con los hombres, y llevar a cabo la obra reparadora del Señor entre los apóstatas de su día, y entonces el Señor le dio esta palabra: “Serás como  mi boca”.¡Qué honra es esta!

¿No debiera cada predicador, sí, y cada creyente, desearla? ¡Qué maravilla es que Dios hable por medio de nosotros! Hablaremos la verdad cierta y pura; y la hablaremos con poder. Nuestra palabra no volverá vacía; será una bendición a los que la reciban, y los que la rehúsen lo harán a su propio riesgo. Nuestros labios apacentarán a muchos. Despertaremos los dormidos y haremos revivir a los muertos.

¡Oh! Querido lector, ora que sea así con el autor, y con todos los siervos enviados de nuestro Señor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 18 de mayo de 2018

Cuando era joven - Tim Challies



Trabajando en el poder del Espíritu Santo, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MAYO 18

“Y os restituiré los años que comió la langosta”. Joel 2:25.

Sí, esos años malgastados sobre los cuales gemimos, nos serán restituidos. Dios nos puede dar gracia en tal plenitud, que trabajaremos en el resto de nuestros días, de tal manera, que en algo seremos recompensados por esos años en que fuimos inconversos, sobre los cuales lloramos en humilde penitencia.

Ahora consideramos como una plaga terrible las langostas de la apostasía, de la mundanalidad y de la indiferencia. ¡Oh, que nunca se hubiesen acercado a nosotros! Ahora el Señor en su misericordia las ha quitado, y estamos llenos de celo para servirle. 

Bendito sea su nombre, podemos coger tal cosecha de privilegios espirituales, que hará olvidar nuestra esterilidad pasada. Por gracia abundante podemos aprovecharnos de nuestra experiencia amarga, y usarla para avisar a otros. Podemos venir a ser más arraigados en humildad, en dependencia infantil y en espiritualidad penitente, a causa de nuestras insuficiencias pasadas. Si somos tanto más vigilantes, celosos y sensibles, obtendremos una ganancia por nuestras pérdidas lamentables. Los años malgastados pueden, por un milagro de amor, ser restituidos. ¿Parece ser esto una merced demasiado grande? Creámosla y vivamos por ella, y tal vez la veremos realizada en nosotros, así como Pedro vino a ser tanto más útil después que su presunción fue curada por haberse descubierto su debilidad. Señor, ayúdanos por tu gracia.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.