Versículo para hoy:

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Cuando los deseos son vistos como necesidades - Nancy DeMoss de Wolgemuth



NOVIEMBRE 7

“Y el que se humilla será ensalzado”. Lucas 18:14.

No debiera ser difícil para nosotros humillarnos, porque ¿qué tenemos de lo cual podamos jactarnos? Debiéramos tomar el lugar postrero sin que nos lo dijeran. Si somos sensatos y sinceros, seremos pequeños a nuestra propia estima. Especialmente cuando estamos delante del Señor en oración nos veremos muy pequeños. Allí no podemos hablar de méritos, porque no los tenemos; nuestro único y solo recurso tiene que ser la misericordia: “Dios, sé propicio a mí pecador”.

Aquí tenemos una palabra del trono que nos anima. Seremos ensalzados por el Señor si nos humillamos. Para nosotros el camino hacia arriba va cuesta abajo. Cuando nos despojamos del egoísmo, nos vestimos de humildad y este es el mejor ropaje. El Señor nos ensalzará a la paz y al contentamiento de espíritu; nos ensalzará al conocimiento de su Palabra y a la comunión consigo mismo; nos ensalzará al gozo del perdón seguro y de la justificación. El Señor da sus honores a los que pueden llevarlos para honra del dador. Él da la utilidad, aceptación y la influencia a los que no se envanecerán con ellas, sino que serán humillados por la comprensión de su mayor responsabilidad. Ni Dios ni los hombres ensalzarán a uno que se ensalza a sí mismo; pero Dios y los hombres buenos se unen para honrar el valer modesto. ¡Oh, Señor! Haz que me humille para que me ensalce en Ti.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.