Versículo para hoy:

sábado, 16 de julio de 2022

Julio 16 El concepto del gobierno divino - OSWALD CHAMBERS

"¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que se la pidan?", Mateo 7:11

Mediante estas palabras, Jesús establece las reglas de conducta para quienes tienen a su Espíritu. Él nos desafía a mantener nuestra mente saturada del concepto del gobierno divino sobre todo, lo cual significa que el discípulo debe mantener una actitud de perfecta confianza y un vivo anhelo de pedir y buscar. 

Llena tu mente con el pensamiento de que puedes contar con Dios. Una vez que lo hagas, tener esta actitud cuando te encuentres en dificultades te resultará tan fácil como respirar: "Mi Padre celestial sabe todo lo que está pasando". No tendrás que esforzarte, sino que surgirá naturalmente cuando se presenten las situaciones complicadas o desconcertantes. Antes de formar poderosamente en tu mente este concepto del control divino, sueles recurrir a varias personas en busca de ayuda. Pero cuando lo desarrollas, acudes a Dios. Jesús está instaurando las reglas de conducta para quienes tienen a su Espíritu y lo hace según este principio: Como Dios es mi Padre y me ama, nunca debo pensar que olvidará algo. Entonces ¿por qué he de preocuparme? 

Jesús dijo que en ocasiones Dios no disipa las tinieblas que te rodean, debes confiar en Él. A veces Dios parece un amigo despiadado, pero no lo es; un Padre perverso, pero no lo es; un juez injusto, pero no lo es. Persevera y crece en el principio de que la mente de Dios está detrás de todo. Ni siquiera el más mínimo detalle de la vida ocurre sin que sea su voluntad. Por lo tanto, puedes descansar en Él con una perfecta confianza. La oración no es sólo pedir, sino una actitud mental que produce el ambiente en el que pedir es perfectamente natural. "Pedid y se os dará", Mateo 7:7.

Julio 15 El punto de partida del honor espiritual - OSWALD CHAMBERS

"A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor", Romanos 1:14

 Pablo estaba abrumado por el sentido de su deuda para con el Señor y se esforzaba por expresarlo. La mayor inspiración de su vida era concebir a Jesucristo como su acreedor espiritual. ¿Tengo yo esa misma sensación de deuda con Cristo en cuanto a toda alma no salva? El honor espiritual de mi vida como creyente es pagarle mi deuda a Él con respecto a todo hombre. Cada valiosa partecita de mi vida se la debo a la redención de Jesucristo. ¿Estoy haciendo algo para que Él manifieste su redención de manera efectiva en otras vidas? Sólo lo puedo lograr a medida que el Espíritu de Dios produce en mí ese sentido de deuda. 

No soy una persona superior a los demás, sino un siervo del Señor Jesús. Pablo dijo: "No sois vuestros... pues habéis sido comprados por precio", 1 Corintios 6:19-20. Pablo se vendió a sí mismo a Jesucristo y dijo: "Por causa del Evangelio de Jesús soy deudor a toda persona que vive sobre la faz de la tierra. Únicamente soy libre para ser Su esclavo absoluto". Esto es lo que caracteriza a un cristiano a partir del momento en que los principios del honor y el deber son reales en su vida espiritual. Como eres un siervo de Jesucristo, deja de orar por ti y consúmete a favor de los demás. Eso es lo que significa ser pan partido y vino derramado en la vida real.