Versículo para hoy:

viernes, 15 de marzo de 2019

Cantar de los cantares, día 10 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



15 de marzo – VISION DIVINA

Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Mateo 9:2.

Notarás que nuestro Señor no esperó a que se dijera palabra alguna, sencillamente miró y vio la fe de ellos. Mateo escribe: «Al ver Jesús la fe de ellos». ¿Quién puede ver la fe? Es algo cuyos efectos pueden verse, sus señales e indicios se pueden descubrir y en este caso eran tan eminentes porque romper el techo y bajar al hombre para ponerlo delante de Jesús de una manera tan extraña eran evidencias de su fe en que Jesús lo sanaría. No obstante, los ojos de Cristo no solo vieron las pruebas de su fe sino la fe misma. Allí estaban parados los cuatro hombres, hablando con sus ojos y diciendo: «¡Maestro, mira lo que hemos hecho! Estamos convencidos de que hemos hecho lo correcto y de que tú lo sanarás». Allí estaba el hombre, acostado en su cama, mirando hacia arriba y preguntándose qué haría el Señor, pero evidentemente estaba animado por la creencia de que ahora estaba en una posición de esperanza en la que con toda probabilidad se convertiría en un hombre favorecido más allá de todo el mundo. Cristo no solo vio las miradas de este hombre y de sus portadores, también vio su fe.

Ay, amigos, no podemos ver la fe los unos de los otros; pero podemos ver el fruto de esta. A veces pensamos que podemos discernir la falta de fe, pero para ver la fe en sí se necesita una visión divina; esto necesita la mirada del ojo del Hijo del Hombre. Jesús vio su fe y ahora ese mismo ojo está mirando a todos en este público y él ve tu fe. ¿Tienes alguna que él pueda ver?

A través de la Biblia en un año: Números 1-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.