Versículo para hoy:

martes, 14 de agosto de 2018

El Padre Nuestro, día 35 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



AGOSTO 14

“Y yo afligiré la simiente de David a causa de esto, mas no para siempre”. 1 Reyes 11:39.

En la familia de la gracia hay disciplina, y esa disciplina es bastante severa para hacer que el pecado sea una cosa mala y amarga. Salomón desviado por sus mujeres extranjeras había levantado otros dioses y gravemente enojado al Dios de su padre; así que diez partes de doce del reino fueron arrancadas y puestas aparte, como un estado rival. Esta era una aflicción grande para la casa de David, y vino sobre esa dinastía claramente de la mano de Dios, como resultado de una conducta impía. El Señor castigará a sus siervos más amados si cesan de obedecer completamente a sus leyes: tal vez en esta misma hora tenemos encima tal castigo. Clamemos humildemente: “Oh, Señor, hazme entender por qué pleiteas conmigo”.

¡Qué frase tan dulce es esta: “mas no para siempre”! El castigo del pecado es eterno, pero la corrección paternal de él en un hijo de Dios es por cierto tiempo. La enfermedad, la pobreza, el abatimiento de espíritu, pasarán cuando hayan tenido su efecto designado. Acordémonos que no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. La vara nos puede dar dolor, pero la espada no nos matará. Nuestra pena presente tiene por objeto traernos el arrepentimiento, para que no seamos destruidos con los malos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.