Versículo para hoy:

miércoles, 13 de abril de 2016

Dios te ayudará a soportar - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – ABRIL 13

“Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para expiarle”. Levítico 1:4.

LA verdad de que nuestro Señor fue hecho “pecado por nosotros” se enseña aquí por medio de la muy significativa transferencia del pecado sobre el buey, hecha por los ancianos del pueblo. El poner la mano no era un simple toque de contacto, porque en algunos otros pasajes de las Escrituras la palabra original tiene el significado de apoyarse pesadamente, como en la expresión “Sobre mí se ha acostado tu ira”. (Salmo 88:7). Sin duda, esta es la misma esencia y naturaleza de la fe: que no sólo nos pone en contacto con el gran Substituto, sino nos enseña a apoyarnos en él con toda la carga de nuestro pecado. Jehová reunió sobre la cabeza del Substituto todas las ofensas del pueblo de su pacto, pero cada uno de los elegidos es llevado personalmente a ratificar ese solemne pacto cuando por gracia, por medio de la fe, se le permite poner la mano sobre la cabeza del “Cordero inmolado desde la fundación del mundo”. Creyente, ¿recuerdas aquel glorioso día cuando experimentaste el perdón por medio de Jesús que quita el pecado? ¿No puedes hacer una alegre confesión y unirte al escritor diciendo: Mi alma recuerda con placer el día de su liberación. Cargado de pecado y lleno de temores vi a mi Salvador como mi Substituto y puse mi mano sobre él? ¡Oh cuán tímidamente hice esto al principio! Pero el valor creció y la confianza se fue afirmando hasta que apoyé mi alma en él enteramente. Ahora mi incesante gozo es saber que mis pecados no me son más imputados, sino cargados sobre él. Y, a semejanza de las deudas del que cayó en manos de ladrones, Jesús, como el buen samaritano, ha dicho de mis futuras caídas: “Ponlas a mi cuenta”. ¡Bendito descubrimiento! ¡Eterno solaz de un corazón agradecido!
Confieso que culpable soy,
Confieso que soy vil;
Empero por ti salvo estoy,
Seguro en tu redil.

Charles Haddon Spurgeon.