Versículo para hoy:

domingo, 30 de abril de 2017

Abril 30. La espontaneidad del amor

"El amor es sufrido, es benigno", 1 Corintios 13:4
El amor no es premeditado, es espontáneo. Esto quiere decir que irrumpe en formas extraordinarias. No existe ninguna seguridad matemática en la descripción de Pablo acerca del amor. No podemos decir: “Ahora nunca voy a guardar rencor y voy a creerlo todo". La característica del amor es la espontaneidad. No colocamos al frente las declaraciones de Jesús y las establecemos como una norma. Sin embargo cuando le permitimos actuar a su Espíritu, vivimos de acuerdo con el patrón de él y ni siquiera nos damos cuenta. Entonces, miramos hacia atrás y nos asombramos del desprendimiento que manifestamos en alguna emoción, lo cual demuestra que allí se encontraba presente la espontaneidad del amor verdadero.
La naturaleza de todo lo que tiene que ver con la vida de Dios en nosotros se discierne únicamente cuando ya hace parte del pasado.
La fuente del amor está en Él y no en nosotros. Resulta absurdo pensar que el amor de Dios se encuentra por naturaleza en nuestro corazón. Sólo está allí porque "ha sido derramado en nuestros corazones el Espíritu Santo", Romanos 5:5.
Tratar de probarle a Dios cuánto lo amamos es una señal indudable de todo lo contrario. La evidencia de que lo amamos es la absoluta espontaneidad de nuestro amor, el cual fluye con naturalidad. Al recordar el pasado no podemos establecer la razón por la que hicimos ciertas cosas, pues las realizamos según la naturaleza espontánea de su amor en nosotros. La vida de Dios se manifiesta de esta manera espontánea porque las fuentes de su amor se hallan en el Espíritu Santo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 28 de abril de 2017

Abril 29. La gracia de la incertidumbre

" Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser" 1 Juan 3:2
Como nuestra inclinación natural es a ser muy exactos, tratamos siempre de predecir con acierto qué va a ocurrir y consideramos la incertidumbre como algo malo. Creemos que es obligatorio alcanzar una meta definida. Sin embargo, esa no es la naturaleza de la vida espiritual, la cual consiste en sentirnos seguros en medio de nuestra incertidumbre. Por esta razón no “hacemos nido" en ninguna parte. Nuestro sentido común dice: "Bueno ¿qué sucedería si yo estuviera en tal circunstancia?" No podemos hacer suposiciones e imaginarnos a nosotros en una situación que nunca hemos vivido. La certeza es la característica más importante de la vida fundamentada en el sentido común; la incertidumbre que es por gracia es la característica más importante de la vida espiritual. Estar seguros de Dios implica que no tenemos certeza sobre ninguno de nuestros caminos y que ignoramos lo que el día de mañana nos traerá. Cuando hablamos al respecto, generalmente lo hacemos con un suspiro de tristeza, y lo que deberíamos manifestar es una expectativa que nos llena de emoción. Desconocemos cual es el siguiente paso, pero estamos seguros del Señor. Tan pronto nos rendimos a Dios y hacemos la obra que nos ha puesto al alcance de la mano, Él empieza a colmarnos de sorpresas. Cuando nos convertimos en simples promotores o defensores de una doctrina, algo se muere dentro de nosotros. No le creemos a Dios, sólo creemos en nuestras opiniones acerca de Él. Jesús dijo: ...Si no os volvéis... como niños (Mateo 18:3). La vida espiritual es la vida de un niño. No nos falta seguridad con respecto a Dios, sino a lo que Él va a hacer después. Si sólo estamos seguros de nuestras creencias, nos damos el honor a nosotros mismos y somos inflexibles; además, asumimos la prohibición de modificar nuestros puntos de vista. Pero cuando nos relacionamos de una manera correcta con Dios, la vida está llena de espontáneas y alegres incertidumbres y expectativas.
Jesús dijo: "Creed también en mí", Juan 14:1, y no: "Creed ciertas cosas acerca de mí". Déjaselo todo a Él y será gloriosamente incierto el modo en que Él se va a manifestar. Pero puedes estar seguro de que lo hará. Permanece fiel a Él.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

Abril 28. Lo que vas a conseguir

"A ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde vayas"      
Jeremías 45:5
Este es el secreto firme e inmutable del Señor para los que confían en Él: Te daré tu vida… ¿Qué más puede desear el hombre que su vida? Es lo esencial. Tu vida por botín significa que adondequiera que vayas, incluso al infierno, saldrás de allí con tu vida y nada la podrá dañar. Muchos de nosotros hemos adquirido el hábito de lucir las cosas para que los demás nos vean; no nuestras posesiones materiales, sino las bendiciones. Todas ellas tendrán que pasar, pero hay algo más grande que nunca pasará: "La vida que está escondida con Cristo en Dios", Colosenses 3:3.
¿Estás preparado para dejar que Dios entre a una unión plena con Él y a no prestarle más atención a lo que tú llamas las cosas grandes? ¿Estás dispuesto a rendirte por completo y a soltarlo todo? La verdadera prueba de nuestra entrega es que nos negamos a decir: “Bueno, ¿y qué va a pasar con esto?” Cuídate de las suposiciones. En el momento que le das cabida a un: “¿Qué pasa con esto?”, demuestras que no te has rendido, que no confías realmente en Dios. Pero, tan pronto como te rindes, ya no piensas más en lo que el Señor va a hacer. La entrega implica que no te permites el lujo de hacer preguntas. Si te rindes por completo a Dios, Él te dirá enseguida: Te daré tu vida por botín. Muchas personas están cansadas de la vida porque Dios no les ha dado nada, no han recibido su vida por botín. Para salir de ese estado debes rendirte a Él. Y cuando lo hagas, serás la persona más sorprendida y satisfecha del mundo. Dios te podrá tener completamente, sin limitaciones y te dará tu vida. Si esta no es tu condición, es por desobediencia o porque te niegas a ser lo suficientemente sencillo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 27 de abril de 2017

Abril 27. ¿Qué deseas?

"Pero tú, ¿buscas para ti grandes cosas?" Jeremías 45:5, LBLA
¿Estás buscando cosas grandes para ti en lugar de procurar ser una gran persona? Dios quiere que tengas una relación con Él mucho más íntima que la de simplemente obtener sus regalos. Desea que llegues a conocerlo. Las cosas grandes son accidentales, viene y se van. Pero Dios jamás nos da algo por accidente. No hay nada más fácil que entrar en una relación correcta con Dios, a menos que no sea a Él a quien buscamos, sino únicamente lo que nos puede dar.
Si no has ido más allá de pedirle cosas a Dios, no has alcanzado a comprender, ni siquiera un poco, lo que significa rendirse a Él. Te has convertido en un cristiano que vive de acuerdo con su propia opinión. Y protestas, diciendo: “Le pedí a Dios el Espíritu Santo, pero no me dio el descanso y la paz que esperaba”. Inmediatamente Dios pone el dedo en la llaga: No estás buscando al Señor en absoluto, estás buscando algo para ti mismo. Jesús dijo: Pedid y se os dará (Mateo 7:7). Pídele a Dios lo que deseas, pero no lo puedes hacer si es algo incorrecto. A medida que te acerques más a Él, dejarás de pedir cosas. "Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis", Mateo 6:8. Entonces, ¿para qué pedir? Para que puedas llegar a conocerlo.
¿Estás buscando cosas grandes para ti? ¿Has dicho: “Oh, Señor, bautízame con tu Espíritu Santo”? Si Dios no responde es porque no te has entregado por completo a Él y todavía hay algo que te niegas a hacer. ¿Estás dispuesto a preguntarte qué es lo que quieres de Dios y porqué? Dios pasa por alto tu perfección actual por el bien de tu perfección máxima y final. Su objetivo no es hacerte bienaventurado y feliz sólo por el momento; Él está obrando en ti su máxima perfección, todo el tiempo. "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 26 de abril de 2017

Abril 26. El ascenso supremo

"Toma ahora a tu hijo y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré", Génesis 22:2
El carácter de una persona determina cómo interpreta la voluntad de Dios (ver Salmo 18:25-26). La interpretación que Abraham le dio al mandamiento divino fue que tenía que matar a su hijo, y pudo dejar esta creencia tradicional mediante el dolor de una prueba muy difícil. Dios no podía purificar su fe de otra manera. Si obedecemos la voz del Señor de acuerdo con nuestra sincera convicción, Él nos librará de aquellas creencias tradicionales que ofrecen una imagen suya versada. Existen muchas de estas ideas de las cuales debemos despojarnos. Por ejemplo, que Dios le quita la vida a un niño porque su madre lo ama demasiado. ¡Esa es una mentira del diablo, una caricatura de la verdadera naturaleza de Dios! Si tiene la oportunidad de hacerlo, el diablo va a impedir que hagamos ese ascenso supremo y que nos libremos de nuestras falsas creencias tradicionales acerca de Dios. Pero si nos mantenemos fieles al Señor, Él nos hará pasar por una dura prueba que nos llevará a conocerlo mejor.
La gran lección que nos deja la fe de Abraham en Dios es que estaba dispuesto a hacer lo que fuera por Él. Estaba ahí para obedecerlo sin importar a qué creencia se estaba oponiendo. Abraham no era un devoto de sus propias convicciones, de otra manera hubiera matado a Isaac y hubiera dicho que la voz del ángel era la del diablo (ver Génesis 22:12).
Esa es la actitud de un fanático. Si permaneces fiel a Dios, Él te guiará directamente a través de todos los obstáculos, hasta que llegues a la cámara interior de su conocimiento. Pero siempre debes estar dispuesto a llegar al punto de renunciar a tus propias convicciones. No le pidas a Dios que te pruebe. Nunca declares, como Pedro: "Estoy listo a hacer lo sea, a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte", Lucas 22:33. Abraham no hizo ninguna declaración similar. Sencillamente permaneció fiel a Dios y Él purificó su fe.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 25 de abril de 2017

Abril 25. Insistir a tiempo

"Insiste a tiempo y fuera de tiempo", 2 Timoteo 4:2, LBLA
Muchos de nosotros experimentamos la tendencia desequilibrada a ser insistentes fuera de tiempo. Este "tiempo” no se refiere al momento, sino a nosotros. Insiste a tiempo y fuera de tiempo, tanto si tienes deseos de hacerlo como si no. Si sólo realizáramos lo que nos sentimos inclinados a hacer, algunos de nosotros nunca haríamos nada. Existen personas totalmente inútiles en el reino espiritual porque son espiritualmente indecisas y débiles, y se niegan a hacer algo, a menos que se encuentren inspiradas de una manera sobrenatural. La prueba de que nuestra relación con Dios marcha bien es que nos esforzamos al máximo, nos sintamos inspirados o no.
Una de las peores trampas en las que el obrero cristiano puede caer es obsesionarse con los momentos excepcionales de inspiración que ha tenido. Cuando el Espíritu de Dios te da un tiempo de inspiración y de discernimiento, piensas: "Ahora, esta siempre será mi condición para Dios". No, no lo será y Él cuidará de que no sea así. Esos momentos son un regalo de Dios en su totalidad. No te los puedes dar a ti mismo cuando lo desees. Si dices que siempre tienes que estar en tu mejor condición, realmente te conviertes en una carga intolerable para Él. Nunca harás nada a menos que Dios te mantenga inspirado de una manera consciente. Si a tus mejores momentos los conviertes en un dios, descubrirás que la guía del Señor irá desapareciendo de tu vida y nunca regresará hasta que seas obediente en el trabajo que te ha colocado más cerca y cuando aprendas a no obsesionarte con esos momentos excepcionales, que Él te ha dado.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 24 de abril de 2017

Abril 24. Una advertencia contra los deseos desordenados

"Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan", Lucas 10:20
Como obreros cristianos, la mundanalidad no es la trampa más peligrosa para nosotros, ni tampoco el pecado. Es el deseo inmoderado de obtener éxito espiritual, es decir, el éxito cuyo molde y medida es la época religiosa en que vivimos. Busquemos únicamente la aprobación de Dios, y salgamos "fuera del campamento, llevando su oprobio", Hebreos 13:13. En Lucas 10:20, Jesús les dijo a sus discípulos que no se alegraran por el éxito en su servicio y sin embargo, esto parece lo único en lo cual la mayoría de nosotros nos regocijamos. Tenemos punto de vista comercial: Contamos cuántas almas se han salvado y santificado, damos gracias a Dios y luego pensamos que todo está bien. Pero nuestro trabajo parte del fundamento que la gracia de Dios ya ha colocado. Nuestro deber no es salvar almas, sino discipularlas. La salvación y la santificación son la obra de la gracia soberana de Dios y nuestra labor como sus discípulos es discipular a otros hasta que estén rendidos por completo a Él. Una vida totalmente consagrada a Dios es más valiosa para Él, que cien vidas que simplemente hayan sido despertadas por su Espíritu. Como trabajadores del Señor, debemos reproducir nuestro propio género espiritual, y esas vidas serán el testimonio que Dios dará de nosotros como sus obreros. Por su gracia Él nos lleva a cierto nivel de vida y nosotros somos responsables de multiplicarlo en otras personas.
Si el obrero no vive una vida escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3), tiende a convertirse en un irritante dictador en lugar de un discípulo activo y lleno de vida. Muchos de nosotros somos dictadores que les imponemos nuestros deseos a las personas y las congregaciones. Pero Jesús nunca nos da órdenes de esta manera. Siempre que Él se refirió al discipulado, sus palabras estuvieron antecedidas por un "si" (condicional), nunca con una afirmación categórica: "tú tienes que...” El discipulado implica una opción.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 23 de abril de 2017

Abril 23. La adoración del trabajo

"Nosotros somos colaboradores de Dios", 1 Corintios 3:9
Ten cuidado con cualquier trabajo que realices para Dios, que te lleve a dejar de concentrarte en Él. Muchos obreros cristianos adoran su trabajo, pero el único interés de un obrero debería ser concentrarse en Dios. Esto significa que cualquier otro límite de nuestra vida diferente a éste, ya sea mental, moral o espiritual, será un límite completamente libre, con la libertad que Dios le da a sus hijos - los hijos que lo adoran a Él, no los rebeldes. Un obrero que carece de este rasgo predominante y solemne de concentración en Dios corre el peligro de que su obra se convierta en una carga. Es esclavo de sus propios límites y al cuerpo, la mente y el espíritu no les queda un espacio de libertad. En consecuencia, queda consumido y aplastado, y no es libre ni tiene gozo en la vida. Sus nervios, mente y corazón se encuentran tan agobiados que la bendición de Dios no puede reposar sobre Él. Pero, el caso opuesto es igualmente cierto. Una vez que estamos concentrados en Dios, todos los límites de mi vida son libres y están dominados únicamente por Él. Ya no hay ninguna responsabilidad sobre ti por causa del trabajo. Tu única responsabilidad es la de mantenerte en un contacto vivo y permanente con Dios, y la de cuidar que nada estorbe tu cooperación con Él. La libertad que experimentaste después de la santificación es la libertad de un hijo, y lo que sujetaba tu vida desaparece. Pero ten cuidado de recordar que has sido libertado con el único propósito de estar absolutamente consagrado a Aquel que es tu compañero de trabajo.
No tenemos ningún derecho a decidir cuál es el lugar donde Dios nos debe colocar, o a tener ideas preconcebidas con respecto a aquello para lo cual Él nos está preparando. Dios está a cargo de todo. Dondequiera que nos ubique, nuestro único objetivo debe ser derramar nuestras vidas con una devoción incondicional a Él en aquella obra en particular. "Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas", Eclesiastés 9:10.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 22 de abril de 2017

Abril 22. La luz que se apaga

"Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto...la gloria del Señor", 2 Corintios 3:18
Un siervo de Dios llega a encontrarse tan solo que nunca se da cuenta de su soledad. En las primeras etapas de la vida cristiana le presentan desilusiones: se apagan algunas personas que solían ser luz y se van los que permanecían a nuestro lado. Es necesario que nos acostumbremos tanto a estas situaciones que no nos enteremos nunca de que estamos solos. Pablo dijo: "Ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon... Pero el Señor estuvo a mi lado", 2 Timoteo 4:16-17. Debemos edificar nuestra fe no sobre las luces que se desvanecen, sino sobre la Luz que jamás se apaga. Nos entristece la partida de un hombre o una mujer "grande", hasta que nos damos cuenta de que debía irse, y lo único que queda es mirar al rostro de Dios por nuestra propia cuenta.
No permitas que nada te impida mirarlo al rostro fijamente, con respecto a ti mismo y a tu doctrina. Y cada vez que prediques, asegúrate primero de contemplar su faz. Entonces, la gloria permanecerá a lo largo del mensaje. Un siervo cristiano es alguien que mira perpetuamente el rostro de Dios, y luego sale a hablarle a la gente. El ministerio de Cristo le caracteriza por una gloria perdurable de la cual el siervo es totalmente Inconsciente. "La piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios, pero Moisés no lo sabía", Éxodo 34:29.
Nunca somos llamados a hacer alarde de las dudas que tenemos o a expresar los goces y deleites ocultos de nuestra vida con el Señor. El secreto de la vida del siervo es que permanece en armonía con Dios, todo el tiempo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 21 de abril de 2017

Abril 21. ¡No hieras al Señor, ahora!

"¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe?", Juan 1433:53
El Señor debe asombrarse de nosotros una y otra vez por nuestra falta de sencillez. Nuestras opiniones personales son las que nos vuelven torpes y lentos para entender. Sin embargo, cuando somos sencillos, nunca somos necios y constantemente tenemos discernimiento. Felipe esperaba la revelación de un misterio extraordinario, pero no en Jesús, la persona a quien creía conocer. El misterio de Dios no radica en lo que sucederá en el futuro, sino que es presente, aunque nosotros lo buscamos en un futuro cercano, en un acontecimiento sobrecogedor y trascendental. No somos renuentes a obedecer a Jesús, pero es muy probable que le estemos causando dolor con las preguntas que le hacemos: "Señor, muéstranos el Padre", Juan 14:8. Su respuesta no se hizo esperar: "¿No, puedes verlo? Él siempre está justo aquí, no hay otro lugar donde puedas encontrarlo". Esperamos que Dios se manifieste a sus hijos, pero Él lo hace solamente en ellos. Y mientras otras personas pueden ver la evidencia, los hijos de Dios no. Queremos ser totalmente conscientes de lo que Él está haciendo en nosotros, pero no podemos tener esa plena conciencia y al mismo tiempo seguir siendo razonables o equilibrados en nuestras expectativas acerca de Él. Si todo lo que le estamos pidiendo son experiencias, o si el camino se bloquea cuando nos hacemos conscientes de ellas, entonces herimos al Señor. Las preguntas mismas que le formulamos lo hieren porque no son las preguntas de un hijo.
"No se turbe vuestro corazón", Juan 14:1, Juan 14:27. ¿Estoy hiriendo a Jesús al permitir que mi corazón se turbe? Si creo en Él y en sus atributos, ¿vivo de acuerdo con mis creencias? ¿Permito que algo perturbe mi corazón, o le doy cabida a preguntas malsanas? Debo llegar a una relación plena, sin restricciones, que reciba todo tal como venga de Él. Dios jamás nos guía para un futuro cercano, sino que siempre nos guía ahora. Comprende que el Señor se encuentra aquí, ahora, y recibirás libertad inmediata.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 20 de abril de 2017

Abril 20. ¿Puede un santo calumniar a Dios?

"Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén", 2 Corintios 1:20

La parábola de Jesús acerca de los talentos, narrada en Mateo 25:14-30, nos advierte sobre la posibilidad de juzgar mal nuestra capacidad. Esta parábola no tiene nada que ver con los dones y habilidades naturales, sino con el don del Espíritu Santo, como fue dado por primera vez el día de Pentecostés. Nunca debemos medir nuestra capacidad espiritual por la educación o el intelecto, sino por las promesas de Dios. Si obtenemos menos de lo que Él quiere para nosotros, en poco tiempo lo calumniaremos como hizo el siervo con su señor: "Esperas de mí más de lo que me das poder para hacer. Me exiges demasiado, no puedo serte fiel en el lugar donde me colocaste". Cuando se trate del Espíritu Omnipotente de Dios, jamás digas: "No puedo", y no le des cabida nunca al tema de las limitaciones de tus habilidades naturales. Dios espera que la obra del Espíritu Santo se manifieste en nosotros, si ya hemos recibido a su Espíritu.
El siervo se justificó en cada una de sus acciones y condenó a su señor en todos los puntos: "Lo que me exiges está fuera de toda proporción con lo que tú das". ¿Hemos estado calumniando a Dios al atrevernos a preocuparnos, cuando Él ha dicho: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas", Mateo 6:33?
Preocuparnos significa exactamente lo que este siervo insinuó: "A mí no me han dado una oportunidad adecuada". El perezoso espiritual critica a Dios, pues la gente perezosa siempre culpa a los demás.
Nunca olvides que nuestra capacidad y habilidad en los asuntos espirituales se mide por las promesas de Dios. ¿Puede Dios cumplir sus promesas? Nuestra respuesta depende de si hemos recibido o no Espíritu Santo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 19 de abril de 2017

Señor, líbrame de la distracción - Jon Bloom

Abril 19. ¿De ningún modo es probable?

"Llegó la noticia a Joab, y como también se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a Absalón", 1 Reyes 2:28
I
Joab soportó la prueba más grande de su vida y permaneció absolutamente leal a David en lugar de seguir al fascinante y ambicioso Absalón. Sin embargo, hacia el final de sus días se adhirió al cobarde Adonías. Mantente siempre alerta al hecho de que allí donde una persona se ha vuelto atrás es exactamente donde cualquiera podría descarriarse (ver 1 Corintios 10:11-13) Tal vez acabas de salir airoso de una gran crisis, pero ahora debes estar atento a lo que parece tentarte menos. Cuídate de pensar que las áreas en las que has triunfado en el pasado son las que tienen menos probabilidad de hacerte tropezar y caer.
Somos propensos a decir: "De ninguna manera es probable que, después de haber atravesado la crisis más grande de mi vida, ahora me vuelva a las cosas del mundo". No trates de predecir de dónde vendrá la tentación. El verdadero peligro está en lo improbable. Es después de una gran experiencia espiritual que lo menos probable se hace sentir. Tal vez no sea algo que ejerza una influencia dominante sobre ti, pero recuerda que se encuentra ahí y, si no estás prevenido, te hará tropezar.
¿Has permanecido fiel a Dios durante las pruebas grandes e intensas? Ahora cuídate de las corrientes ocultas. Pero no caigas en una introspección enfermiza ni mires hacia delante con temor, sino mantente alerta. Y que tu memoria se conserve despierta delante de Dios. La fortaleza que no se vigila en realidad es una doble debilidad porque es allí donde las tentaciones menos probables minan tu fuerza. Los personajes de la Biblia tropezaron en sus puntos fuertes, nunca en los débiles.
"Guardados por el poder de Dios", 1 Pedro 1:5. Esta es la única seguridad.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

Abril 18. ¡Listos!

"Dios lo llamó de en medio de la zarza…Y él respondió: Heme aquí" Éxodo 3:4 LBLA
Cuando Dios habla, muchos de nosotros nos parecemos a los hombres que tienen su mente nublada, y no contestamos. La respuesta de Moisés reveló que él sabía en dónde se encontraba y que estaba preparado. Estar listos implica tener una relación correcta con Dios y un conocimiento de nuestra ubicación actual. Sin embargo, nos mantenemos muy ocupados diciéndole a donde quisiéramos ir. El hombre y la mujer que están listos para Dios y su obra son los que reciben el premio cuando viene el llamamiento. Nosotros esperamos y tenemos en mente la idea de que se presentará una gran oportunidad, algo sensacional y cuando llega, estamos listos para gritar: "Aquí estoy". Siempre que Jesucristo se está levantando en autoridad, tú y yo estamos ahí presentes, pero no tenemos buena voluntad para llevar a cabo un trabajo humilde.
Estar listos para Dios significa que poseemos una buena disposición para hacer lo más insignificante o lo más grande; no hay diferencia. Significa que para nosotros no existen varias alternativas en lo que deseamos hacer sino que, sin importar cuáles sean los planes de Dios, estamos ahí listos. Entonces, cuando surge cualquier tarea, escuchamos su voz como nuestro Señor escuchó la voz de su Padre, y estamos listos para realizarla con la disposición plena de nuestro amor por Él. Jesucristo espera tratarnos a nosotros como el Padre lo trató a Él. Nos puede colocar donde a Él le plazca, en deberes agradables o de baja categoría, porque nuestra unión con Él es igual a la que Él tuvo con su Padre. "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22.
Mantente preparado para las visitas sorpresivas de Dios. Una persona preparada nunca tiene que alistarse, sino que siempre está lista. ¡Piensa en el tiempo que desperdiciamos tratando de prepararnos una vez que Dios nos ha llamado! La zarza ardiendo es un símbolo de todo lo que está alrededor de la persona que se encuentra lista. Y la zarza arde por la presencia del mismo Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 17 de abril de 2017

Abril 17. Todo o nada

"Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa... y se tiró al mar" Juan 21:7
¿Alguna vez has sufrido una crisis durante la cual lo has abandonado todo de una forma intencional, categórica y sin que importaran las consecuencias? Es una crisis de la voluntad. Muchas veces puedes alcanzar este punto en el ámbito externo, pero no lograrás nada. La crisis verdadera y profunda del total abandono es interior, no exterior. Renunciar a las cosas externas puede ser un indicio de que estás en completa esclavitud.
¿Has sometido conscientemente tu voluntad a Jesucristo? Es una operación de la voluntad, no de las emociones. Cualquier emoción positiva que resulte no es más que el brillo exterior de esa operación. Si enfocas tu atención hacia lo que sientes, nunca te someterás a Él. No le preguntes a Dios cómo debería ser ese acto de sometimiento, sino sométete con respecto a lo que ya tienes delante de ti, bien sea en un plano superficial o profundo.
Si has escuchado la voz de Jesucristo en las olas del mar, puedes soltar tus convicciones y tu firmeza de carácter a los cuatro vientos, pero conserva tu relación íntima con Él.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 16 de abril de 2017

Abril 16. ¿Puedes bajar de la montaña?

"Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz" Juan 12:36
Todos vivimos momentos en los que nos sentimos muy bien, como nunca antes, y decimos: "¡Me siento en forma para lo que sea! ¡Si tan sólo pudiera mantenerme siempre así!" Pero esto no sucederá. Son momentos en los que recibimos una percepción o una revelación de acuerdo con la cual debemos vivir cuando no nos sintamos igual. Muchos de nosotros no somos buenos para enfrentar el mundo cotidiano, cuando no nos encontramos en la cima de la montaña. Sin embargo, debemos elevar nuestra vida diaria hasta el nivel que nos fue revelado cuando estuvimos en la cumbre.
No permitas nunca que se desvanezca el sentimiento que se haya despertado en ti en la cima de la montaña. No te amodorres al calor de pensamientos, diciendo: "¡Qué rico sería que mi ánimo estuviera así!"
Actúa inmediatamente, haz algo, aunque la única razón para actuar sea que preferirías no hacer nada. Si en una reunión de oración Dios te muestra algo que Él quiere que realices, no digas: "lo voy a hacer", sino ¡hazlo! Cógete por el cuello y sacude la pereza de tu carne. En nuestros anhelos por una experiencia grandiosa siempre podemos ver la pereza, y entonces hablamos de que vamos a tener un tiempo en la montaña. Es necesario que aprendamos a vivir en el día gris de acuerdo con lo que vimos en la cumbre.
No te rindas porque una vez estuviste inactivo y confundido. Manos a la obra de nuevo. Quema tus puentes tras de ti y permanece comprometido con Dios en un acto voluntario. Nunca reconsideres tus decisiones, pero entonces, asegúrate de tomarlas a la luz de lo que viste y aprendiste en la cima.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 15 de abril de 2017

Abril 15. La concentración descarriada

"Con todo esto, los lugares altos no desaparecieron de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días", 2 Crónicas 15:17
Asa no fue completamente obediente en las áreas externas o visibles de su vida. Obedeció en las que consideraba más importantes, pero no fue recto del todo. Cuídate de pensar: "Oh, ese defecto en mi vida no es muy importante". El hecho de que a ti no te importe mucho puede significar que a Dios le importa bastante. Un hijo de Dios no debe considerar nada como trivial. ¿Cuánto tiempo más vamos a impedir que Dios trate de enseñarnos al menos una cosa? Pero Él lo sigue intentando y nunca pierde la paciencia. Tú dices: "Yo sé que estoy bien con Dios", pero aún permanecen los lugares altos en tu vida. Todavía queda un área de desobediencia. ¿Afirmas que tu corazón está bien con Dios y, sin embargo, hay algo en tu vida sobre lo cual Él te ha hecho dudar? Siempre que exista una duda, abandona de inmediato el asunto en cuestión, sin importar lo que sea. Nada en nuestra vida es apenas un detalle insignificante para Dios.
¿Hay algunas áreas relacionadas con tu vida física o intelectual a las cuales no les has prestado ninguna atención? Si este es tu caso, tal vez pienses que te encuentras bien en las áreas importantes, pero eres negligente. Te has descarriado en cuanto a tu concentración. Así como tu corazón no necesita tomarse un descanso y dejar de palpitar, tampoco necesitas unas vacaciones en tu concentración espiritual. No te puedes tomar unas vacaciones morales y seguir siendo íntegro, y tampoco puedes tener vacaciones espirituales y continuar siendo espiritual. Dios quiere que seas completamente suyo, lo cual implica que tienes que estar alerta para mantenerte en forma para Él. Esto requiere muchísimo tiempo. Sin embargo, algunos de nosotros esperamos levantarnos por encima de todos nuestros problemas y escalar las numerosas pendientes en tan sólo dos minutos.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 14 de abril de 2017

Amén - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 14. El espíritu invencible

"Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí", Mateo 11:29
"El Señor al que ama, disciplina", Hebreos 12:6. ¡Cuán triviales son nuestras quejas! Nuestro Señor empieza a llevarnos al lugar donde podemos tener comunión con Él, solamente para escuchar que nos quejamos y gemimos: "¡Oh, Señor, déjame ser como los demás!" Jesús nos está pidiendo que tomemos uno de los extremos del yugo para que podamos halar juntos. Por eso nos dice: ...Mi yugo es fácil y ligera mi carga (Mateo 11:30). ¿Estás identificado con el Señor Jesús en esta forma? Si es así, darás gracias a Dios cuando sientas la presión de su mano sobre ti.
"Multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas", Isaías 40:29. Dios viene a nosotros y nos saca de nuestro emocionalismo y, entonces, nuestra queja se convierte en un himno de alabanza. La única manera de conocer la fuerza de Dios es tomando el yugo de Jesús sobre nosotros y aprendiendo de Él.
"El gozo de Jehová es vuestra fuerza", Nehemías 8:10, ¿De dónde obtienen su gozo los santos? Si no conociéramos bien a algunos cristianos, pensaríamos que no tienen ninguna carga que sobrellevar. Pero debemos descorrer el velo de nuestros ojos. El hecho de que la paz, la luz y el gozo de Dios estén en ellos demuestra que también tienen una Carga. La carga que Dios pone sobre nosotros exprime las uvas de nuestra vida y produce el vino, pero la mayoría de nosotros únicamente ve el vino.
Ningún poder en la tierra ni en el infierno puede vencer al Espíritu de Dios que habita en nuestro espíritu; es una invencibilidad interior. Si hay una constante queja en ti, échala fuera sin piedad. Es un verdadero crimen ser débil en las fuerzas de Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 13 de abril de 2017

Cordero de Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 13. Qué hacer dadas las circunstancias

"Echa sobre Jehová tu carga", Salmo 55:22
Debemos distinguir entre las cargas que nos corresponde llevar y las que no. Nunca debemos soportar la carga del pecado o de la duda, pero hay cargas impuestas por Dios que Él no tiene la intención de levantar, sino que quiere que se las devolvamos y las pongamos sobre Él. Echa sobre el Señor lo que Él te ha dado. Si emprendemos un trabajo para Dios, pero perdemos el contacto con Él, el sentido de responsabilidad se convertirá en un peso abrumador. Pero si le devolvemos las cargas que nos ha colocado, Dios se llevará ese sentido de responsabilidad dándonos un entendimiento de quién es Él.
Muchos obreros que se disponen a servir a Dios con mucha valentía e ímpetu, pero sin ninguna comunión íntima con Jesucristo, pronto se sienten vencidos. El hecho de que no saben qué hacer con la carga les produce cansancio en sus vidas. Al verlos la gente va a decir: "¡Qué triste fin para algo que tuvo un principio tan grande!"
Echa sobre Jehová tu carga. La has estado cargando toda. Pero, de manera consciente, necesitas poner uno de sus extremos sobre los hombros de Dios. "Y la soberanía reposará sobre sus hombros", Isaías 9:6, LBLA. Encomiéndale a Dios lo que Él te ha dado; no arrojes la carga a un lado, sino échala sobre Él y tú con ella también. Verás que se vuelve liviana por el sentido de compañía. Pero nunca trates de separarte de tu carga.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 12 de abril de 2017

Redentor - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 12. El dominio moral

"Ya la muerte no tiene dominio sobre Él… pero en cuanto vive, vive para Dios. Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios", Romanos 6:9-11, LBLA
Vida eterna con Él. La vida eterna es la vida que Jesucristo mostró en el nivel humano. Y esta misma vida, no una copia de ella, es la que se manifiesta en nuestra carne mortal cuando nacemos de nuevo. La vida eterna no es un regalo de parte de Dios, es el regalo de Él mismo. La energía y el poder que fueron tan evidentes en Jesús manifestarán en nosotros por un acto exclusivo de la gracia soberana Dios, cuando hayamos tomado la decisión moral acerca del pecado.
"Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo", Hechos 1:8. No poder como un don del Espíritu, sino que es el Espíritu Santo y no algo que Él nos da. La vida que estaba en Cristo se vuelve nuestra, gracias a su cruz, una vez que decidimos identificarnos con Él. Si es difícil tener una relación correcta con Dios, se debe a que no tomamos una decisión definitiva con respecto al pecado.
Pero una vez que nos decidimos, su vida plena entra inmediatamente. Jesús vino para darnos una provisión infinita de visa:… para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3:19). La vida eterna no tiene nada ver con el tiempo. Es la vida que Jesús vivió cuando estuvo aquí abajo, Y Él es la única fuente de vida.
Hasta el santo más débil puede experimentar el poder de la deidad del Hijo de Dios, si está dispuesto a "soltar" y no "retener". Pero cualquier vestigio de nuestra propia energía únicamente hará borrosa la vida de Jesús en nosotros. Debemos continuar soltando y poco a poco, aunque con toda seguridad, la vida plena y magnífica de Dios se extenderá por todo rincón de nuestro ser. Entonces, los hombres comprenderán que hemos estado con Jesús.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 11 de abril de 2017

Varón de dolores - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 11. El carácter santo de Dios

"Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección", Romanos 6:5
Resurrección con Él. Mi evidente parecido con Jesús es la prueba de que he experimentado la crucifixión con Él. Cuando el Espíritu de Cristo entra en mí, mi vida personal se reorganiza delante de Dios. La resurrección de Jesús le ha dado a Él la autoridad para impartirme la vida de Dios, y ahora las experiencias de mi vida se deben edificar tomando como fundamento su vida. Puedo tener la vida de resurrección de Jesús aquí y ahora, la cual se manifestará en santidad.
El concepto a lo largo de todos los escritos del apóstol Pablo es que, después de haber tomado la decisión moral de identificarme con Jesús en su muerte, su vida de resurrección se extiende por cada parte de mi naturaleza humana. Se requiere la omnipotencia divina para que la carne humana pueda vivir la vida del Hijo de Dios. El Espíritu Santo no se puede establecer únicamente como un huésped en una casa, si no que se extiende por todo lugar. Y una vez que yo decido que mi "viejo hombre" (es decir, mi herencia de pecado) se debe identificar con la muerte de Jesús, el Espíritu Santo me invade. Él se hace cargo de todo. Mi parte es andar en la luz y obedecer todo lo que Él me revela. Cuando he adoptado esa importante decisión moral acerca del pecado, es fácil considerar que realmente estoy muerto a él porque encuentro en mí la vida de Jesús, todo el tiempo (Romanos 6:11). Así como existe una sola clase de humanidad, sólo hay una clase de santidad: la de Jesús. Y es su santidad la que me ha sido dada. Como Dios pone en mi la santidad de su Hijo, yo pertenezco a un nuevo orden espiritual.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 10 de abril de 2017

Siervo del Señor - Nancy DeMoss Wolgemuth

Abril 10. La decisión moral con respecto al pecado

"Sabiendo esto, que nuestro Viejo Hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado", Romanos 6:6
Crucifixión con Él. ¿Ya tomaste la siguiente decisión con respecto al pecado: que debe morir completamente en ti? Se necesita mucho tiempo para llegar a una decisión moral acerca del pecado. Sin embargo, cuando decides que debe morir en ti, es el momento más grande de tu vida. No simplemente refrenarlo, reprimirlo o contrarrestado, sino que muera crucificado, de la misma manera como Jesucristo murió por el pecado del mundo. Nadie puede llevar a otra persona a esta decisión.
Podemos estar mental y espiritualmente convencidos, pero lo realmente necesitamos es llegar a la decisión a la que Pablo nos exhorta en este pasaje.
Anímate, toma un tiempo a solas con Dios y adopta esta importante determinación. Di: "Señor, identifícame con tu muerte hasta que sepa que el pecado está muerto en mí". Toma la decisión moral de que el pecado en ti debe morir.
Esta no era una expectativa divina del futuro por parte de Pablo, una experiencia muy radical y definitiva en su vida. ¿Estás preparado para permitir que el Espíritu de Dios te examine hasta que sepas cuál nivel y la naturaleza del pecado en tu vida, o sea, lo que hay en ti lucha contra el Espíritu? Si tu respuesta es afirmativa, entonces ¿vas a estar de acuerdo con el veredicto de Dios sobre la naturaleza pecaminosa: que se debe identificar con la muerte de Jesús? No puedes considerarte muerto al pecado (Romanos 6:11), a menos que hayas enfrentado radicalmente delante de Dios este asunto de tu voluntad.
¿Ya participaste del glorioso privilegio de ser crucificado con el Señor hasta que todo lo que quede sea la vida de Cristo en mi carne y sangre? "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo en mí", Gálatas 2:20.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 9 de abril de 2017

Abril 9. ¿Ya lo he visto?

"Pero después apareció en otra forma a dos de ellos", Marcos 16:12
Ser salvo y ver a Jesús no es lo mismo. Muchos que nunca lo han visto han recibido la gracia de Dios y han participado de ella. Pero cuando tú lo veas, jamás podrás ser el mismo; otras cosas no te atraerán como lo hacían antes.
Siempre debes distinguir entre quién ves que es Jesús y lo que Él ha hecho por ti. Si sólo ves esto último, no tendrás a un Dios lo suficientemente grande. Pero si has tenido una visión de Jesús tal como Él es, las experiencias podrán ir y venir, pero tú te vas a mantener firme como viendo al Invisible (Hebreos 11:27).
El ciego de nacimiento no sabía quién era Jesús hasta que se le apareció y se le reveló (ver Juan 9). Jesucristo se les aparece a aquellos por los cuales ha hecho algo, pero no podemos ordenarle cuándo, o predecirlo. Él puede aparecer de repente, en cualquier momento. Entonces podrás exclamar: "¡ahora lo veo!"
Jesús debe aparecérsele a un amigo tuyo y a ti individualmente. Nadie puede ver a Jesús con tus ojos. Cuando uno lo ha visto y el otro no, ocurre una separación en la relación. No puedes llevar a tu amigo al punto donde lo pueda ver; Dios debe hacerlo.
¿Ya viste a Jesús? Si es así, querrás que otros lo vean también. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos les creyeron (Marcos 16:13). Pero debes hablar aunque ellos no crean.
¡Oh, si pudiera contártelo, de seguro creerías!
¡Oh, si tan sólo pudiera decir lo que yo he visto!
¿Cómo he de contarlo o cómo puedes recibirlo,
cómo, mientras Él no te lleve al lugar donde yo he estado?

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 8 de abril de 2017

Abril 8. El destino de su resurrección

"¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?", Lucas 24:26
La cruz de nuestro Señor es la puerta de entrada a su vida. Y la resurrección significa que ahora Él tiene poder para impartirme esa vida, Cuando nací de nuevo, yo recibí del Señor resucitado su vida misma.
El destino de la resurrección de Cristo, su propósito determinado de antemano, era llevar muchos "hijos a la gloria", Hebreos 2:10. El cumplimiento de su destino le da el derecho de hacernos hijos e hijas de Dios. Nosotros nunca estamos en la misma relación en la que se encuentra el Hijo de Dios con su Padre. Pero el Hijo nos entra en la relación filial con Él. Cuando, nuestro Señor se levantó de entre los muertos, resucitó a una vida absolutamente nueva, una vida que nunca había vivido antes de su encarnación y que jamás había existido. Y su resurrección significa para nosotros que somos resucitados a esa clase de vida, no a nuestra vida anterior. Algún día tendremos un cuerpo glorioso semejante al de Él, pero aquí y ahora podemos conocer el poder y eficacia de su resurrección y andar en vida nueva (Romanos 6:4). El firme propósito de Pablo era "conocerlo a él y el poder de su resurrección", Filipenses 3:10.
Jesús oró: "Pues le has dado potestad sobre toda carne para que dé vida eterna a todos los que le diste". Juan 17:2. En realidad, cuando decimos "Espíritu Santo" estamos nombrando la experiencia de la vida eterna que opera en los seres humanos aquí y ahora. El Espíritu Santo es la Deidad con su poder en acción y quien aplica la expiación de Cristo a nuestra experiencia. Gracias a Dios por la gloriosa y majestuosa verdad que su Espíritu puede producir en nosotros la naturaleza misma de Jesús, si solamente lo obedecemos.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 7 de abril de 2017

Rey - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 7. ¿Por qué no se nos habla con claridad?

"Les mandó que a nadie dijeran lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado de los muertos" Marcos 9:9
Así como se les ordenó a los discípulos, tú tampoco debes decir nada hasta que el Hijo del hombre haya resucitado en ti. Es decir, hasta que la vida del Cristo resucitado te domine de tal manera que verdaderamente entiendas lo que Él enseñó mientras estuvo aquí en la tierra. Cuando llegas al estado interior apropiado, las palabras que Jesús pronunció se vuelven tan claras que te sorprende no haberlas comprendido antes. Pero, no las podías entender porque no habías desarrollado una adecuada disposición espiritual que te permitiera sobrellevarlas.
Nuestro Señor no oculta estas cosas, pero sólo estaremos preparados para recibirlas cuando la condición de nuestra vida espiritual sea idónea. Jesús dijo: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar (Juan 16:12). Primero debe existir una comunión con su vida resucitada para que podamos soportar cualquier verdad en especial. ¿Realmente sabemos algo sobre la vida del Jesús resucitado que mora en nosotros? La evidencia de que sí lo sabemos es que comenzamos a entender a su Palabra. Dios no puede revelarnos nada, si no tenemos su Espíritu. Y nuestros puntos de vista obstinados e inflexibles efectivamente van a impedir que Él nos revele algo. Sin embargo, nuestra obtusa manera de pensar terminará tan pronto permitamos que la vida nueva en Cristo actúe con libertad en nosotros.
Les mandó que a nadie dijeran... Pero son tantos los que hablan de lo que vieron en el monte de la transfiguración, de su experiencia en la cumbre. Han tenido la visión y dan testimonio de ella, pero no hay una relación entre lo que hablan y la manera en que viven. Sus vidas no tienen sentido porque el Hijo del hombre todavía no ha resucitado en ellos. Me pregunto cuándo se va a formar Cristo en ti y en mí.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 6 de abril de 2017

Novio - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 6. El choque entre Dios y el pecado

"Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero", 1 Pedro 2:24
La cruz de Cristo es la verdad revelada del juicio de Dios sobre el pecado. Nunca la asocies con la idea de martirio. La cruz fue triunfo magnífico que sacudió los cimientos mismos del infierno. No hay nada más seguro e irrefutable en el tiempo o la eternidad que lo que Jesucristo cumplió en el madero. Este hecho regresó a toda la raza humana a una relación correcta con Dios, e hizo de la redención la base de la vida humana, es decir, abrió el camino para que cada persona tenga comunión con Dios.
La cruz no fue algo que le "ocurrió" a Jesús: Él vino a morir. El propósito de su venida fue la cruz. Él es... el cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo (Apocalipsis 13:8, NVI). La encarnación de Cristo no tendría significado sin la cruz. Cuídate de hacer una separación entre Dios manifestado en la carne y el Hijo convirtiéndose en pecado (ver 1 Timoteo 3:16 y 2 Corintios 5:21). El propósito de la encarnación fue la redención. Dios se encarnó con el fin de quitar el pecado y no para beneficiarse a sí mismo. La cruz es el centro del tiempo y la eternidad, la respuesta a los enigmas de los dos.
La cruz no es la cruz de un hombre, sino la de Dios, y nunca puede ser totalmente comprendida a través de la experiencia humana. La cruz es la exhibición de la naturaleza divina, es la puerta por donde cualquier miembro de la raza humana puede entrar a una unión con El. Cuando llegamos a la cruz, no la atravesamos, sino que permanecemos en la vida, cuya puerta de entrada es la cruz. El centro de la salvación es la cruz de Cristo. Y la razón por la que es fácil obtener esta salvación es porque a Dios le costó mucho. La cruz es el lugar donde Dios y el hombre pecador se funden en uno solo por causa de un choque, y donde se abre el camino a la vida. Pero el choque fue contra el corazón de Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 5 de abril de 2017

Cuando Dios dice “No” - MaryLynn Johnson

León de la Tribu de Judá - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Abril 5. Su agonía y nuestra comunión

"Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní y dijo a sus discípulos:...quedaos aquí y velad conmigo", Mateo 26:36-38
Jamás podremos comprender totalmente la agonía de Cristo en el jardín de Getsemaní, pero al menos no debemos malinterpretarla. Es la agonía de Dios y el hombre en una persona, frente a frente con el pecado. No podemos aprender sobre el Getsemaní por medio de la experiencia personal. Getsemaní y el Calvario significan algo totalmente único: Son la puerta de entrada hacia la vida para nosotros.
No era por la muerte en la cruz que Jesús estaba en agonía en Getsemaní. De hecho, Él declaró enfáticamente que había venido con el propósito de morir. Su temor era que no pudiera pasar por esta lucha como el Hijo del hombre. Él sabía que la pasaría como el Hijo de Dios, y Satanás no podía tocarlo allí. Pero el ataque era para que nuestro Señor no la atravesara por nosotros únicamente como el Hijo del hombre, lo cual hubiera significado que Él no se podía convertir en nuestro Salvador (ver Hebreos 9:11-15). Lee el relato de la agonía en Getsemaní a la luz de la tentación que había sufrido en el desierto. Cuando acabó toda tentación el diablo, se aparto de él por un tiempo (Lucas 4:13).
Y regresó al Getsemaní pero fue vencido una vez más. En este lugar se presentó su ataque final contra nuestro Señor como Hijo del hombre.
La agonía en el jardín fue la del Hijo de Dios en cumplimiento de su propósito como Salvador del mundo. El velo se descorre para revelar todo lo que le costó a Él que nos fuera posible llegar a ser hijos de Dios. Su agonía es la base de la simplicidad de nuestra salvación. La cruz de Cristo fue un triunfo para el Hijo del hombre. No fue sólo una indicación de que nuestro Señor había triunfado, sino que lo había hecho para salvar a la raza humana. Gracias a lo que el Hijo del Hombre sufrió, ahora todo ser humano puede llegar a la presencia de Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.