Versículo para hoy:

viernes, 15 de noviembre de 2019

Adiós a mí, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



15 de noviembre – PERSEVERA EN LA ORACIÓN

Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. Apocalipsis 5:8.

Los hombres «deben orar siempre, sin desanimarse» (Lucas 18:1). Semana tras semana, mes tras mes, año tras año, la conversión de aquel hijo amado debe ser el motivo de ruego constante del padre. Traer a los pies de Cristo a ese esposo inconverso tiene que ser la constante súplica del corazón de la esposa, día y noche hasta que lo logre; el hecho de haber estado orando sin éxito aparente durante diez o veinte años no se debe tomar como una razón para dejar de orar; ella no tiene autoridad alguna para decirle a Dios cuál es el tiempo ni el momento adecuado, sino que mientras tenga vida y viva también el objeto de su constante oración, tiene que continuar insistiendo ante el poderoso Dios de Jacob.

El pastor no debe buscar una bendición ocasional para su pueblo, y al recibir un poco de ella dejar de interceder, sino que debe continuar con vehemencia, sin detenerse, sin disminuir sus energías, con sus ruegos y súplicas, hasta que vea las ventanas de los cielos abiertas de par en par derramando una bendición demasiado grande como para albergarla. Sin embargo, ¡cuántas veces pedimos a Dios y no recibimos porque no esperamos lo suficiente delante de su puerta! Oh, que por gracia aprendamos a esperar junto al ángel de Dios y nunca, nunca, nunca relajar nuestras fuerzas, al comprender que no debemos desmayar hasta obtener aquello por lo cual oramos, porque las almas dependen de ello, la gloria de Dios está involucrada en esto y el estado de nuestros semejantes está en peligro. No podemos cesar de orar por nuestras almas ni por las de nuestros seres más queridos, ni por las almas del resto de los hombres. Tenemos que orar una y otra vez hasta que obtengamos la respuesta.

A través de la Biblia en un año: Apocalipsis 1-2

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.