JESÚS, PAN DE VIDA ETERNA
Uno de los grandes redescubrimientos de la Reforma —especialmente de Martín Lutero— fue que la palabra de Dios nos llega en forma de libro: la Biblia. Lutero comprendió este hecho fundamental: Dios preserva la experiencia de la salvación y la santidad de generación en generación mediante un libro de revelación, no a través de un obispo en Roma.