Versículo para hoy:

domingo, 11 de diciembre de 2016

BIENAVENTURADOS - Ps. José de Segovia


¿Qué es el “Gozo del Señor” y Dónde puedo encontrarlo? - Ps. John Piper

Una pregunta realmente importante de un oyente llamado Nicholas que fue a la página de inicio de Ask Pastor John y nos envió esta pregunta por correo electrónico: “¡Hola Pastor John! En Hebreos 12:2 y en Nehemías 8:10, ¿qué quiere decir la frase: ‘el gozo del Señor’? ¿Cómo puedo encontrar este gozo? ¿Y cómo podemos aplicar este gozo a nuestras propias vidas?”


Esta es una de las preguntas más importantes que cualquiera pudiera hacer, porque todos quieren ser felices y nunca perder su felicidad en las miserias del infierno. Y por tanto, cómo encontrar gozo y experimentarlo en su totalidad es lo que todos cuidan y deberían cuidar. Y si es posible que en realidad podamos compartir en el gozo de Dios Todopoderoso, nada pudiera ser más estupendo y nada sería más estable y duradero. Así que esto es importante.

LECTURAS VESPERTINAS – DICIEMBRE 11

“Al Señor Cristo servís”. Colosenses 3:24.

¿A qué clase de funciones fueron dichas estas palabras? ¿A los reyes, que pomposamente hacen alarde de un derecho divino? ¡Ah, no! pues ellos a menudo se sirven a sí mismos o a Satanás, y olvidan al Dios cuya tolerancia les permite ostentar su imitativa majestad por pocas horas. ¿Habla, entonces, el apóstol a los así llamados “muy reverendos padres en Dios”, los obispos, o a los “venerables archidiáconos”? No; en realidad, Pablo no conocía nada de estas invenciones de hombres. Ni aún a los pastores y maestros o a los ricos y estimados entre los creyentes fueron dirigidas estas palabras, sino a los siervos, sí, y a los esclavos. Entre la multitud trabajadora: los jornaleros, los peones, los sirvientes, los cocineros, halló el apóstol, como nosotros los hallamos aún ahora, algunos de los elegidos del Señor, a quienes les dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no a los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia; porque al Señor Cristo servís”. Esto ennoblece la fastidiosa rutina de las ocupaciones terrenales y pone una aureola alrededor de las ocupaciones más humildes. El lavar los pies quizás sea servil, pero el lavar los pies de Jesús es un trabajo regio. Desatar el cordón de los zapatos es una ocupación humilde, pero desatar los zapatos al gran Maestro es un privilegio de príncipe. La tienda, la granja, el fregadero y la fragua llegan a ser templos cuando los hombres y las mujeres hacen todo para la gloria de Dios. Entonces, el “servicio divino” no es una cosa de pocas horas y de escasos lugares; al contrario, pues la vida entera llega a ser santidad a Jehová, y toda cosa y cualquier lugar llegan a ser tan consagrados como el tabernáculo y su candelero de oro.
Anhelo ser obrero de valor,
Confiando en el poder del Salvador;
Y el que quiera trabajar,
Hallará también lugar,
En la viña del Señor.

Charles Haddon Spurgeon.