Versículo para hoy:

miércoles, 18 de julio de 2018

Desanimada y sin esperanza - Gaby Galeano



El Padre Nuestro, día 16 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JULIO 18

“Yo la induciré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”. Oseas 2:14.

La benignidad de Dios nos ve atraídos por el pecado y se decide a poner a prueba en nosotros el aún más poderoso atractivo del amor. ¿No nos acordamos de cuando el Amigo de nuestras almas primeramente nos encantó y nos apartó de las fascinaciones del mundo? Esto hará repetidamente siempre que vea la probabilidad de que seamos enredados por el mal.

Él promete llevarnos aparte, porque allí es donde mejor puede tratar con nosotros, y este lugar separado no es un paraíso, sino un desierto, porque en tal lugar no habrá nada para apartar nuestra atención de nuestro Dios. En los desiertos de la aflicción, la presencia del Señor es nuestro todo, y apreciamos su compañía como de mucho más valor de lo que la estimábamos cuando nos sentábamos bajo nuestra vid, y nuestra higuera, en la compañía de nuestros semejantes. La soledad y la aflicción nos vuelven a nosotros mismos y a nuestro Padre celestial más que ningún otro medio.

Cuando así somos inducidos y apartados, el Señor tiene cosas excelentes que decirnos para nuestro consuelo. Él habla a nuestro corazón. ¡Oh, que en este tiempo nosotros experimentemos esta promesa! ¡Inducidos por el amor, separados por la prueba, y consolados por el Espíritu de verdad, que conozcamos al Señor y que cantemos de gozo!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.